Cincuenta días acampada frente al chalé de Monago por "una vivienda digna"
El martes Isabel María Rodríguez cumplirá cincuenta días acampada frente a la casa del presidente de Extremadura reclamando un hogar para ella y sus tres hijos. A su protesta se ha unido otra mujer de 48 años y cinco hijos. La acampada llegó a albergar a siete familias.
Publicidad
Actualizado:
MADRID.- El 13 de enero Isabel María Rodríguez decidió acampar frente al chalé de José Antonio Monago en Badajoz. Era el último recurso que le quedaba ante la "desesperada" situación que atraviesa esta mujer. Tiene 32 años, tres hijos, es víctima de violencia de género y ha sufrido hasta nueve desahucios. Todos ellos por impago del alquiler. Isabel, sin embargo, no reclama nada extraordinario. Hace cuatro años rellenó una solicitud para acceder a una vivienda pública, pero su expediente, según señala a Público, desapareció. La acampada es su última bala y advierte de que no piensa abandonar hasta que el Gobierno de Extremadura le conceda una vivienda pública.
Publicidad
Isabel no está sola. La acompaña en la lucha otro mujer de idéntico nombre desde el 6 de febrero. Isabel María Pintado, de 48 años, tiene cinco hijos y ha sufrido cinco desahucios, cuatro por impago de alquiler y otro por ejecución hipotecaria. El 17 de abril, asegura, sufrirá el sexto. Pintado conoció a Rodríguez el año pasado "por casualidad" y le pidió la amistad en Facebook. Fue a través de esta red social donde descubrió que su amiga había acampado frente al chalé de Monago y se unió a su lucha.
"Llevo dos años pidiendo comida en la calle y pasando calamidades. Tengo una niña de 9 años que está en el comedor del colegio y esa es la única comida que hace en el día", relata a Público Isabel María Pintado, que afirma que recibe ayuda de Cáritas en forma de macarrones, garbanzos y otras legumbres pero que "sin luz ni gas" no puede cocinar en casa.
Juntas, estas dos mujeres aguantan frente al chalé de José Antonio Monago. Duermen en una furgoneta de segunda mano que compraron gracias a la aportación de un "conocido estadounidense". Ahí se cambian por la mañana y se asean. Para la ducha y para comer acuden a casa de dos vecinos que ayudan a estas mujeres de manera desinteresada. Abandonar la acampada es una posibilidad que ni se plantean.
Publicidad
La Fiscalía pide para Juliana una sanción económica de 1.170 euros por ocupar una vivienda pública vacía
La asamblea de Campamento Dignidad trató de buscar una solución conjunta al problema habitacional y "de miseria" de estas mujeres. No era fácil. Se plantearon varias alternativas y se decidió que la mejer solución pasaba por intentar ocupar viviendas vacías de la Sareb o de la Junta de Extremadura, como primer paso, y más adelante, montar una corrala en Badajoz donde pudieran alojarse las siete familias.
Publicidad
De hecho, Juliana fue juzgada este viernes. La Fiscalía pide para ella una sanción económica de 1.170 euros: 900 de responsabilidad civil más 270 euros de multa. "Yo no sé de dónde quieren que saque el dinero. No tengo ni trabajo, ni subsidios ni nada. Lo único que tengo es necesidad. No lo hice por gusto. Mi familia y yo llevábamos viviendo cuatro meses en la calle", explica Juliana a Público en conversación telefónica.