La crisis de la DANA despierta el fantasma de la recentralización
Algunos gestos del Partido Popular y declaraciones radicales de Vox alientan el debate territorial tras la gestión de la DANA y lo hacen en el sentido opuesto al fortalecimiento de la plurinacionalidad que defienden las izquierdas.
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madrid,
El debate territorial siempre está vivo en España. Es uno de los elementos que definen la idiosincrasia del Estado desde muchas décadas e incluso siglos atrás. Está constantemente a flor de piel y resurge con especial ímpetu cuando ocurren desgracias tan terribles como la provocada por la DANA. La deficiente gestión por parte de Carlos Mazón abrió el debate de las competencias y varios actores ―a izquierda y derecha del tablero político― exigieron a Pedro Sánchez que elevara el nivel de emergencia y cogiera el mando, algo que no ocurrió. En Vox no tardaron en proyectar discurso antiautonomista, mientras que el Partido Popular (PP) deslizó en varias declaraciones que en circunstancias como las vividas en el País Valencià tiene que prevalecer la autoridad nacional por encima de la autonómica.
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"Es obvio que esta tragedia se puede utilizar con afán recentralizador", desliza, en conversación con Público, un diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). También lo ven así en Compromís. La formación que lidera Àgueda Micó en el Congreso de los Diputados ―dentro del Grupo Plurinacional Sumar― ha pedido constantemente desde el 30 de octubre, cuando se empezaron a conocer los efectos de la DANA, que Sánchez asumiera el liderazgo de los trabajos.
Pero Micó, a diferencia de lo que ha expuesto el PP, especifica sin ambages que han solicitado esa asunción de competencias por parte del presidente del Gobierno por "la incompetencia de Mazón", pero que en ningún caso quieren que eso se malentienda como la más mínima renuncia a las competencias de la Generalitat. Muy al contrario, Compromís es firme en su defensa del autogobierno valenciano. De hecho, el analista político valenciano Jordi Sarrión Carbonell explica que Vox y Compromís han representado en el País Valencià, durante esta crisis, precisamente los dos polos del debate: la centralización como respuesta a catástrofes como la de la DANA, frente al refuerzo del Estado de las autonomías.
Josep Maria Cervera (Junts): "Esperamos que no tengan la tentación de aprovechar la tragedia para traer más centralización y militarización"
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"Esperamos que no tengan la tentación de aprovechar la tragedia para traer más centralización y militarización", aseveró Josep Maria Cervera, diputado de Junts per Catalunya, en una intervención en la tribuna de la Cámara Baja el pasado miércoles, dando la medida de que existe una preocupación real por esa cuestión. Lo cierto es que, cuando menos, el marco del debate sí lo están situando PP y, en mayor medida, Vox. "El Estado autonómico ha fallado", aseveró José María Figaredo, diputado en la Cámara Baja de Vox.
El PP, por su parte, estaría estudiando, según informa El Periódico de España, una reforma legislativa para que, cuando ocurran sucesos como el de València, el Gobierno central tome el mando directamente.
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La periodista y consultora política Teresa Ciges lo tiene claro. "La derecha y la extrema derecha aprovechan cualquier oportunidad para volver a poner en el centro del debate la cuestión territorial y su apuesta por más centralización". En respuesta a las preguntas que le plantea este medio, continúa: "Es curioso porque ellos, que se erigen como grandes gestores, no hacen caso a los datos, que dicen que los recursos siempre se gestionan mejor cuando lo hacen las administraciones más próximas a los problemas de los ciudadanos".
Es un argumento que va en la línea de algo que explicó Ana Pontón, portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego (BNG), en un acto que organizó Público precisamente para debatir sobre la soberanía de los distintos territorios del Estado. Pontón recordó que "a nosotros [a Galicia], el Estado ya nos gestionó el desastre del Prestige" ―uno de los choques ecológicos más importantes de la historia de España― y el resultado no fue en absoluto el deseable. "Más que un problema de competencias, es de incompetencias".
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Oskar Matute (Bildu): "¿Hasta qué punto esas soluciones que pasan por recentralizar no vienen para quedarse?"
