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Un conservador estará al frente de la Sala que juzgará a los corruptos aforados

EP

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) afronta recién abierto el año judicial un nombramiento clave como el de la Presidencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Dos magistrados conservadores, Manuel Marchena y Miguel Colmenero, y uno progresista, el exfiscal general Cándido Conde-Pumpido, aspiran a dirigir la sala que investiga y juzga a altos cargos aforados como son ministros y miembros de las Cortes.

Manuel Marchena es quien, según fuentes consultadas por Europa Press, parece contar con más apoyos para conseguir el puesto que ha venido ostentando Juan Saavedra, que se jubila el próximo jueves, día 11.

Los candidatos expondrán mañana jueves sus currículos y sus planes para presidir la Sala Segunda del alto tribunal ante los seis miembros de Comisión Permanente, que actúa funciones de calificación. En principio iba a ser el Pleno del Consejo del Poder Judicial del día 18 de este mes el que iba a estudiar esta designación, aunque la baja de uno de los vocales, Vicente Gilarte, por causas médicas, ha obligado a retrasar el cónclave hasta día 30.

Aunque Marchena parece ser el que cuenta con mayor número de apoyos el órgano de gobierno de los jueces, Colmenero, nombrado recientemente instructor de la pieza de admisión sobre el caso de los ERE, podría tener también opciones, según las fuentes consultadas. Por su parte, Cándido Conde-Pumpido parte con el único apoyo de una parte de los vocales progresistas del órgano de gobierno de los jueces del que deberá restarse a su esposa, la vocal y también magistrada del alto tribunal Clara Martínez de Careaga, quien ya ha anunciado que se ausentará de la votación.

Las comparecencias de mañana de los tres candidatos serán públicas y servirán para que los vocales conozcan su tiempo de servicio activo, sus destinos en el área de lo penal o las resoluciones de especial relevancia jurídica y significativa calidad que han dictado. Los aspirantes tienen que demostrar que cuentan con dotes de dirección, coordinación y gestión de medios materiales y humanos, así como del conocimiento que tienen de la Sala que aspiran a presidir, en la que recaen asuntos de trascendencia política o que afectan a aforados.

Entre otros asuntos, la Sala Segunda del Tribunal Supremo tiene pendiente resolver en las próximas semanas si asume el caso de los ERE de Andalucía, si se limita a instruir sobre los nueve aforados que ha 'preimputado' la juez Mercedes Alaya o si le devuelve lo actuado al Juzgado de Sevilla para que siga investigando.

La presidencia de la Sala de lo Penal del Supremo, que se encarga de analizar todos los recursos sobre delitos y examinar las causas contra personas aforadas, tiene cinco años de duración. A Conde-Pumpido le quedan cinco años para jubilarse, mientras que Colmenero lo haría dentro de siete y Marchena podría ser renovado al tener por delante 15 años.

Colmenero y Marchena proceden de la Carrera Fiscal. El primero fue presidente de la conservadora Asociación de Fiscales y el segundo fue el fiscal de Sala más joven de la historia del Ministerio Público, número tres de la Fiscalía General del Estado con Jesús Cardenal, en tiempos del Gobierno Aznar, y últimamente formó parte de una ponencia para asesorar al ministro Alberto Ruiz Gallardón en el intento de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Conde-Pumpido, perteneciente a una larga familia de juristas, se reincorporó como magistrado a la Sala Segunda del Supremo tras cesar como fiscal general del Estado, cargo en el que permaneció desde abril de 2004 hasta diciembre de 2011. Fue portavoz de Jueces para la Democracia y presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos o de la Red de Fiscales Generales de los Tribunales Supremos de la Unión Europea

Según los currículos facilitados por el CGPJ, Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, de 63 años y que procede de la carrera fiscal, es miembro desde 2002 del Tribunal Supremo, al que accedió por el turno reservado a juristas de reconocida competencia con al menos 15 años de ejercicio.

Cándido Conde-Pumpido Tourón, de 64 años, ingresó en la carrera judicial en 1974 y pertenece a la Sala de lo Penal del TS desde 1995. Antes había ejercido en Puebla de Sanabria (Zamora), Carballiño (Ourense) y las Audiencias Provinciales de Guipúzcoa y Segovia. Entre 2004 y 2011 fue fiscal general del Estado.

Finalmente Manuel Marchena Gómez, 55 años, procede como Colmenero de la carrera fiscal e ingresó en el Tribunal Supremo en 2007, también por el turno reservado a juristas de reconocida competencia con al menos 15 años de ejercicio.

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