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Cumbres de Enmedio: el pueblo más pequeño de Andalucía donde unas veces se vota al PSOE y otras a Vox

La última vez que se votó, en las generales, ganó Vox. En las anteriores municipales la mayoría fue a parar al PSOE.

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Reyes Paéz, alcaldesa de Cumbres de Enmedio. — Bea Vaz

sevilla, Actualizado:

En la Sierra de Huelva, a 589 metros sobre el nivel del mar, María pinta una larga pared. Pequeñas manchas blancas sobre su piel y sobre la ropa. Ella es una de las 24 vecinas registradas en el pueblo más pequeño de Andalucía, Cumbres de Enmedio. Hay 29 varones para una población adulta total de 53 personas.

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Los datos oficiales  dicen que allí la edad media es de 50 años, nueve por encima de la de la comunidad autónoma. Dicen además que once vecinos tienen más de 65 años y otros cuatro –uno de ellos un bebé–, menos de 18. Y dicen también que hay seis parados y una renta media declarada de 9.263 euros al año.

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En Cumbres de Enmedio no hay bibliotecas ni bancos ni hoteles ni tiendas –había un secadero de jamones, hoy cerrado– ni tampoco bares; los dos que había cerraron durante la pandemia y no han vuelto a abrir: "¿Quién se hace autónomo en un pueblo tan chico?", se pregunta María. En 2020, había, dicen los datos oficiales, un mecánico y otra persona dedicada a la construcción.

Tampoco hay colegios ni centros de salud. Al colegio y al instituto se va en transporte público a Cumbres Mayores, una localidad a 5 kilómetros por carretera –a 7 o 9 minutos en coche– de 1.785 habitantes, con la que comparten gentilicio, cumbreños –aunque a los de Enmedio se les dice también aldeanos–. "El jueves a las 13.30 viene el médico, la ATS viene una vez al mes desde Cumbres Mayores". ¿Y si hay una emergencia? "Te miran, te viene la ambulancia", cuenta María. En el centro de salud de Cumbres Mayores te atienden sin cita previa también, si es necesario.

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En las tres calles –llamadas Colón, Real y Rábida– que conforman el pueblo hay una iglesia, un Ayuntamiento, en el que trabaja Reyes Paéz (PSOE), la alcaldesa, codo con codo junto a una administrativa, y viviendas –115–, algunas abandonadas, otras en venta y otras habitadas solo en verano. Hay también un centro guadalinfo, conexión wifi gratuita, un rudimentario coso taurino y flores, muchas flores coloridas, en los arriates.

A la entrada del pueblo, donde está el pilar, el antiguo lavadero, que hoy se usa para el refresco de los vecinos en verano, hay dos apetitosas canastas de baloncesto, con su red, y dos parques infantiles, que se usan los fines de semana y en verano, cuando vuelven los hijos emigrados.

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En el año 1950, Cumbres tenía 251 habitantes. Desde entonces ha ido perdiendo población: en 1960 eran 218 vecinos. En 1970, 123; en 1981, 71; en 1990, 58. Y ahí, en ese entorno, se ha mantenido desde entonces.

En Cumbres se vive de la ganadería, de los jornales que dan los planes de empleo públicos, y de los trabajos que se encuentran fuera del pueblo. La vida gravita hacia los municipios más cercanos, Cumbres Mayores y San Bartolomé, y las incursiones, que adquieren categoría de aventura, en Huelva, Sevilla y Zafra (en Extremadura).

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"Vamos a comprar a Zafra, a Higuera la Real. Por ahí vamos a comprar, hacemos la compra del mes", explica Trinidad, una vecina, en la puerta de su casa. La tiene espléndida, bien cuidada, con alegres flores a la entrada. Trinidad tiene 78 años, dice. "Me vine a servir de niñera con 9 años y a trabajar". Hace 69 años, pues.

Cuenta que cobra una pensión de 675 euros. Está, como tanta gente, alarmada por el aumento del coste de la vida. Pagaba 18 euros de agua; ahora, 35. De luz paga 110; antes, 66 euros. El butano está a 20 euros, antes pagaba 14.

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El desgaste por estos temas, en Cumbres, va en el debe de Pedro Sánchez, del Gobierno de España, no en el de Juanma Moreno.

Trinidad, a quien a veces le atrapa la nostalgia de los años pasados, acaba de comprar el pan, cuyo precio también ha subido: tres veces en un año. Está ahora a 1,40 el de kilo, una buena hogaza, del tamaño de una pequeña rueda, cuando estaba a 90 céntimos. Un pan de kilo y otro más pequeño se consume entre el bocadillo para el nieto, de 14 años, que come y merienda en su casa después de venir del instituto. 

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El panadero viene en una furgoneta blanca, siempre llega en torno a las 10.30. No quiere fotos. Vende en Cumbres de Enmedio "cinco o seis" panes. Va a tiro fijo. Sabe quiénes son los clientes. Él es un trabajador: se levanta a las dos de la mañana en Higuera de la Sierra, prepara el pan, lo mete en las cajas, mete las cajas en la furgo y después lo lleva a reparto por los pueblos de la zona: Higuera San Bartolomé, Cumbres, Hinojales.