En el mismo evento, Oskar Matute, diputado de EH Bildu, se posicionó radicalmente en contra de que el Gobierno español tuviera que haber cogido el mando de la situación. "¿Hasta qué punto las soluciones que pasan por recentralizar no vienen para quedarse y para volver a remachar el ejercicio de recentralización que fue la Ley Orgánica de Armonicación del Proceso Autonómico (LOAPA)?". Para Matute, el análisis del desastre valenciano no tiene que pasar por un debate sobre si Sánchez tendría que haber asumido el liderazgo, sino sobre el problema de vivir en un sistema que prioriza la reproducción del capital y no la protección de la vida.
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¿Un debate profundo?
El Gobierno se ha mantenido firme desde el primer momento en su respuesta a la crisis de la DANA. Ha puesto los recursos estatales a disposición del País Valencià, pero, en términos de liderazgo, se ha quedado un plano por detrás de Mazón, quien ha dirigido la gestión de la crisis. Alguno de los miembros del Ejecutivo incluso ha entrado en el debate profundo del modelo territorial. Es el caso de Óscar Puente, ministro de Transportes.
En una entrevista en el programa Más de Uno, de Onda Cero, comentó que, bajo su punto de vista, no existe un gran problema con el Estado autonómico, si acaso sí "con la mentalidad con la que se aborda". Calificó, además, de "extraño" el Estado autonómico español, toda vez que "la gran mayoría de los impuestos no los recaudan las autonomías". Tampoco las ciudades lo hacen.
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En ese sentido, puso como ejemplo su etapa como alcalde de Valladolid (2015-2023). "Yo he sido alcalde y en mi ciudad se recauda entre un 40% y un 45% de lo que el Ayuntamiento necesita". Y una autonomía, con suerte, "un 5%". Por tanto, "todo es pedir". En ese punto, señaló uno de los posibles caminos que puede tomar un eventual debate sobre el Estado de las autonomías, en un sentido radicalmente opuesto al que plantean los que despiertan el fantasma de la recentralización: replantear el sistema de recaudación.
"Tenemos un Estado autonómico muy bien pensado y dimensionado, pero quizá tenemos que reflexionar con qué mentalidad y filosofía se gestiona", abrochó, aunque no quiso entrar en un debate sobre el federalismo. En principio, se trata de una discusión bastante resuelta en el PSOE desde la Declaración de Granada en 2016 (cuando se incorporó el federalismo en la estructura ideológica socialista), pero sigue levantando ampollas en algunos sectores. En otros, como el que representa, por ejemplo, Francina Armengol, se defiende ese modelo con soltura. En una entrevista para Público, la presidenta del Congreso deslizó que "sería óptimo hacer una reforma de la Constitución para convertir el actual Estado autonómico en un Estado federal".
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Las crisis enfrentan las dos cosmovisiones de España
Lo cierto es que los dos últimos gobiernos de coalición han sido fecundos en materia plurinacional y territorial. No en vano, el socio minoritario del Ejecutivo, Sumar, lleva esa plurinacionalidad en su ADN. Así, en estos años, la combinación de ese carácter gubernamental hasta cierto punto abierto a transitar la senda plurinacional ―PSOE y Unidas Podemos primero, y PSOE y Sumar, después― y de la ajustada aritmética parlamentaria ―que ha otorgado mucho peso a formaciones como ERC, Junts, EH Bildu, PNV o BNG― ha permitido que se produzcan avances en materia territorial y de autogobierno, algunos de ellos muy criticados por la oposición.
Pero en los momentos de crisis siempre terminan sobre la mesa reclamaciones de recentralización. "Todavía conviven en este país dos cosmovisiones de España: la federalista e ilustrada, frente a una más conservadora, centralista y monárquica", resume Sarrión Carbonell. "Ha pasado ahora, con la DANA, como ocurrió con el covid-19".
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A menudo, este tipo de debates complejos se aparcan porque precisan de unas condiciones ―tranquilidad política y voluntad de entendimiento― difíciles de aunar.
"Lo que tenemos que tener claro", resume Teresa Ciges, "es que si PP y Vox terminan gobernando, volveremos a ver una tendencia recentralizadora". Está por ver, en cualquier caso, si, efectivamente, el PP acaba presentando algún tipo de cambio legislativo para dar poder al Gobierno central en detrimento del autonómico en situaciones catastróficas o si los ecos sobre una eventual recentralización se quedan solo en declaraciones, sin ir más lejos, como la del portavoz de Vox en el parlamento valenciano, José María Llanos, que fundamentó su intervención tras la comparecencia de Carlos Mazón, este viernes, en una crítica radical del Estado de las autonomías.