Diferencias en las filas socialistas El "déjà vu" socialista: Sánchez, los barones y el "viejo" PSOE
La polémica con el apoyo de Bildu a los Presupuestos y la actuación de Unidas Podemos vuelve a disparar las fricciones internas, aunque desde Ferraz y desde La Moncloa se considera todo bajo control. El líder socialista fue más contundente que nunca en la Ejecutiva contra los críticos, sabiendo que no tiene oposición interna. Históricos dirigentes quieren crear una plataforma contra los acuerdos con Bildu y hasta piden celebrar una consulta entre las bases del partido.
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MADRID,
"Yo siempre escucho atentamente a nuestros mayores, pero ahora nos toca a nosotros. Somos una nueva generación a la que le toca dirigir el país y la dirección del PSOE". La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, conocedora de las operaciones y navajazos que hubo durante las últimas primarias, puso claramente pie en pared ante una ofensiva, no menor, de sectores internos, externos y mediáticos, que están lanzando una ofensiva en toda regla contra el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por el apoyo de Bildu a los Presupuestos.
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Un día antes, Pedro Sánchez ya había reaccionado. En la Ejecutiva del PSOE, en su segunda intervención, ya envió varios mensajes muy claros a los barones socialistas que no habían ahorrado críticas contra el acuerdo y contra el papel de Unidas Podemos en el Gobierno.
No está claro si utilizó la palabra "deslealtad" contra sus barones, pero Sánchez sí reprochó que lanzaran sus críticas en público en lugar de hablar en privado, que no tuvieran reparos en mostrar sus discrepancias cuando ellos en sus territorios no permiten la más mínima disidencia, o que tenía la sensación de que algunos socialistas sufren con los éxitos del Gobierno. La conclusión de varias asistentes a la Ejecutiva del PSOE es que Sánchez mostró una contundencia nunca vista hasta ahora con sus barones.
Es la novedad de este nuevo episodio de disidencias internas en el PSOE que, como dijo un dirigente socialista a Público, no deja de ser un "déjà vu" en toda la etapa de Sánchez al frente del PSOE y del Gobierno cada vez que aparece un tema territorial, un acuerdo con los independentistas o un posicionamiento diferente con Unidas Podemos.
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En estos casos, lo habitual es que los dirigentes territoriales de Extremadura (Guillermo Fernández Vara); de Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page) y de Aragón (Javier Lambán) salgan de inmediato a los medios de comunicación a posicionarse en contra, y a veces se une la expresidenta andaluza, Susana Díaz; o el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. Pero, junto a ellos, un resorte del viejo PSOE suele aparecer también en estas ocasiones.
El expresidente Felipe González, cada vez que habla, da munición al PP para atacar al Gobierno. González ya comparó al Gobierno con el camarote de los hermanos Marx o nada más formarse el Ejecutivo de coalición no tuvo reparos en decir que no se sentía representado. De los Presupuestos ya ha dicho que le parecían "un disparate".
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Socialistas contra el pacto con Bildu
Pero, junto a González, un grupo de históricos del PSOE, entre los que están José Luis Corcuera, Joaquín Leguina, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Francisco Vázquez o Alfonso Guerra, no pierde ocasión cada vez que tiene un micrófono delante para verter durísimas críticas contra Sánchez, su Gobierno de coalición y sus posturas políticas. De hecho, en esta ocasión, quieren ir un paso más allá y están intentando formar una plataforma contra el acuerdo con Bildu y una reivindicación de las posturas socialdemócratas contrarias a las que defiende Sánchez.
Ya a principios de año algunos de estos dirigentes hablaron hasta de crear un nuevo partido socialista, una iniciativa que dijo no compartir el propio Felipe González, aunque otra vez se quiere tantear al expresidente del Gobierno.
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También hay otros frentes, como el que quiere impulsar el excandidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Miguel Carmona, quien ha pedido un referéndum en el PSOE sobre el pacto con Bildu y está reclamando apoyos para ello. Además, también ha recogido firmas contra la eliminación del castellano como lengua vehicular.
Dirigentes socialistas también se están sumando a la recogida de firma contra la eliminación del castellano como lengua vehicular
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La contundente contestación de Sánchez en la Ejecutiva a todos estos movimientos se basa en que, pese a todo, internamente se siente más fuerte que nunca. Pero también, según fuentes consultadas, el líder del PSOE está especialmente molesto porque considera que en un momento crucial como es la aprobación de los Presupuestos no pueden darse divisiones internas que debilitan al Gobierno.
En principio, dicen desde Ferraz y desde La Moncloa, se asegura que está todo controlado y creen que, una vez más, todo quedará en ruido mediático. Pero no deja de existir un creciente malestar y una cierta preocupación.