El conflicto territorial baja de intensidad en Catalunya, pero se mantiene como el elefante en la habitación
La amnistía concentra un amplio apoyo que incluye a ERC, Junts, PSC, Comuns Sumar y a la CUP con matices. Pero la reivindicación independentista de un referéndum no encuentra tanto consenso político, aunque sí social.
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barcelona,
No cabe duda que los temas relativos a la gestión han protagonizado buena parte de la campaña electoral en Catalunya para los comicios de este próximo domingo, 12 de mayo. Seguramente en mayor intensidad que cualquiera de las muchas campañas electorales celebradas desde el 2012 con el inicio del procés.
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Esto no quiere decir que el modelo territorial y el conflicto político entre Catalunya y el Estado español hayan desaparecido del debate público y los programas de los partidos. Podríamos decir que es el elefante en la habitación que sigue estando ahí en cuanto abrimos los ojos.
El eje territorial continúa siendo muy relevante en Catalunya sustentado en dos vectores primordiales. La ley de amnistía en trámite que actualmente está en el Senado y debería aprobarse poco después de las elecciones catalanas. También está la propuesta de un referéndum acordado de los independentistas.
La amnistía, amplio consenso
La ley de amnistía no ha generado una gran turbulencia en la campaña electoral catalana por dos motivos. La iniciativa mantiene en Catalunya un alto grado de consenso político con el apoyo del PSC, ERC, Junts, Comuns Sumar y, aunque con matices, también de la CUP, lo que supone el 85% del Parlament actual.
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En menor porcentaje, la amnistía cuenta en Catalunya con una mayoría social favorable con el 60% de ciudadanos partidarios de la ley y un 31% de los catalanes en contra, según el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO). Con los socialistas como partido que tiene el electorado más dividido: el 49% de los votantes socialistas a favor y el 41% en contra.
A pesar de ello, no todos los partidos tienen exactamente la misma postura sobre la amnistía. ERC y Junts coinciden en que la amnistía es un punto de llegada para dar inicio "en igualdad de condiciones" a una negociación "para la resolución del conflicto político de forma democrática".
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Ambas fuerzas se disputan la paternidad o el liderazgo de la ley, junto a Comuns Sumar que reivindica la autoría intelectual y ha formado parte de las negociaciones. La CUP no se muestra contraria pero duda de que tenga suficiente amplitud para "proteger a todos los represaliados".
Finalmente, el PSC, en sentido contrario, considera que la amnistía es un punto y final para "pasar página" del procés independentista y "normalizar la convivencia en Catalunya", según el candidato socialista. Un Salvador Illa que ha tenido que aguantar los reproches de todos los partidos por su cambio de postura, ya que en la campaña electoral pasada de las elecciones generales declaraba impetuosamente que "de eso de la amnistía nada de nada".
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Por supuesto, los partidos de las derechas españolistas de Catalunya, PP, Ciudadanos y Vox, se muestran totalmente en contra de la ley.
El referéndum y la independencia
"No vamos a renunciar nunca a la independencia y no vamos a renunciar a un referéndum de autodeterminación para Catalunya por mucho que nos amenacen", espetó el president de la Generalitat y candidato de Esquerra a la reelección, Pere Aragonès, al candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, en el debate de TVE.
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El 42% de los catalanes se muestran favorables a la independencia y el 51% en contra
Una demostración que la aspiración independentista de parte de la sociedad catalana continúa muy viva, aunque debilitada. Los catalanes llegan a las elecciones de este domingo con una de las cifras más bajas desde el inicio del procés a favor de la independencia, aunque con algún repunte.
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El 42% se muestran favorables y el 51% en contra, aunque los partidarios del independentismo han crecido y recortado dos puntos a los contrarios en los últimos meses. Mayor es el apoyo social a un referéndum de autodeterminación que cuenta con el 76% de la población catalana a favor, tres puntos más que el sondeo anterior, todo ello según datos de la última encuesta del CEO.
Lo cierto es que el referéndum de autodeterminación mantiene estancos –por lo menos de momento– los bloques identitarios, y no dispone de tanto consenso político como la amnistía, a pesar de que tres de cada cuatro ciudadanos apuesta por el derecho a decidir de Catalunya.
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El referéndum acordado tiene a los partidos independentistas a favor; Comuns Sumar es partidario, pero no lo ve como una prioridad, y el PSC, junto a las derechas españolistas totalmente, está en contra. Aunque el PP, Ciudadanos y Vox desconfían que el PSC no acabe aceptando ese referéndum acordado: "Si la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa depende de la exigencia de un referéndum por parte de los independentistas habrá referéndum e Illa lo defenderá", aseguran.
Acentos diferentes en el frente independentista
Tampoco en el frente independentista hay cohesión y acuerdo sobre el referéndum acordado y aunque sean favorables le ponen muchos acentos diferentes. La principal propuesta de ERC es, tal y como presentó el president de la Generalitat, Pere Aragonès, antes de la campaña, un Acuerdo de Claridad.
