CS LUCHA POR SOBREVIVIR
Ciudadanos sueña a lo grande tras resistir en Castilla y León y la guerra en el PP
Sin adelanto electoral en Andalucía y sin moción de censura a Almeida en Madrid, Ciudadanos mantiene sus últimas grandes plazas después de tres años de debacle electoral.
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En noviembre de 2019, Ciudadanos pasó de 52 diputados a 10 en el Congreso. Fue la primera gran derrota de una debacle electoral que no han frenado: 30 escaños menos en Catalunya, de 26 diputados autonómicos en Madrid a ninguno, una moción de censura fallida en Murcia que los echó del Gobierno y menguó su representación a la mitad, y, el último fracaso, un diputado en Castilla y León frente a los 12 que logro en 2019.
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En los últimos meses se hizo evidente que esta era la estrategia del PP: desactivar electoralmente a Ciudadanos. Tanto empeño le pusieron que abrieron las puertas de Génova a destacados dirigentes naranjas. Lorena Roldán, Toni Cantó, los tres diputados de Murcia que hicieron naufragar la moción o Fran Hervías cambiaron unas siglas por otras acelerando la agonía de un partido que convive con la sombra de la desaparición.
La situación sigue siendo la misma, pero la lectura que hacen de los resultados en Castilla y León y las consecuencias de la guerra entre Ayuso y Casado ha abierto la posibilidad de un horizonte mejor para los de Arrimadas. Fuentes de la dirección del partido reconocen que se les daba por "muertos" y que el escaño de Francisco Igea es la demostración de que todavía respiran.
Cuando Ciudadanos, y el resto de partidos políticos, todavía estaban asimilando los últimos resultados electorales y trazando sus estrategias el PP implosionó. El principal partido de la oposición vivió desde el pasado 17 de febrero un proceso de canibalismo interno que lo deja sin un liderazgo sólido hasta el primer fin de semana de abril, cuando se celebre el congreso extraordinario que, previsiblemente, encumbrará a Núñez Feijóo.
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Demasiado optimismo
En Ciudadanos aseguran haber vivido los acontecimientos de últimos días con "tristeza" por la imagen que ofrece de la política y la desconfianza que pueda generar en los votantes. Pese a esto, no dudan en aprovechar la oportunidad de erigirse como la alternativa "seria" y "de Estado" de una derecha liderada por un PP de contratos a dedo con familiares, detectives y batallas por el poder. Son los ánimos que transmiten desde las filas naranjas.
Un sentir demasiado optimista, coinciden Eduardo Bayón y Aída Vizcaíno, politólogos y analistas consultados por Público. "Ciudadanos no está en condiciones de pugnar por espacios políticos amplios, lo único que puede esperar es tener un espacio muy pequeño gracias a que el PP se centre en la batalla con Vox", explica Bayón. "Si el PP va a apoyarse en la extrema derecha, la utilidad de Ciudadanos podría ser todavía más reducida que en la actualidad", asegura Aída Vizcaíno. La relación con Vox es la gran incógnita por despejar si Núñez Feijóo toma las riendas del partido, teniendo en cuenta que la extrema derecha es extraparlamentaria en Galicia.
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"La hipótesis del liderazgo de Feijóo afectaría a Ciudadanos en el caso de que trazara líneas rojas con la extrema derecha. Si esto no es así, si no se produce ese giro moderado que algunos presuponen al líder gallego, la relevancia de Ciudadanos parece escasa", señala la politóloga.
"Un perfil como Feijóo debería perjudicarle bastante por el perfil moderado en cuanto a las formas", apunta por su lado Bayón. Eso sí, "no debiéramos confundir contención o no estridencia mediática con moderación ideológica", añade Aída Vizcaíno sobre la figura de Alberto Núñez Feijóo.
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Sobre el resultado de Castilla y León que sirve de salvavidas moral a los de Arrimadas, el politólogo Eduardo Bayón sostiene que es "difícil imaginarlo en Andalucía", la próxima parada electoral. "El resultado de Castilla y León es muy coyuntural porque hay un candidato muy conocido, no me parece extrapolable a otros territorios". La Junta de Andalucía es el único Gobierno autonómico que tiene dentro a Ciudadanos y a pesar de que desde diferentes foros se señalaba la posibilidad de un adelanto electoral, los resultados de Mañueco y la crisis interna del PP alejan esa opción.
El calendario electoral les permite resistir en el gobierno andaluz, si nada cambia, y lo harán también en el ayuntamiento de Madrid, donde Begoña Villacís (Cs) y Almeida(PP) muestran total sintonía. En los últimos días, a raíz de las informaciones sobre la contratación de un detective por orden del alcalde a través de la Empresa Municipal de Vivienda (EMV) para investigar a Díaz Ayuso, se planteó la idea de una moción de censura liderada por Ciudadanos. Tan rápido como se mentó esa posibilidad el partido la negó con rotundidad, no se arriesgan a perder los últimos puestos de gobierno que les quedan.