El congreso de Anticapitalistas evidencia la distancia estratégica con Unidas Podemos y dificulta futuras candidaturas conjuntas
El eurodiputado Miguel Urbán explica que Anticapitalistas aboga por "ser una organización que decante el conflicto para la clase trabajadora" frente a las posiciones "gobernistas".
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Madrid, Actualizado:
Anticapitalistas culminaba el pasado 11 y 12 de diciembre su congreso confederal. El partido dibujaba sus líneas maestras para el próximo ciclo político. Ya fuera de Podemos, los anticapis apuestan por poner la organización "a servicio de decantar el conflicto social a favor de la clase trabajadora" y critican "el gobernismo" de sus excompañeros de viaje, Unidas Podemos, según explica el eurodiputado Miguel Urbán a Público.
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En febrero del 2020, Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez (entonces dirigentes morados ambos, el primero líder estatal y la segunda, andaluza) escenificaban en un vídeo y un abrazo una "ruptura amistosa". Anticapitalistas fue uno de los grupos fundadores de Podemos allá por el 2014 y poco a poco, en los sucesivos procesos internos del partido, fue quedando aislado en el ala izquierda. Sus planteamientos cada vez tenían menos que ver con los de Iglesias e Íñigo Errejón, primeramente, y con los de Iglesias solo, después.
La gota que colmó el vaso fue la entrada en el Gobierno de coalición con el PSOE. Políticamente, Anticapitalistas siempre había marcado esa línea roja: según sus tesis, se consigue más presionando desde fuera del Consejo de Ministros si no se es mayoría en este órgano. Y así lo siguen defendiendo tras el cónclave de este año, culminado, tras meses de asambleas territoriales, el pasado mes de diciembre.
"Estar en un gobierno no de izquierdas, sino de mayoría social liberal, como este, te ata en sus políticas, te hace rehén de que Marlaska mande tanquetas a Cádiz y creo que te hace incapaz de arrancar ciertas conquistas", critica Urbán. "Vemos lo que dice la PAH o el Sindicato de Inquilinos sobre la ley de vivienda, qué efecto real ha tenido el escudo social o cómo solo se ha subido 15 euros el SMI mientras está el IPC por las nubes", prosigue el eurodiputado, que compara: "Desde fuera del Gobierno, otras organizaciones de izquierdas representadas en el Congreso consiguen políticas palpables para sus territorios". Justifica así su posición de que se consigue más desde fuera que desde dentro de un ejecutivo liderado por el PSOE.
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Tras la marcha de Rodríguez de Podemos en 2020, comenzó la batalla total en Andalucía. Adelante Andalucía se rompió en dos en el Parlamento andaluz. Unidas Podemos se quedó con el grupo parlamentario y expulsó a la parte mayoritaria del mismo, al grupo de Rodríguez. Las relaciones son muy tensas desde entonces y Anticapitalistas no duda en hacer visibles sus críticas a las medidas del Gobierno de coalición. De cara a las elecciones andaluzas del 2022, Unidas Podemos y Adelante Andalucía (liderada por Anticapitalistas) tienen todas las papeletas de ser candidaturas rivales.
Uno de los casos más evidentes de desavenencias políticas es reciente, la reforma laboral. Rodríguez publicaba en este periódico un artículo polémico y crítico con lo pactado entre Yolanda Díaz, sindicatos mayoritarios y patronal. Urbán comparte la posición de la gaditana: "La fórmula del Gobierno de coalición en minoría con el PSOE ha mostrado sus limitaciones hasta para cumplir su propio acuerdo de gobierno. Una buena muestra de ello es la no derogación de la reforma laboral del PP".
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"Es evidente que incluye algún retoque positivo como la ultraactividad de los convenios, pero por contra consolida los aspectos fundamentales del marco laboral neoliberal del PP pero con un aspecto mucho más peligroso, aporta la legitimidad social de PSOE-UP y de los sindicatos mayoritarios que han firmado el acuerdo, lo que hará mucho más difícil revertir la situación en el futuro", analiza el anticapitalista.
Según han vuelto a teorizar los anticapitalistas, "desde el conflicto y la movilización se arrancan más derechos y se mejora la capacidad de negociación; desde la concertación social, solo hemos visto una paulatina desmovilización y pérdida generalizada de derechos", en palabras de su representante en Bruselas. "Solo desde la vuelta al conflicto conseguiremos avanzar políticamente y en derechos, y el mejor ejemplo es Chile, que parte de una movilización y una ruptura con la herencia del pinochetismo y abre la posibilidad de un proceso constituyente", recuerda.
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"Señalamos el conflicto porque creemos que es el eje que vertebra la sociedad ahora mismo", explica, añadiendo: "Queremos ser una organización útil para decantar un conflicto que ya existe para las clases populares". Urbán cree que se consiguen más derechos desde la movilización social, "como en Cádiz" que "desde el acuerdo con las élites". "No rechazamos los instrumentos electorales", recuerda el anticapi, que sí que critica que los partidos de izquierdas "pongan toda la fuerza en la labor institucional".
La tarea que se ponen tras el congreso es la de "organizar una removilización y reconstrucción del tejido social", pues consideran que hay "poca gente organizada con la que llegar a acuerdos, mucha menos que hace cinco años". Una movilización social que ha disminuido con respecto a hace una década, con la eclosión del 15M y de todo el ciclo posterior, y que se ha visto muy perjudicada por la pandemia.
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Los anticapis llevaban meses celebrando asambleas para dar la posibilidad de participar a las 3.000 personas, según datos de la organización, que simpatizan y militan en el partido. Se cerraba el congreso con la presencia de unos 100 delegados de todos los territorios los pasados 11 y 12 de diciembre. El cónclave ha tenido lugar cuando está a punto de iniciarse otro ciclo electoral.
El próximo 13 de febrero, comicios en Castilla y León. Podemos e IU concurrirán bajo la marca Unidas Podemos. En las pasadas autonómicas de esta región, IU lo hizo con Anticapitalistas. Ahora las diferencias políticas son más evidentes y esa alianza parece impensable. Mientras la estrategia de Unidas Podemos es la de conformar gobiernos de coalición progresistas con el PSOE, la de Anticapitalistas es contraria a esto. "La última palabra la tendrán los militantes de cada territorio", explica Urbán, recordando que Anticapitalistas es una organización confederal.