Del atentado de la T-4 al coche bomba de Durango
España mantiene activos cuatro equipos conjuntos con Francia y dos más con Portugal
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Policías, jueces y fiscales de España y Francia, trabajando codo con codo contra ETA, pero también contra el terrorismo islamista, el narcotráfico y la delincuencia organizada. La idea se hizo realidad con la firma, en 2003, del acuerdo que daba luz verde a la creación de los Equipos Conjuntos de Investigación (ECI).
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Desde entonces y hasta ahora ya se han formado cerca de una docena de éstos para investigar a un lado y otro de la frontera sumarios relacionados con la banda armada, aunque actualmente, según confirmaron ayer a Público fuentes oficiales del Ministerio del Interior español, permanecen activos sólo cuatro de estos equipos, uno el que integran quince agentes para intentar detener a los autores del atentado contra la T-4.
Los resultados de los ECI son valorados de modo tan positivo por los responsables del Ministerio del Interior, que, cuando se tuvieron las primeras sospechas de que ETA podría estar intentado crear una infraestructura en Portugal, el propio Alfredo Pérez Rubalcaba se desplazó a Lisboa para plantear a las autoridades lusas la conveniencia de su creación. El resultado: otros dos ECI con Portugal. Uno investiga la posible infraestructura que utilizaron los etarras que dejaron abandonado un vehículo cargado con explosivos en la localidad onubense de Ayamontese. El segundo, la que permitió que un coche alquilado en Oporto terminara estallando junto a la casa cuartel de Durango el pasado agosto.
Golpe a las finanzas etarras
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Interior no facilita datos sobre los asuntos concretos que actualmente están investigando los ECI ya que algunas de las pesquisas son calificadas de “secretas” y están sometidas al control judicial. No obstante, las fuentes policiales consultadas apuntan que uno tiene que ver con la financiación de la banda armada, que ya dio sus primeros frutos en junio de 2006, cuando fueron arrestadas un total de trece personas a ambos lados de la frontera presuntamente vinculadas a una red de cobro del impuesto revolucionario que tenía su epicentro en el bar Faisán de Irún.
Más recientemente, el 7 de junio, la Policía francesa detuvo cerca de Lourdes a Alaitz Areitio, Igor Igartua y Aitor Llorente, los integantes de un comando embrionario de ETA que habían sido detectado por un ECI cuya misión era prevenir una posible campaña de verano de la banda armada en la costa levantina.
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No obstante, desde Interior destacan que también hay equipos conjuntos para investigar otros terrorismos –se ha creado hace poco uno para perseguir el proselitismo yihadista a través de internet– y otros delitos. Recientemente, tres operaciones contra el narcotráfico propiciadas por los ECI acabaron con 39 detenidos y 600 kilos de cocaína decomisada.
Estas fuentes recalcan que hay otros mecanismos de coordinación con Francia, como las cuatro comisarías conjuntas existentes y la colaboración en investigaciones que mantienen las Policías de ambos países en busca de información sobre ETA. En una de éstas trabajaban los dos guardias civiles asesinados. El crimen que ha abierto las puertas a un equipo conjunto permanente.