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Ciudadanos se entrega a los pactos en medio de graves contradicciones

Rivera cambia de discurso: dijo que no aceptaría cargos, pero pide la Alcaldía de Valencia; pedía transparencia, pero nada se sabe de su reunión con Rajoy y Sánchez; e iba a ser implacable contra la corrupción, pero ha dado margen a Díaz con Chaves.

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El líder de Ciudadanos, Albert Rivera.- JON NAZCA (REUTERS)

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MADRID.- 'Donde dije digo, digo Diego'. Esa es la política que últimamente están desarrollando los Ciudadanos de Albert Rivera. Los naranjas han ido cambiando su discurso y desvelando las trampas que contenían los mítines de campaña a medida que se han ido entregando a los pactos de Gobierno autonómicos

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El líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. EFE

Además de en Andalucía, todo apunta al acercamiento entre Ciudadanos y PP en la Comunidad de Madrid. El líder regional de C's, Ignacio Aguado [en la imagen], ya empieza a recibir críticas por ello. Primero, por arrimarse al "partido de la Púnica" -como lo llaman algunos-, donde varios miembros de la lista de Cristina Cifuentes están en el punto de mira de la Justicia. En las filas naranjas, que se vanagloriaron de haber influido en las dimisiones de Lucía Figar y Salvador Victoria,  "temen" que pueda saltar algún caso más, pero no dejan de dar "primeros pasos" hacia la investidura de la conservadora como presidenta de la Comunidad. 

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El líder de Ciudadanos en Valencia capital, Fernando Giner. Archivo EFE

Por otro lado, de acceder a la Alcaldía y convertir a Giner en sustituto de Rita Barberá, los naranjas también se saltarían su norma de no entrar en gobiernos donde no C's no haya sido la lista más votada. ¿La excusa? "Dijimos que no entraríamos en ningún gobierno que no lideremos, pero si todos nos apoyan y podemos formar nuestro propio Ejecutivo con nuestra gente, es diferente", puntualizan fuentes del partido.

Otras cuestiones difíciles de entender sobre Ciudadanos tienen que ver, por ejemplo, con sus mensajes sobre no querer decirle a los demás partidos cómo tienen que organizarse internamente, aunque luego les pidan primarias y listas abiertas. O con querer ser "el cambio sensato" que regenere la democracia y obligue a todos a ser más transparentes, aunque luego Rivera se reúna por primera vez con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez y el encuentro se resuma en un triste comunicado de tres párrafos en los que no se cuenta nada relevante

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