El Ejército tiene almacenados miles de millones de euros en armamento al no tener fondos para operarlo
'El Libro Negro del Ejército Español', del ex teniente Segura, denuncia que la ausencia de una planificación sensata en la compra de armamento durante años ha dejado inmovilizadas a las Fuerzas Armadas.
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madrid,
Cuando se habla del gasto en Defensa, la unidad de medida suele ser mil millones de euros. Lo cual no hace menos rutilante la lista de la desembolsos que España ha efectuado para armar a sus Fuerzas Armadas: 13.596 millones de euros en 87 cazas Eurofighter (7.233 millones por encima de lo presupuestado); 2.524 millones por 239 tanques Leopard (sobrecoste de 582 millones de euros); 27 aviones de transporte estratégico A400M por 5.819 millones de euros (2.369 millones por encima de lo que se comunicó al Congreso y los ciudadanos).
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Cabría pensar que ante un esfuerzo así, las Fuerzas Armadas serían un ejército moderno, bien armado, preparado para cualquier eventualidad. No en España, el país donde el partido gobernante se sentará en el banquillo por obstrucción a la Justicia, de los deportivos Jaguar invisibles, de las empresas públicas de aguas que compran empresas en Colombia. Lo cierto es que el Ejército español es un gigante con pies de barro y gran parte del material adquirido ha quedado inservible antes de llegar al fin de su vida útil ante la falta de fondos para renovarlo, mientras que otra gran porcentaje se almacena despiezado para evitar el gasto de tenerlo en funcionamiento.
Segura repasa en el amplio ensayo esa realidad que la cúpula militar desea mantener al margen de la opinión pública
"Aunque son mayoría los altos mandos militares y políticos, tanto del PP como del PSOE, que nos reclaman una y otra vez la necesidad de invertir en la Seguridad Nacional, son pocos o ninguno los que revelan que tenemos un auténtico arsenal despiezado, almacenado y/o canibalizado", revela en El Libro Negro del Ejército Español (Akal) el ex teniente Luis Gonzalo Segura, expulsado del Ejército de Tierra por el ex ministro de Defensa Pedro Morenés por sus colaboraciones con este y otros medios de colaboración.
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En extenso ensayo, el ex oficial repasa los episodios más oscuros de las Fuerzas Armadas y esa realidad que la cúpula militar desea mantener al margen de la opinión pública. Con fuentes e información que suelen pasar desapercibidos ante la avalancha de información diaria, Segura construye una imagen del mundo militar muy diferente a la que el Ministerio de Defensa suele promocionar. El derroche milmillonario en un armamento que "no deberíamos haber adquirido, que no vamos a utilizar, para escenarios de confrontación que no existen y, lo que es más grave, con un dinero que no teníamos entonces ni tenemos ahora", tal y como advirtió en el Congreso en 2010 Constantino Méndez, entonces secretario de Estado de Defensa, es solo una de las referencias que ofrece el ex militar.
Miles de millones en hangares
Es difícil conocer el número exacto de tanques, cazas o helicópteros militares que el Ejército mantiene almacenados en hangares, dado que es una información que la cúpula militar y el Ministerio de Defensa guardan en secreto, reconoce Segura. No obstante, el ex militar ha recopilado las referencias a él que diferentes cargos de la administración se han visto obligados a hacer en los últimos años.
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"Tenemos o hemos tenido 153 carros de combate Leopardo 2E (más de 1.500 millones de euros), cuatro aviones caza Harrier (120 millones), 12 Eurofighter EF-2000 (más de mil millones), tres helicópteros NH-90 e, incluso, el portaaviones Príncipe de Asturias (casi 700 millones de euros). Todos han acabado almacenados, despiezados y/o canibalizados ya sea de forma temporal o de forma definitiva. Y no son casos aislados", recoge el ex teniente, que actualmente se encuentra en medio de un proceso legal tras ser denunciando por la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, por pedir responsabilidades políticas tras la muerte de siete militares en dos accidentes de helicópteros Súper Puma, precisamente la versión obsoleta de los NH-90 nuevos almacenados.
Gran parte de ese material que está siendo o ha sido infrautilizado ha perdido gran parte de su valor. Ocurrió con el Príncipe de Asturias, que fue dado de baja a los 25 años de servicio (la vida útil de estas embarcaciones suele superar los 30) tras recorrer solo 200.000 millas náuticos. "Para tomar perspectiva sería bueno saber que el Clemenceau francés navegó más de un millón de millas náuticas, o que el portaaviones francés Charles De Gaulle había hecho en solo seis años de servicio 60.000 millas náuticas más que nuestro portaaviones en toda su vida útil", recuerda Segura.