Se va el panadero. Mientras Trinidad habla con Público llega un coche –los datos oficiales dicen que hay 42 en el pueblo–. Se para y baja la ventanilla. Trinidad reconoce a un amigo.

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–¿Cómo estamos? —dice el hombre del coche.
–¿Cómo estamos? —responde Trinidad.
–¿Habrá misa en San Pedro? —pregunta el hombre del coche, el cuerpo ladeado para asomarse por la ventana
–Le han cumplido los papeles [al cura] —responde Trinidad—. Mira que si San Pedro no fuera —añade—. Dos años no. [Durante la pandemia no hubo fiestas]
–Me alegro mucho de verla.
–Igualmente.

La última misa, recuerdan en el pueblo, fue durante la navidad pasada. Trinidad, a falta de ellas, las sigue los domingos en la televisión. Las que emite La 2 a las 10.30 de la mañana. El día del señor.

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La visita de Moreno

En la puerta de la iglesia, enfrente del Ayuntamiento, hay un cartón donde están pegados los carteles electorales. Son diez de Juan Espadas y cuatro de Juanma Moreno, aunque estos son más grandes. El PP ha colgado también una lona en la calle Real, hacia abajo, entre dos casas, que afirma que "Andalucía avanza". Es toda la propaganda electoral que hay.

El presidente de la Junta y candidato del PP, Juanma Moreno, es un hombre apreciado en Cumbres de Enmedio. Visitó la localidad en diciembre de 2019. Allí dio su primer discurso de navidad como presidente. Entonces, los dos bares que había estaban abiertos. Y en uno de ellos, el de más abajo, almorzó el presidente, según afirman varios vecinos. Moreno dejó un buen recuerdo en el pueblo. Le agradecen, según dicen algunos vecinos, que Andalucía haya dejado de salir en las noticias para hablar de cosas desagradables, como la corrupción.

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Los datos oficiales dicen, sin embargo, que el voto ha sido variable en Cumbres de Enmedio y que en las últimas elecciones al PP no le fue del todo bien. La última vez que se votó ganó Vox. En las últimas municipales –"votamos a personas. Nos conocemos todos"– fue a parar al PSOE: 40 votos por 4 del PP. En las autonómicas de 2018, unos meses antes, que le dieron el Gobierno a Moreno, el PSOE fue la fuerza más votada también, pero esta vez con 16 votos, por diez del PP, 5 de Adelante Andalucía, 2 de Iniciativa Por Huelva y uno de Ciudadanos. Y en las generales de noviembre de 2019, la fuerza más votada fue Vox, con once votos; segundo quedó el PSOE con 8; el PP obtuvo 7; Podemos-IU 5, y Ciudadanos uno.

El whatsapp antiguo

Estos días en Cumbres están preparando las fiestas por el patrón, San Pedro, que se celebran a principios de julio y que llevan dos años sin celebrarse por la pandemia. En el pueblo presumen de que la covid nunca llegó, pero, aun así, como en el resto del país, la vida quedó suspendida. Por eso, María pinta las paredes. Ahí colocarán una barra, habrá procesión, traerán vaquillas, las correrán, y la vida, el tiempo de las cigarras, se verá agitada por el trajín y la música. "Viene la orquesta y es muy bonito el lunes después de San Pedro. Es un día para nosotros", dice María.

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María y Juan, su marido, que llega después, montado en un tractor, con el que va recogiendo escombros y basura por el pueblo, cuentan que no hay problemas de convivencia ni tampoco de seguridad. Haciendo mucha memoria, recuerdan que, hace años, puede que quince, hubo un robo de material municipal.

"Aquí te despiertas con los pájaros y te acuestas con el de las chicharras. Se vive muy tranquilo", dice María. La alcaldesa, Reyes Páez, lo confirma. "Estamos acostumbrados", dice a la vida en el campo. La alcaldesa abrocha un alegato a favor de ella, de hecho, y convierte, en su relato, un viaje a Sevilla en una auténtica aventura para las familias. La visita del presidente Moreno, aun cuando ella representa al PSOE, la agradó. Permitió poner en el mapa al pueblo.

El pueblo está rodeado de campo, hay vacas y olivos y encinas, entre las que comen los cerdos. Los datos oficiales dicen que en Cumbres de Enmedio el cultivo más importante de regadío es la patata; de secano, el trébol, y leñoso, la aceituna de mesa. "Perros, gallinas, cabras, ovejas. Quesos frescos, la vida de antes", dice Juan.

En primavera y verano, con el calor, cuando cae la noche y llega el fresco, los vecinos sacan las sillas y se sientan en la puerta, una estampa clásica de los pueblos de Andalucía. Charlan de las cosas de la vida, mientras corre el aire que el sol había extinguido durante las horas de plomo. "El fresco es el whatsapp antiguo", dice María, con humor.

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