Clamor general (y poca autocrítica) entre los periodistas por los audios de Villarejo, Inda y Fererras

Ha pasado en los colegios desde siempre que cuando alguien hacía una 'trastada' y nadie señalaba al culpable la profesora decía aquello de: "Si no ha sido nadie, entonces habéis sido todos". En este caso, la 'trastada' la han cometido adultos, periodistas en su mayoría, que difundieron un informe falso, en algunos casos a sabiendas y en otros no.

Una vez esto se ha hecho público, todo el mundo lo condena, pero nadie asume responsabilidades. O directamente no se habla de ello. Algunos de los que lo han condenado no se hicieron eco en su momento, pero otros y sus medios de comunicación sí. Todos apuntan en una dirección pero ninguno a sí mismo.

Desde RTVE la estrategia, según ha denunciado su sindicato de CCOO, ha sido el silencio, o la verdad a medias. "A TVE 'se le olvida' emitir los audios, 'se le olvida' citar a Ferreras y a Inda, 'se le olvida" citar la fuente", han denunciado. "Para TVE la noticia es la reacción de Podemos, noticia que emiten con 3 tuits que no se pueden leer", añaden.

A TVE "se le olvida" emitir los audios, "se le olvida" citar a Ferreras y a Inda, "se le olvida" citar la fuente @Cronica_Libre. Para TVE la noticia es la reacción de Podemos, noticia que emiten con 3 tuits que no se pueden leer.#DondeEstanLosAudios pic.twitter.com/1gqnblbpHY

— CCOO RTVE (@ccoortve) July 10, 2022

Desde el Colegio de Periodistas de Catalunya y el Consejo de la Información de Catalunya, la crítica es más dura y señalan en un comunicado que la información que se ha conocido por los audios "no solo afecta al cumplimiento del código deontológico sino que degrada la democracia". También señalan que a pesar de que muchos periodistas dicen estar "comprometidos con la democracia y los valores éticos" pero a la hora de la verdad sin su "complicidad" las cloacas del Estado "no conseguirían sus objetivos".

Parte de los periodistas que directa o indirectamente han estado implicados han optado por intentar salir del paso y esperar a que escampe. Principalmente los que trabajan en La Sexta, directamente señalada por la polémica. Ana Pastor se ha referido a que "una grabación de Villarejo sin contexto 'demuestre' que La Sexta era parte de la conspiración" es injusto. Y ha hecho referencia a los tiempos en los que desde ciertos sectores se señalaba a la cadena como "la tele de Podemos". "No se puede ser 'la tele de Podemos' y a la vez estar en una conspiración en los mismos meses del mismo año", señalaba. También ha dado a entender que no ha trabajaría ni con Villarejo ni con Inda.  

Ante estas palabras, Pablo Iglesias ha decidido invitarla a La Base de Público para contar su versión de los hechos y dar todas las explicaciones que crea convenientes con la promesa de "no interrumpir con preguntas ni una sola de tus explicaciones". 

Estimada @_anapastor_ Mañana estas invitada a @LaBasePublico a explicar el contexto y todo lo que consideres sobre la conversación de Ferreras y Villarejo. Prometo no interrumpir con preguntas ni una sola de tus explicaciones. Podrás explicarte el tiempo que quieras. Saludos https://t.co/F9FrqPq1vd

— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) July 10, 2022

Rodrigo Blázquez, director de varios programas de La Sexta como Más vale tarde también se ha pronunciado sobre el tema: "Es obvio que nos equivocamos contando la información de la cuenta de Granadillas porque era mentira", comenzaba diciendo. Ha considerado que la cadena se han equivocado "muchas veces" pero "el resultado global es excelente". Luego ha repasado su trayectoria en la cadena y se ha mostrado "satisfecho" con su "historial".

En la Cadena Ser ha habido distintos puntos de vista. Por un lado, Àngels Barceló ha reflexionado sobre la labor periodística y sus responsabilidades. Y aunque ha sido bien recibido, se ha llevado críticas por no mencionar varias actuaciones del Grupo Prisa con este tema. Desde dar voz al informe sin comprobar su veracidad y mantenerlo publicado a pesar de haberse demostrado su falsedad, hasta las recientes declaraciones del exdirector de El País, Antonio Caño.

Otro periodista de la casa, Isaías Lafuente, se mostró más crítico con Antonio Ferreras y La Sexta, calificando de ser "grave en una democracia" inventar y publicar informaciones contra adversarios políticos. Aunque, al igual que Barceló, no ha hecho ninguna referencia a lo anteriormente mencionado.

Fabricar, comprar o encargar noticias falsas contra adversarios políticos desde despachos oficiales es grave en una democracia. Que un medio difunda cosas así a sabiendas de ser "demasiado burdas", eufemismo de fake, también. https://t.co/Rl5FQWP6KU

— Isaías Lafuente Zorrilla (@IsaiasLafuente) July 10, 2022

Más periodistas se han pronunciado sobre el tema. Como el corresponsal en Bruselas de RTVE, José Ramón Patterson, que a diferencia de su cadena se ha posicionado sobre el tema. Ha publicado en sus redes sociales que Ferreras "no le gusta y nunca le gustó" y que tras conocer la información de los audios, le "repugna". "Desprestigia la profesión y debería irse. Qué asco", sentenciaba.

Algunos profesionales han pedido que se "depuren responsabilidades" como la directora de Injuve, María Teresa Pérez, o apelan directamente a la fiscal general, Dolores Delgado, como el periodista Manuel Rico. 

El periodista Antonio Maestre, colaborador habitual del programa de Antonio García Ferreras, Al Rojo vivo, y de La Sexta noche, ha anunciado en su cuenta de Twitter que no volverá a coincidir con Eduardo Inda en un plató de televisión. Hasta lo hacían habitualmente los sábados por la noche, pero ya no lo harán más. Maestre también ha anunciado que renuncia a su puesto de subdirector de La Marea para no perjudicar a este medio, aunque seguirá colaborando. 

Todos estamos sujetos a responsabilidades y limitaciones. Dentro de las que tengo he decidido dejar de ser subdirector de @lamarea_com y no coincidir en un plató con Eduardo Inda. Todos han aceptado mi decisión y se lo agradezco.

— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) July 11, 2022

Más allá de las condenas, lo que más ha faltado es una asunción de responsabilidades propias, porque o no han existido o se han hecho a medias.