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Caso Gürtel Cospedal: "Todo es un montaje de Bárcenas para perjudicar al PP"

La secretaria general popular declara ante la comisión de investigación de la presunta financiación ilegal del PP que su partido no puede ser "partícipe a título lucrativo" porque no obtuvo "ningún beneficio económico" y amenaza con querellarse contra quien diga que miente. 

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Maria Dolores de Cospedal comparece en el Congreso - EFE

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María Dolores de Cospedal llegó a la comisión de investigación de la presunta -cada vez menos- financiación ilegal del Partido Popular del Congreso de los Diputados con un guión claro que quiso adelantar en su declaración a la entrada, ante la nube de periodistas que le esperaban: “vengo a defender la honorabilidad de mi partido”, a declarar “con mucha tranquilidad” y la tranquilidad la mantuvo casi todo el tiempo.

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El resto ha sido torear como ha podido los sucesivos encontronazos con cada uno de los portavoces de todos los grupos parlamentarios.

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La ironía la ha perdido después, cuando Txema Guijarro, el portavoz de Unidos Podemos le ha preguntado por la aparición de su marido en los papeles de Bárcenas y de sus presuntas corrupciones. “Vamos a ver, es que se trata de perjudicarme atacando a mi marido, que no se puede defender porque está en el sector privado”, esto es “machismo” de “aquellos que hacen bandera del feminismo”. Es que “se me ha llamado la chacha del PP”, ha llegado a afirmar, visiblemente alterada.

Guijarro, como todos los demás portavoces, le ha preguntado por los discos duros de los ordenadores de Bárcenas, destruidos brutalmente en Génova, antes de que el juez los reclamara. Su respuesta ha sido llamativa. Ha negado los hechos, reconocidos por el encargado de informática del partido antes el juez. Según Cospedal, era el “procedimiento habitual” (borrarlos 35 veces, rallarlos, destruirlos y tirarlos): resetear el ordenador para que otra persona lo pudiera utilizar.

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Con Toni Cantó, todo ha sido tensión de principio a final. El portavoz naranja ha tratado de llevarle a callejones sin salida, exigiéndole ejemplos de colaboración con la justicia de los suyos o de represalias con quienes no lo hicieron, como el empleado de Génova que destruyó los discos duros, a lo que ha contestado con un “no, cumplieron con su deber”. El portavoz de Ciudadanos ha conseguido arrancarle dos titulares: “Todo es un montaje de Bárcenas para perjudicar al PP” y un “yo niego que hubiera una caja B desde que soy secretaria general del partido popular”, afirmación que ha tratado de matizar después, afirmando que cree que antes de ella tampoco. Sobre el presidente del Gobierno ha reiterado que “todas las responsabilidades que el Señor Rajoy tenía que asumir las ha asumido” y ha añadido, en su defensa, que “el mayor paquete de medidas contra la corrupción lo ha aprobado” él.

Con Gabriel Rufián, el portavoz de ERC y con Oskar Matute, el de Bildu, el encontronazo ha sido a cara de perro. Rufián le ha llegado a decir ante sus respuestas evasivas: “no se merece usted que haga aquí un cristina de borbón o un ana mato”; “es muy inteligente su señoría”. A Matute le ha dicho que “no teme a Bárcenas” ni a los vídeos que pueda tener y usar en represalia, a la condena que le ha caído.

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Ha sido muy llamativa la intervención al final de Mikel Legarda, el discreto portavoz del PNV, en esta comisión, que en varias comparecencias importantes no ha intervenido. Con un tono muy pausado le ha lanzado que “lo cierto es que esta sentencia ha supuesto una auténtica hecatombe, que ha generado un ambiente social, mediático y político que ha llevado a la moción de censura”, le ha hecho un repaso de todos los altos cargos populares que están involucrados en distintos casos y le ha preguntado si no se arrepienten de haber pospuesto las responsabilidades políticas.

Cospedal se ha deshecho en explicaciones, en una de sus respuestas más largas. La portavoz Popular, Beatriz Escudero, como es habitual, ha cerrado atacando al resto de los grupos e informando de que la sala no se había llenado de diputados populares por petición expresa de su secretaría general que había pedido evitar líos.

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Después de ella, la secretaria general, tras cuatro horas de comparecencia ha vuelto a tomar la palabra, como no es habitual, para volver a hacer una encendida y larga defensa de su partido en la que ha descrito la comisión como un “linchamiento” y ha presumido de que su partido ha pedido perdón mientras otros con casos “mucho más graves” no lo han hecho.

(Habrá ampliación) 

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