Elecciones 2019 Abascal encara la vuelta de la ultraderecha al Congreso con la mirada puesta en el sistema electoral
Las encuestas pronostican la entrada segura de Vox a la Cámara, pero el reparto de escaños podría debilitar el aterrizaje de la ultraderecha en las instituciones. Abascal iniciará la campaña en Oviedo y la cerrará en la Plaza de Colón de Madrid.
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madrid,
Si las elecciones del 28 de abril serán “diferentes” en general es por sus particularidades, y Vox es una de las más atípicas. La formación que dirige Santiago Abascal mantiene abiertas todas las opciones en estos comicios. Los estudios demoscópicos pronostican una entrada segura, y con fuerza, de la ultraderecha en el Congreso, un aterrizaje institucional al que los dirigentes de la formación dan más alas que las encuestas.
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Pero la bonanza demoscópica de la ultraderecha es, de momento, tan decisiva como los augurios de aquellos dirigentes políticos y expertos que pronostican una penalización electoral para las derechas a causa de la fragmentación del voto en el espacio conservador. Este fenómeno no solo afecta al PP, sino que también los de Abascal compartirían esta penalización si finalmente el trasvase de votos de los de Casado no es suficiente para que gane los escaños disputados.
El sistema electoral, con pequeñas provincias donde el bipartidismo tiene escaños garantizados, forzará una competencia entre el resto de formaciones que se decidirá por pocos votos, y donde todas ellas tienen mucho que ganar, y también mucho que perder. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, publicado esta misma semana, da a Vox un 11,9% en estimación de voto, lo que se traduciría, según la encuesta, en una horquilla que oscila entre 29 y 37 diputados.
Sin embargo, al no existir precedentes electorales de la formación (al menos con la fuerza que se le atribuye en la actualidad), la horquilla del CIS puede variar tanto en su cifra mayor como en la menor. La precampaña de Santiago Abascal y del resto de dirigentes de Vox se ha basado en evitar la sobreexposición de su presidente, una estrategia que se ha materializado en la ausencia de Abascal durante prácticamente toda la precampaña, aunque en las dos últimas semanas, desde el acto que celebró el partido en Barcelona, esto ha cambiado.
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Desde la formación, sin embargo, se muestran satisfechos por esta estrategia, que reducen a dejar que el resto de líderes políticos “quemen” su imagen mientras se aprovechan del tirón de sus siglas. También se congratulan en el partido por haber logrado colocar determinados temas en la agenda política, como la caza o el uso de armas por parte de los ciudadanos. Sobre el programa de Vox, más allá de las 100 medidas que presentaron en diciembre, se ha conocido este jueves su plan económico. Los de Abascal proponen llevar a cabo un recorte de más de 24.000 millones de euros basado fundamentalmente en una drástica reducción de la administración pública.
El ajuste económico, además del recorte del gasto del Estado, procedería de la reducción de la inversión en la Seguridad Social, las Comunidades autónomas y los ayuntamientos. También pretenden abaratar el despido imponiendo una única indemnización de 20 días hasta un máximo de 12 meses.
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Regreso a Colón
Lo que no se conoce al detalle es el calendario de campaña del partido, aunque sí han adelantado los lugares elegidos para el arranque y el cierre. Abascal ha protagonizado un acto en Toledo este jueves, y se desplazará a Madrid para la pegada de carteles electorales. El líder de la formación arrancará oficialmente su campaña al día siguiente, viernes, en Oviedo, con un acto por la tarde. Esa misma mañana el dirigente le hará una ofrenda floral a la virgen de Covadonga.
El domingo, el secretario general de Vox, Ortega Smith, protagonizará un acto en Tarragona. El cierre de la campaña de la formación ultraderechista tendrá lugar en la Plaza de Colón de Madrid, lugar que se ha tornado emblemático para la ultraderecha desde la celebración de la manifestación de la mano de PP y Cs en contra del diálogo con Catalunya.
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En la formación pensaron en llevar el acto de final de campaña a Valencia, una de las ciudades donde el PP y el PSOE han llevado sus cierres de campaña en otras ocasiones. El partido quería hacerlo en la Plaza de Toros, pero un concierto de Mark Knopfler obligó a cambiar la ubicación del acto, que finalmente se llevará a Madrid.