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Las derechas endurecen el discurso y continúan su deriva trumpista para alentar un cambio de Gobierno

Dirigentes de PP, Vox y Ciudadanos se han referido a Pedro Sánchez con expresiones como "autoritario" o "totalitario", y en términos como "golpista" o "autocrático" con el Ejecutivo. 

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Miembros de Vox, PP y Ciudadanos en el desfile del 12 de octubre. Entre ellos, Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo. — Eduardo Parra / Europa Press

madrid, Actualizado:

El clima de tensión política, marcado por la renovación del Tribunal Constitucional y la amenaza de una moción de censura iniciada por Vox y Ciudadanos, se ha visto agravado por el endurecimiento del discurso que las derechas han abrazado, similares los instaurados por Donald Trump y Jair Bolsonaro en sus países.

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Si bien la cantinela del Gobierno ilegítimo lleva sonando desde el inicio de la legislatura, los términos como "autoritario", "totalitario", "golpista" o "autocrático" se ha repetido desde diversos sectores de la derecha en la última semana. "Sánchez está dando un autogolpe a la democracia española desde el Gobierno de España. Y Sánchez ya no es un presidente del Gobierno, es un aprendiz de dictador al que tenemos, con fuerza, que pararle los pies", señalaba la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

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"Sánchez está dando un autogolpe a la democracia española (...) es un aprendiz de dictador", ha declarado Arrimadas

En los mismos términos, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha señalado que Sánchez está "preparando un escenario que le permitiría dar el autogolpe que ha dado Pedro Castillo en Perú y no habría capacidad legal de detenerlo o de juzgarlo", por la decisión del Gobierno de eliminar la mayoría de tres quintos en el CGPJ para la renovación del Constitucional.

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Ambos partidos lideran el movimiento para presentar la moción de censura al Gobierno, del que el PP se ha mantenido al margen. Aunque su líder, Alberto Núñez-Feijóo, ha evitado pronunciarse al respecto, se ha mostrado preocupado por "el futuro de España" porque "estamos ante el presidente más autoritario de la democracia española". El popular acusó a Sánchez de cometer un "asalto al estado de derecho" para "mantenerse en el poder" y de pretender controlar el Tribunal Constitucional. 

"Estamos ante el presidente más autoritario de la democracia española", ha dicho Feijóo sobre Sánchez

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Feijóo suscribe así las palabras de su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso, quien ha la pasada semana calificó de "régimen totalitario" al Gobierno liderado por Sánchez y se erigió a sí misma como el "contrapeso incómodo al totalitarismo".

Desde la aparición de Vox en plano político las líneas rojas en los discursos de las derechas se han ido difuminando con el paso del tiempo. Con escenas como la de la diputada ultra Carla Toscano afirmando "único mérito" de Irene Montero ha sido "estudiar en profundidad a Pablo Iglesias".

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Las críticas desde la izquierda

Sobre esta deriva de las derechas se han referido figuras de la izquierda como Pablo Iglesias, Gabriel Rufián u Oskar Matute, quienes han criticado la ligereza con la que se ha endurecido el discurso y la aparente impunidad que parece haber.

"Cuando las tres derechas están acusando al presidente de dar un autogolpe y se jactan de manejar el CGPJ, no deberían caber medias tintas. Si no se actúa pronto, la derecha política pasará a la acción y la derecha mediática dirá que el golpista es el gobierno aliado con Bildu", criticaba el exvicepresidente del Gobierno.

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En la misma línea, Gabriel Rufián se ha referido a la peligrosidad del discurso de las derechas y a la inacción actual sobre sus palabras: "Se empieza no haciendo nada cuando las tres derechas y sus altavoces mediáticos llaman gobierno ilegítimo y golpe de estado a un pacto entre partidos democráticos en un parlamento democrático y se acaba con un asalto liderado por tipos disfrazados de bisonte en ese mismo parlamento".

Otras caras reconocibles como la de Oskar Matute y Juan Carlos Monedero salieron al cruce con las declaraciones de Arrimadas sobre el Gobierno. "Es por eso que la gente no le vota", ironizaba el diputado de EH Bildu en su cuenta de Twitter. Monedero, por su parte, recordó aquel intento de formar un Gobierno con PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos: "Los abajo firmantes que apoyábais un gobierno de coalición entre el PSOE y Cs, sabed que habríais hecho a esta señora ministra. Y que es probable que sigáis metiendo la pata hoy cuando no dejáis que aflore la mejor de vuestras virtudes, que es la humildad. Con humildad lo digo".

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Trump, Bolsonaro, QAnon y el espejo de Alemania

La deriva de las derechas recuerda en su forma y fondo al discurso que plantean otras figuras extranjeras como Donald Trump y Jair Bolsonaro. Ambos reticentes a reconocer sus derrotas electorales. En el caso del primero, su discurso desembocó en el asalto al Capitolio, en el del segundo, su largo silencio tras perder con Lula generó un clima de tensión en Brasil, que comenzó a temer en que se replicase el ejemplo estadounidense. 

El republicano sigue hablando de "fraude masivo" en su derrota electoral e incluso ha planteado rescindir la Constitución para volver a la Casa Blanca. Algo parecido al más que repetido discurso del Gobierno "ilegítimo" utilizado por Santiago Abascal o Pablo Casado en su momento.

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Detrás de las consignas de Trump se encuentra el grupo QAnon, el movimiento más influyente en estos momentos sobre teorías de la conspiración. Este grupo es el responsable del famoso ataque al Capitolio tras la derrota electoral de Trump, al que consideran su "salvador".

Con el alcance de las redes sociales sus fronteras se han ampliado más allá de las estadounidenses. El creciente auge de la ultraderecha y los movimientos populistas en Europa ha sido un campo fértil para el movimiento. Su capacidad de convencimiento se ha visto reflejado en el reciente intento de golpe de Estado en Alemania, motivado por grupos de ultraderecha y bajo las consignas del movimiento digital.

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El grupo de ultraderecha alemán que organizaba el golpe sentía "un profundo rechazo a las instituciones del Estado y al orden liberal democrático", ya que niegan la existencia de la República Federal Alemana, a la que consideran ilegal, un concepto no demasiado lejano a "ilegítimo".  

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