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Los republicanos creen que la "vía óptima" para conseguir un referéndum es a través del artículo 92 de la Constitución, con una pregunta binaria sobre si Catalunya debe ser independiente y en una consulta pactada con el Estado.
"Una vez alcanzada la amnistía, promoveremos la celebración de un referéndum de autodeterminación que tenga las garantías necesarias para la implementación de los resultados obtenidos. Apostamos por la vía de la negociación con el Gobierno del Estado y por utilizar la fuerza que nos da la ciudadanía en las urnas para forzar al Estado a aceptar el ejercicio del derecho a la autodeterminación como la mejor vía para resolver el conflicto político con Catalunya", defiende ERC en el programa electoral.
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Junts reivindica el referéndum del 1-O, pero avala una nueva consulta a la ciudadanía pactada con el Estado. Así consta como posición del partido de Carles Puigdemont en los acuerdos firmados con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, concretando que se haría en el marco de la Constitución española.
Los Comuns, que habían sido partidarios de un referéndum, ahora apuestan por un "acuerdo político"
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En el programa electoral, Junts mantiene la épica entorno al referéndum del 2017: "El 1-O es la expresión más alta de la voluntad de ser de los catalanes y nos obliga a persistir en la reivindicación de la independencia de Catalunya. Este referéndum será siempre la semilla de la reivindicación de cualquier otro referéndum de autodeterminación que pueda llegar a celebrarse en un futuro".
En cuanto a la CUP, la candidata Laia Estrada no se cierra a un nuevo referéndum, pero insta a ponerle fecha y utilizarlo "como una herramienta de confrontación con el Estado", ya que los anticapitalistas creen que un referéndum acordado con el Estado no tiene ningún recorrido. El programa electoral de los anticapitalistas defiende que la independencia no llegará a través del pacto con un régimen "que ha demostrado su perversión y demofobia" sino a través de la "desobediencia civil y la movilización popular".
Comuns Sumar, votar un acuerdo político
Por su parte, los Comuns, que históricamente han sido partidarios de un referéndum de autodeterminación para Catalunya, ahora matizan y apuestan por hacer una consulta sobre "el acuerdo político" al que se llegue en el proceso de negociación para solucionar el conflicto político territorial.
El programa electoral de la candidatura de Jéssica Albiach establece que primero debe acordarse entre los partidos catalanes una ley que regule cómo hacer un referéndum, es decir, el procedimiento, las condiciones y las normas para interpretar el resultado. "Se trata de aplicar, adaptándoles a nuestra realidad, los principios de la ley de la claridad de Canadá", añaden desde el partido.
Un planteamiento que coincidiría con el Acuerdo de Claridad presentado por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, pero los Comuns reprochan al candidato de ERC que no haya reunido la mesa de partidos catalanes para trabajar la cuestión. Comuns Sumar también apuesta por un mayor autogobierno: "Catalunya debe disponer de más y mejores competencias y de más recursos para desarrollar políticas propias y el reconocimiento de su singularidad nacional".
El PSC apuesta por desplegar el Estatut recortado
La palabra referéndum no aparece ni una vez en el programa del PSC, a pesar de que lo habían llevado en su propuesta electoral, de forma acordada con el Estado, en otros comicios de hace solo una década. El candidato socialista, Salvador Illa, ha rechazado esta fórmula de lleno argumentando que "es divisiva".
Alejandro Fernández, candidato del PP: "La amnistía es un privilegio que rompe la igualdad ante la ley"
Sin embargo, los socialistas apuestan por el despliegue del Estatut aprobado el 2006 y recortado por el Tribunal Constitucional el 2010. "En el marco de la Comisión Bilateral y de la Comisión Mixta de Traspasos se pueden concretar los más de 50 traspasos de competencias que quedan pendientes", afirman.
El PSC también apuesta en su programa electoral por "una España casi federal" que suponga una mejora sustantiva para Catalunya. Y propone reorganizar la Conferencia de Presidentes de las Comunidades Autónomas y crear un nuevo Senado territorial.
Las derechas españolistas totalmente en contra
En cuanto al bloque de las derechas españolistas, formado por el PP, Ciudadanos y Vox, todos ellos se muestran radicalmente contrarios a un referéndum de cualquier tipo y amenazan con hacerle frente "con todas las herramientas jurídicas a nuestro alcance" y con el juicio y encarcelamiento de todos los dirigentes políticos que lo promuevan.
Todas estas fuerzas políticas coinciden también en que "la amnistía es un privilegio que rompe la igualdad ante la ley, divide la sociedad catalana y que ha revitalizado un independentismo que no ha pedido perdón por los hechos del 2017 ni rechaza volver a intentarlo", en palabras del candidato del PP, Alejandro Fernández. Afirmación que podría ponerse en boca de los candidatos de los otros dos partidos.
Con todo, no faltan las puyas entre ellos y el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, no escatima esfuerzos en recordar que "el PP estuvo analizando la posibilidad de aceptar la amnistía a cambio de los votos de Junts para la investidura de Alberto Núñez Feijóo y tardaron 24 horas en rechazarla".