Cristina Cifuentes, puño de hierro en guante de seda frente al 15-M
La candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha estado al frente de la Delegación del Gobierno en la capital desde 2012, un trabajo por el que ha sido acusada en repetidas ocasiones de hacer un "uso ideológico de la Policía".
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Cristina Cifuentes, la candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, lleva toda su vida inmersa en la política madrileña, primero veinte años en la Asamblea y desde comienzos de 2012 en la Delegación del Gobierno.
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Cifuentes, licenciada en Derecho, máster en Administraciones Públicas y perteneciente al Cuerpo de Técnicos Superiores de la Universidad Complutense, es una persona dialogante y de carácter cercano en su trato tanto con rivales políticos como con periodistas.
Tras la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa, Cifuentes se convirtió en la Delegada de Gobierno en Madrid y, a los pocos meses, su nombre empezó a aparecer en las quinielas de los posibles candidatos electorales del PP madrileño. Sin embargo, cada vez que era preguntada, ella reiteraba que estaba centrada en su trabajo y que, en esos momentos, no se planteaba otra cosa más allá de sus responsabilidades.
El discurso propio de Cristina Cifuentes le ha granjeado más de un enemigo en el seno de las filas de su propio partido
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Pero, mientras el debate sucesorio en el PP madrileño seguía, especialmente en los medios de comunicación, su trabajo como delegada del Gobierno le ayudó a forjar una imagen de que era capaz de gestionar y además de hacerlo con un discurso propio, lo que le ha granjeado más de un enemigo en el seno de las filas de su propio partido.
Ha mantenido públicamente posturas discrepantes a las oficiales del PP en temas como el aborto, en el que defiende una regulación de plazos
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Republicana confesa, también ha mantenido públicamente posturas discrepantes algunas doctrinas oficiales del PP, como en el tema del aborto, en el que ha defendido una regulación de plazos.