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El Congreso ‘engorda’ con otros 6 millones sus 'fondos reservados'

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El Congreso de los Diputados consigue, en plena crisis económica, mantener unas finanzas muy saludables. No sólo llega a final de mes sin problemas sino que, además, cuando cierra sus cuentas a final de año le sobra dinero. Y no en cantidades pequeñas. En el pasado año 2013 la cifra fue de casi seis millones de euros. En concreto 5.836.752,61 euros.

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Así consta en el Informe acerca del cumplimiento del presupuesto del Congreso de los Diputados. Ejercicio 2013 que han elaborado los servicios técnicos de la cámara y que, tras ser aprobado por la Mesa la semana pasada, acaba de ser publicado en la página web de la institución (www.congreso.es).

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La mayoría de los diputados desconoce la existencia de estos fondos

Eso sí, en un lugar de difícil localización, en concreto en el apartado correspondiente a la Secretaría General. Esa cantidad, los casi seis millones de euros, han pasado a engordar la denominada cuenta de remanentes, así denominada en el argot contable del Congreso de los Diputados, que se nutre de los sucesivos superávits con los que la institución cierra sus ejercicios presupuestarios.

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Fuentes parlamentarias conocedoras de esta técnica contable definen esta partida como "los fondos reservados de la cámara parlamentaria". La mayoría de los diputados, legislatura tras legislatura, desconocen su existencia. Tan solo los miembros de la Mesa y un reducido número de letrados saben que existe; y son también los únicos que deciden qué hacer con ese dinero", según relatan a Público.

No obstante, las mismas fuentes aseguran que esa opacidad no conlleva irregularidad alguna. "Ese dinero es una especie de caja de resistencia ante imprevistos, ya que el Congreso de los Diputados y el conjunto de las Cortes Generales - la propia Cámara Baja, el Senado y el Defensor del Pueblo -, no tienen capacidad para endeudarse", añaden.

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Esto es consecuencia de la autonomía financiera de las Cortes Generales que recoge la Constitución en su artículo 72.1. Las fuentes consultadas citan un ejemplo para ilustrar el destino de esos fondos: el pago de la ampliación del aparcamiento subterráneo bajo la Carrera de San Jerónimo para dar servicio a los parlamentarios, el personal y los servicios generales del Congreso de los Diputados.

Fuentes parlamentarias explican que es una especie de "caja de resistencia" porque las Cortes no pueden endeudarse

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Con todo, esta costosa obra se está pagando por anualidades sin que se resienta el crecimiento de esta partida. Sin embargo, las recientes obras de modernización de la cubierta del viejo Palacio (1850) corren a cargo del ente Patrimonio Nacional, titular del edificio.

Según se desprende de los documentos oficiales a los que ha tenido acceso este medio - el pasado 7 de abril - y de las certificaciones de los dos últimos ejercicios - 2012 y 2013 - publicadas en su página web el Congreso de los Diputados acumula en estos momentos más de 70 millones de euros en su particular cuenta de remanentes.

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A 31 de diciembre de 2010 sumaba algo más de 54 millones y en los dos últimos ejercicios la aportación ha sido superior a los 15 millones de euros. A esta suma hay que agregar el excedente del año 2011 cuyos datos no han sido hechos públicos.

El citado informe hecho público esta semana no cita en ningún momento la cuenta de remanentes ni el uso que se hace de esos fondos. Tampoco da cuenta de la rentabilidad financiera que genera este depósito tan elevado.

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Según los datos a los que ha tenido acceso Público (ver la edición del 8 de abril de este diario) los intereses que paga el Banco de Santander - la entidad que ganó el concurso para gestionar los servicios bancarios y financieros de las Cortes Generales en 2009 - son extremadamente bajos, apenas superan el 1% de rentabilidad, muy alejados del mercado del sistema financiero español.

Esta circunstancia llama poderosamente la atención cuando a las cantidades citadas - más de 70 millones de euros del Congreso de los Diputados - hay que sumar las que aportan las "cuentas de remanentes" que tienen tanto el Senado como el ente Cortes Generales, entidad que es la que paga al personal de las dos instituciones parlamentarias.

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Ni la Cámara Alta ni las Cortes Generales hacen público un informe similar al que ha hecho la Cámara baja. No obstante, los datos a los que ha tenido acceso este medio- publicados en las ediciones mencionadas - indican que los "fondos reservados" de las tres instituciones a 31 de diciembre de 2010 sumaban una cantidad próxima a los 130 millones de euros (algo más de 54 millones del Congreso, otros 30 millones del Senado y una cantidad superior a los 40 de las Cortes Generales).

Tres años después esa cantidad "es de unos 150 millones de euros", aseguran fuentes parlamentarias conocedoras de la evolución presupuestaria de las tres instituciones parlamentarias. Eso en plena crisis.

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