El adiós de Cayo Lara: “Alberto, me va a costar votar estas elecciones”

MADRID.- Parecía que iba a marcharse sin hacer más ruido que el de los agradecimientos, pero Cayo Lara ha aprovechado su último discurso como coordinador federal de Izquierda Unida para arropar a quien le sustituirá mañana al frente de la organización, Alberto Garzón, y de paso para recordar que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, con quien IU ha sellado un pacto electoral, no es santo de su devoción.

Lara, pese a ser manchego, vota en Madrid, donde Iglesias encabeza una lista electoral en la que Alberto Garzón ocupa el quinto lugar. No tuvo éste inconveniente (al menos público) en ceder este puesto durante las negociaciones, pero a Lara, que ya considera “generoso con mayúsculas” el acuerdo con Podemos, le escuece.

Alberto Garzón conversa con Antonio Maillo, durante la XI Asamblea Federal de IU. EFE/Chema Moya

Le costará votar a Lara a quien ha acusado varias de veces de tramar una OPA hostil contra IU, a quien “tiene los principio de Groucho Marx”, o a quien le ha llamado “cenizo”, “pitufo gruñón” y le ha mandado a “cocerse en su salsa de banderas y estrellas rojas”.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara; el secretario gebneral de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo; los exsecretarios generales de UGT, Cándido Méndez y Nicolás Redondo, y Alberto Garzón, durante la XI Asamblea Federal de IU. EFE/Chema Moya

No ha perdido la ocasión de recordar que “IU es hija de la alianza, de la unidad”. “Aliarnos está en nuestro ADN”, ha dicho, pero “respetando las diferencias” porque “tener lealtad a tus raíces no es un delito, nos dignifica y eso es lo que une al hilo rojo, verde, feminista y republicano de la historia”.

Lágrimas por Juana

Casi no se ha olvidado de nadie a quien agradecerle su apoyo durante los siete años y medio que ha ejercido al frente de IU. Incluso ha tenido palabras para José Luis Centella, secretario general del PCE. “Que nunca una diferencia política separe lo que es una gran relación humana”, le ha dicho.

Cayo Lara besa a su esposa, Juana Quiralte,durante su intervención en la Asamblea Federal de IU en la que se despide formalmente con el balance de su gestión.EFE/Chema Moya

Sólo se ha emocionado cuando se ha dirigido a Juana, su mujer, que no ha dudado en subir al estrado para abrazarle y levantarle el puño. “Gracias, Juana, por ser atea, roja, republicana y la madre de mis hijos”, ha dicho entre lágrimas.