Correa pagaba las 'mordidas' a Bárcenas "en Génova o en su casa" por adjudicaciones de obras
'Luis el cabrón' era Luis Delso
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SAN FERNANDO DE HENARES (MADRID).- "Venía un empresario, nos daba la licitación a ver si podíamos conseguirla. Se la pasaba a Luis Barcenas y él lo gestionaba con el correspondiente ministerio". Así ha detallado la dinámica que utilizaba el líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, con el extesorero del Partido Popular para intermediar en contratos públicos a cambio de 'mordidas'.
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'Luis el cabrón' era Luis Delso
A preguntas de la Fiscalía, Correa ha revelado que la famosa anotación de "Luis el cabrón" que aparete en su contabilidad paralela no se refiere al extesorero del PP. Y ha revelado que el famoso 'Luis el cabrón' se refiere a Luis Delso, expresidente de Isolux. Era para pagar un crédito que Álvaro Perez, el Bigotes, tenía con este empresario. Por ello, el sacó el dinero de su caja B para cubrir la deuda.
Contratos frenéticos con Aguirre
Durante el interrogatorio, el líder de la trama Gúrtel ha destacado ante el tribunal que sus empresas contrataban de forma frenética con el Gobierno de la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre, a razón de ocho a diez actos diarios.
Correa ha negado que esos pagos a López Viejo respondieran a una comisión por contratos en el Gobierno autónomo. Era su forma de saldar el millón de euros de ‘mordida’ que cobró en Suiza por una adjudicación del ayuntamiento de Madrid a favor de la empresa Sufi cuando el delfín de Aguirre era concejal.
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Así consiguió el caso medio centenar de actos contratados con la Comunidad de Madrid que figuran en la causa. Fue “una estrategia”: él obligaba a López Viejo a darle trabajo para así saldar la deuda de la dádiva del millón de euros que habían recibido del constructor Rafael Naranjo.
Correa ha reconocido que la procesada Isabel Jordan sacó de la cuenta de su grupo y en compras de lujo por un valor cercano a los 700.000 euros. “No la denuncié porque tenía una hija de seis años”.
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Correa lleva ya ocho horas de interrogatorio y ha comenzado a crecerse hasta el punto de asemejar las ternas que se producen en el proceso de selección de una empresa adjudicataria de contratos internacionales con las ternas para la elección de magistrados que realiza el Consejo General del Poder Judicial. "Discúlpenme. Es el mayor error que he podido cometer en esta sala"