Cargando...

Diego Torres calienta el juicio con un libro sobre Urdangarin, la Casa Real y el Instituto Nóos

La distribución de 'La verdad sobre el caso Nóos' (Foca), en el que el exsocio del marido de la infanta se niega a acatar el papel de chivo expiatorio, coincide con el inicio de la vista

Publicidad

Iñaki Urdangarin y su exsocio, Diego Torres (derecha), en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Palma. / EFE

Cuando, en la ya histórica mañana del 11 de enero de 2016, Iñaki Urdangarin se acercó al banquillo de los acusados de la Audiencia de Palma, sonrió y saludó cordialmente a su compañero de asiento. También trasegaron entre labios alguna veloz confidencia ininteligible. Urdangarin y su exsocio Diego Torres eran muy conscientes de que había muchos ojos observando su reencuentro después de siete años de descargarse la responsabilidad delictiva mutuamente. Los periodistas los miraban con los bolígrafos cargados sobre las libretas. Pero no sucedió nada reseñable. El reencuentro se desarrolló bajo una discreta cordialidad muy señorial.

Publicidad

La verdad sobre el caso Nóos también incide, con menos sutileza victoriana de la que exhibieron Urdangarín y Torres en su saludo de este lunes ante el banquillo, en los diferentes tratos que uno y otro han recibido por parte de jueces y fuerzas de seguridad. El relato del primer registro al domicilio de Torres, el 8 de diciembre de 2011, podría haber sido escrito por un okupa del Patio Maravillas: "No pude ni consolar a mi mujer y a mis hijos. La gente no sabe que te obligan a pasar horas de pie, mientras oyes insultos y risas dirigidos a ti. Recuerdo cómo [los policías y miembros del servicio de inteligencia] encontraron las cartas que nos escribimos mi mujer y yo cuando éramos novios con solo 17 años, cómo las leían delante de mí y se reían y me preguntaban sobre ellas". También denuncia irrupciones ilegales en su domicilio y otros abusos a los que, se queja, no fue sometido Urdangarin: "Sin embargo, no se habían inspeccionado las oficinas del duque de Palma, ni las de sus empleados, ni por supuesto su domicilio, ni el de ningún familiar suyo. Es más, según los periódicos, el día anterior el CNI avisó al rey Juan Carlos".

Click to enlarge
A fallback.

El grueso del libro de Torres se articula como una larga entrevista realizada por el experto en recursos humanos Antonio Montoya Ketterer, y a lo largo de esta prolija confesión el exsocio de Urdangarin insiste en asegurar que todos los movimientos de Nóos eran supervisados por la Casa Real con minuciosidad, lo que garantizaría su transparencia o los convertiría en cómplices en caso de probarse la comisión de delito: "[Urdangarin] jamás se hubiera atrevido a desarrollar una iniciativa económica y profesional sin tener antes la aprobación de la institución. Era realmente proactivo en consultar y confirmar que tenía aprobación antes de actuar". De hecho, el exsecretario de las infantas, Carlos García Revenga -cuya esposa incluso compartía cuentas bancarias con la infanta Cristina-, era consejero de Nóos.

Publicidad