Díaz, a la espera de un pacto con Sánchez para repartir los ministerios en Sumar

La asignación de ministerios a las formaciones políticas del espacio de Sumar se dará en dos fases. En primer lugar, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz deben alcanzar un acuerdo definitivo sobre el reparto de las carteras ministeriales entre sus respectivas formaciones. Este acuerdo, trasladan fuentes de Sumar, no se ha dado, y el baile de cifras y cuotas ha sido constante desde que arrancó la negociación sobre la estructura del próximo Gobierno de coalición.

En segundo lugar, Díaz establecerá un reparto en el seno de su espacio, con las formaciones políticas que se coaligaron en torno a Sumar en las pasadas elecciones generales. Este acuerdo depende de la voluntad de la propia vicepresidenta y de las negociaciones con los partidos, y los nombres y quinielas de los ministrables han sido una constante en los últimos días.

El reparto ministerial global saldrá de un acuerdo político entre los dos espacios que aspiran a ser socios en el Ejecutivo, el PSOE y Sumar, pero el número total de ministerios depende en exclusiva de una persona: el presidente. Los de Díaz son conscientes de esta cuestión y la asumen, así que la primera incógnita que se tiene que despejar es cuántos departamentos tendrá el Gobierno durante la legislatura.

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Desde la presentación del acuerdo programático que cerraron presidente y vicepresidenta en funciones, la cuota de Sumar ha ido variando (en función del número total de departamentos de cada ecuación), y la asignación o reparto dentro del espacio liderado por Díaz, también.

Al principio, Sumar se quedaría con tres o cuatro carteras, ya que la intención de Sánchez era la de aligerar el Gobierno respecto a la legislatura pasada, en la que hubo 23 ministerios (cinco de ellos de Unidas Podemos). Sin embargo, a principios de noviembre se descartó la opción de los tres departamentos y las fórmulas que se estaban negociando asignaban cuatro o cinco carteras a los de Díaz.

La pasada semana la opción de los cinco ministerios (los mismos que Unidas Podemos obtuvo en 2020) cobró fuerza y, por vez primera, Sumar comenzó a tener claro su esquema: Díaz ocuparía una vicepresidencia vinculada al Ministerio de Trabajo, se reservaría otro ministerio para Sumar, un tercero iría a los comunes, un cuarto a Más Madrid y el quinto caería del lado de Podemos o de Izquierda Unida.

La cartera reservada a Sumar sería la de Derechos Sociales y se barajan dos nombres: el primero es el del actual secretario de Estado de Derechos Sociales (y miembro de Podemos) Nacho Álvarez, que suena desde el principio para ser ministro pero que no le ha dado, a día de hoy, un sí a Yolanda Díaz.

El segundo sería el de Pablo Bustinduy, exdiputado de Podemos y su referente en materia internacional en las primeras legislaturas del partido que dejó la primera línea política en 2019. Fue repescado por Díaz para la campaña del 23J. Su amplio conocimiento de la denominada agenda 2030 sería una de las características que lo sitúan como una de las dos alternativas al ministerio correspondiente a la cuota de Sumar.

Otro de los ministerios en liza que caería del lado de Sumar es el de Sanidad, que Díaz persigue como uno de sus objetivos desde que arrancó la negociación con Sánchez. La ministra sería la líder de Más Madrid, Mónica García, anestesista de profesión que tendría en sus manos una cartera que precisa de recabar un amplio consenso con las comunidades autónomas para sacar muchas de sus políticas adelante, ya que las competencias están transferidas a los territorios. Su enfrentamiento con Ayuso en la Asamblea de Madrid (donde García es la líder de la oposición) también le ha otorgado una dimensión importante en la izquierda.

El ministerio cuota de los comunes sería, en principio, el de Cultura, y estaría dirigido por Ernest Urtasun, actual portavoz de Sumar. Urtasun sonó al principio como ministrable en departamentos ligados a políticas verdes y transición ecológica o, incluso, a Industria, pero finalmente ocuparía la cartera de Cultura, si el acuerdo de Sánchez y Díaz da margen para ello.

El quinto ministerio es el que habría estado en una suerte de disputa entre Podemos e Izquierda Unida. En este contexto, algunas voces apuntan a que incluso se llegó a barajar que Ione Belarra ocupara un departamento como cuota de la formación política que dirige, aunque la formación morada niega que se le hubiera transmitido esta información.

La última variable conocida es la de que se trataría de un ministerio de infancia y juventud que lideraría Sira Rego, portavoz y eurodiputada de IU. La Colegiada Federal de la organización ha validado este martes que la parlamentaria europea sea su ministra en un eventual Gobierno de coalición en el que tuvieran cuota, tal y como ha adelantado Público.

Aunque este es el esquema más claro para Sumar, nada es definitivo hasta que Sánchez y Díaz cierren un acuerdo; de hecho, este esquema sería imposible si la izquierda alternativa obtuviera finalmente menos de cinco ministerios, una opción que no se descarta y que depende en primera instancia del organigrama que Pedro Sánchez quiera desplegar.

Del PSOE colgarán la mayor parte de las carteras del Gobierno. También las más importantes, las llamadas "de Estado", tales como Exteriores, Interior, Justicia o Defensa, así como las económicas como Economía y Hacienda. El baile de nombres también es una constante estos días en el partido de Ferraz.

Se da por hecho la presencia de María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda y número dos del partido, y de Félix Bolaños, actualmente responsable de Presidencia y Memoria Democrática y uno de los negociadores de Sánchez con el independentismo catalán de cara a esta investidura. Otros nombres que suenan son el de Pilar Alegría, portavoz del partido, o Hanna Jalloul, responsable de internacional de Ferraz. Los próximos días serán de frenética intensidad política.