Catalunya se prepara para vivir este domingo otra Diada de alto voltaje. Pero a diferencia de los últimos años -especialmente en torno al 2017- la fuerte tensión política no será entre el independentismo catalán y el Estado español, si no que estará dentro del propio independentismo.

La tensión entre independentistas no es una novedad, pero nunca se había producido esta pugna interna con el independentismo instalado en las máximas cuotas de poder en las instituciones catalanas, incluso al frente de la Generalitat. Con lo cual, la relevancia y las consecuencias de cómo se desarrolle la reivindicativa festividad nacional de Catalunya tiene una importancia excepcional a las puertas del inicio del nuevo curso político que fija el debate de política general que se celebrará en el Parlament entre el 27 y el 29 de este mes de septiembre.

La ausencia de los principales dirigentes de Esquerra en la manifestación central de la Diada que convoca la Assemblea Nacional Catalana (ANC), empezando por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y los miembros republicanos del Govern es uno de los puntos calientes entre independentistas con un duro enfrentamiento dialéctico entre la segunda entidad independentista después de Òmnium y ERC.

Pero también hay que sumarle la agria confrontación que Junts mantiene con Esquerra, con amenazas incluidas de ruptura del Govern. Sin olvidar la tensión interna en el partido de Carles Puigdemont entre los sectores de Laura Borràs, suspendida como presidenta del Parlament, y los afines al secretario general Jordi Turull. También hay que apuntar en la lista de tensiones independentistas las duras críticas de la CUP al Ejecutivo catalán de ERC y Junts –criticados sin ningún tipo de distinción por los anticapitalistas- que ha volado por los aires –al menos como concepto unitario- el famoso 52% independentista surgido de las últimas elecciones al Parlament. Y no se puede descartar que de esta Diada surja una mayor atomización del independentismo con la creación de un nuevo partido impulsado desde el entorno de la propia ANC que recoja los sectores más irredentos del independentismo.

La pugna entre independentista viene de lejos

No es la primera vez que el independentismo llega dividido e incluso con enfrentamientos a la Diada. Los militantes más veteranos aún recuerdan los duros enfrentamientos –políticos y físicos- que se produjeron a finales de los años 80 en un espacio emblemático del Onze de Setembre como el Fossar de les Moreres de Barcelona.

Sectores enfrentados del Moviment de Defensa de la Terra –formación de la izquierda independentista que está en la raíz de la actual CUP- dirimieron sus diferencias políticas a puñetazo limpio. Y tampoco faltaron agresiones a dirigentes de Esquerra en esa época cuando el partido estaba dirigido por Àngel Colom.

La diferencia es que la división, la fuerte tensión y los enfrentamientos llegan después que desde el 2012 el independentismo superara su posición minoritaria -e incluso en algunos sectores marginal- en la sociedad catalana adquiriendo la capacidad de movilizar de forma sostenida centenares de miles de manifestantes.

Habrá que ver hasta que punto la actual división y disputa frena la capacidad de convocatoria del independentismo este domingo. De momento, la ANC habla de un par de centenares de autocares ya contratados para trasladar a Barcelona manifestantes.

Los detalles de la polémica manifestación

La polémica manifestación de la ANC, que ha marcado los principales años del procés, recupera la voluntad de participación generalizada después de dos años de restricciones y limitaciones a causa de la pandemia. Se celebrará este domingo en Barcelona con una marcha que saldrá de la avenida Paral·lel, pasará por el Moll de la Fusta y el paseo de Isabel II y terminará en la avenida del Marquès de l'Argentera, frente a la Estació de França, donde estará el escenario habitual para los parlamentos políticos.

Las actrices Carme Sansa y Pepa Arenós serán las encargadas de conducir el acto y presentar las intervenciones, que abrirá el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona, seguido del presidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), Jordi Gaseni, y el presidente de Òmnium, Xavier Antich. La presidenta de la Assemblea, Dolors Feliu, será la encargada de cerrar el acto, que acabará con una actuación musical de Quim Vila. Como es habitual acabará con la interpretación de Els Segadors. Y como es tradicional la marcha comenzará a las 17.14 horas.

Enfrentamiento entre ERC y la ANC

La polémica y, sobretodo, el enfrentamiento entre Esquerra y la ANC ha marcado sin duda esta Diada. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha asegurado que la entidad está "totalmente afianzada" en el manifiesto con motivo de la Diada que critica a los partidos, pero también ha negado que sea una manifestación contra ERC. Feliu asegura que se trata de un reproche al "autonomismo inmovilista".

Por su parte, el presidente de Òmnium, Xavier Antich, se muestra más moderado. Òmnium no comparte con la ANC que los partidos independentistas se hayan acomodado a las instituciones, pero ha animado a la participación masiva en la manifestación y el resto de actos. Antich hace hincapié en que es necesario un "nuevo ciclo" para avanzar hacia la independencia.

A pesar de las palabras de Feliu, la dirección de ERC se ha sentido atacada por la convocatoria de este año, muy dura contra las políticas del Govern para avanzar hacia la independencia que la ANC considera autonomistas. Así pues, ni el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ni ningún miembro republicano de su Govern participaran en la manifestación de la ANC. Aragonès asistirá a diversos actos de la Diada, pero no a esa movilización en concreto: "Sería contradictorio participar en una manifestación contra mi propio Govern", ha asegurado el president.La mayoría de dirigentes republicanos tampoco participaran en la convocatoria.

Esquerra Republicana ha lamentado en una carta dirigida a la militancia la decisión de la Assemblea Nacional Catalana de "excluir" una parte "muy importante" del independentismo en la manifestación que ha organizado para la Diada. En opinión de los republicanos, esta decisión divide y hace "pequeño" el movimiento soberanista. "No podemos compartir un manifiesto de convocatoria dirigido contra los partidos independentistas y contra el trabajo que, con mucho esfuerzo y a menudo sufriendo represión, cárcel y exilio, realizan cada día miles de personas comprometidas con la libertad del país", escriben los dirigentes de ERC. "La manifestación debería hacerse a favor de la independencia y no en contra de otros independentistas", lamentan.

La participación de Junts tensa el Govern

En cambio la otra parte del Govern, la que representa Junts, sí estará presente y ha reprochado al president y el resto del Ejecutivo que no participen en ella. El vicepresident del Govern y conseller de Polítiques Digitals i Territori, Jordi Puigneró, ha asegurado, en una entrevista en la agencia ACN, que siempre se sentirá "cómodo" en cualquier manifestación "que sea para hacer avanzar al país nacionalmente".

"Quienes estamos en primera línea tenemos que estar dispuestos a encajar críticas o algún silbido. Por eso estamos en esta responsabilidad", ha añadido. Puigneró no interpreta el manifiesto de la Assemblea como una crítica a Junts.

La CUP, crítica con el resto de partidos

Por su parte, la CUP apuesta por participar en todos los actos de la Diada incluida la manifestación. Los anticapitalistas organizarán también, como es tradicional, sus propios actos políticos durante la jornada de la Diada. La diputada de la CUP en el Parlament Eulàlia Reguant ve "comprensible" que la manifestación de la ANC de la Diada tenga la voluntad de "enmendar" al Govern, ya que "hay que empezar un nuevo ciclo y avanzar hacia la ruptura".

En una entrevista en Catalunya Ràdio, ha dicho que su formación estará en la manifestación de la ANC y ha instado a ERC y Junts a "abandonar batallas partidistas que lo único que hacen es generar desmovilización". "Que no se entorpezca esta movilización popular que es más necesaria que nunca", ha añadido.

También ha dicho a Junts que ellos también son responsables de que el Govern no esté avanzando hacia la independencia, ya que forman parte del Ejecutivo catalán. La CUP apuesta por recuperar la confrontación con el Estado ,para lo cual la movilización constante de la ciudadanía es imprescindible, aseguran.

Al margen de la pugna política, este sábado, víspera del Onze de Setembre, ya se organizan multitud de actos en muchos municipios catalanes, reservando así el domingo para la asistencia en los actos centrales a nivel nacional que se celebran habitualmente en Barcelona. Entre ellos, los principales serán la tradicional ofrenda de coronas de flores al monumento de Rafael Casanova con la participación de numerosos partidos, sindicatos y entidades.

El acto político de Òmnium, a mediodía, al cual sí prevé asistir el president de la Generalitat, el acto del Fossar de les Moreres este año dedicado a Lluís Maria Xirinacs y la manifestación de la ANC de la tarde serán el eje central de la Diada en la capital catalana, que acabará recuperando después de la pandemia el multitudinario concierto de la Festa per la Llibertat.

La Diada es en Catalunya el disparo de salida del curso político. Un curso político que se entrevé intenso y lleno de incertidumbres. Marcado por la tensión electoral, con los partidos ya pensando en las elecciones municipales. Y este año por la fractura del independentismo que está por ver cuáles serán las consecuencias que acarreará. Con posible ruptura del Govern incluida y un incierto desarrollo de la mesa de diálogo entre el Govern y el Gobierno español que en Esquerra esperan de algún fruto más concreto que hasta ahora antes del inicio del nuevo año, que será de altísimo voltaje poilítico.