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Casado mantiene en la Ejecutiva del PP al ministro de las cloacas

El exministro Jorge Fernández Díaz ha vuelto al foco mediático por las informaciones que le involucran con la existencia de una 'policía patriótica' cuyo objetivo era debilitar a rivales políticos

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El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. EFE

MADRID, Actualizado:

El exministro Jorge Fernández Díaz ha vuelto al foco mediático por las informaciones e investigaciones judiciales que le involucran con la existencia de una policía patriótica (grupo que se creó en el seno de la Policía Nacional durante su etapa al frente del Ministerio del Interior, de 2011 a 2016) cuyo objetivo era debilitar a rivales políticos y obstaculizar la investigación de los escándalos de corrupción que afectaban al PP, lo cual le granjeó el sobrenombre de ministro de las cloacas. 

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A pesar de que Casado no le ha integrado en ninguna lista electoral (Fernández Díaz había solicitado un puesto en Europa que le haría conservar su condición de aforado) el líder del PP lo mantiene en la Ejecutiva del partido, en la que ostenta el cargo de secretario de Interior y Libertades, desde julio de 2018.  Además, el exministro es también presidente del comité electoral provincial del PP de Barcelona.

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Desde la dirección del PP señalan a Público que "las ejecutivas sólo se cambian en congresos" y que "cuando hay un cambio, es posible que se haga gradualmente". No obstante, si Casado quiere zanjar el tema para que el exministro no continúe formando parte de la Ejecutiva de su partido, podría cesarle, según apuntan fuentes ‘populares’. Otra opción es que el propio Fernández Díaz renuncie por “responsabilidad”, aunque los conservadores son escépticos a esta salida.

La reciente investigación de la Audiencia Nacional sobre el informe falso que esta brigada patriótica fabricó en 2016 contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y que fue bautizado como informe Pisa, ha llegado en el peor momento para Fernández Díaz: en plena precampaña, con un nuevo líder popular (al que no le tiembla el pulso para dejar atrás los rastros del marianismo), y que apuesta por un discurso más duro que su predecesor, Mariano Rajoy, ante la corrupción. El juez Manuel García-Castellón ha abierto una pieza separada dentro del sumario del caso Villarejo -llamado la Operación Tándem- que mantiene secreta, tras descubrir documentos que vinculan al excomisario, actualmente en prisión, con el robo del teléfono móvil a una asistente del político.

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Desde Génova explican a que el actual PP quiere "marcar distancias" con la Operación Kitchen y, ahora, también con la Operación Tándem, que puede involucrar tanto a Fernández Díaz como a Ignacio Cosidó

Desde Génova explican a que el actual PP quiere "marcar distancias" con la Operación Kitchen (el robo de documentación comprometedora para la antigua cúpula popular que tenía en su poder Luis Bárcenas) y ahora, también con la Operación Tándem, que puede involucrar tanto a Fernández Díaz como a Ignacio Cosidó ex director general de la Policía y ahora portavoz del Grupo Popular en el Senado, que tampoco revalidará su cargo. Desde Génova admiten que "las noticias, evidentemente, no gustan nada" y que "ahora hay un presidente nuevo y quiere organizar el partido a su manera".

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Un veterano diputado, sin embargo, no cree que las informaciones en este sentido hayan influido a Casado y su equipo, y considera que esta decisión es fruto de "una clara estrategia de renovación" en el seno del partido. A su juicio, Fernández Díaz ya ha cumplido su etapa en la Cámara Baja, a la que llegó en el año 1989. "Jorge lleva muchísimos años, está con sus problemas de salud y, aunque, afortunadamente, ya está mejor, ha tocado un techo", explica en declaraciones a este diario.

Añade, además, que "los resultados en Catalunya no dejan de empeorar año tras año". En Génova defienden que la apuesta de Cayetana Álvarez de Toledo, número uno por Barcelona, supone un "revulsivo" para la formación, y, con ella, confían en mejorar sus resultados en Catalunya, que son "francamente malos", reconocen.

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En la dirección alegan que la lista europea "estaba demasiado ajustada" y que "la edad y la enfermedad no favorecen". Defienden que la renovación es "palpable", asumiendo honrosas excepciones como la de José Manuel García Margallo, exministro de Asuntos Exteriores en la era Rajoy, que “colabora mucho en temas internacionales y además se presentó personalmente a las primarias”.

Las grabaciones: "Esto la fiscalía te lo afina"

En junio de 2016, Público tuvo acceso en exclusiva a unas grabaciones realizadas en el despacho oficial del exministro en las que se puede escuchar cómo Jorge Fernández Díaz conspiraba con el jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, sobre abrir investigaciones prospectivas (algo ilegal) contra políticos catalanes soberanistas, y cómo el ministro le pide a De Alfonso que agilice sus pesquisas para que se puedan filtrar a la prensa justo antes de la consulta popular del 9-N sobre la independencia de Catalunya.

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También se oyen diversas aseveraciones del ministro que levantaron el mayor escándalo político de las últimas décadas, como la de "esto la Fiscalía te lo afina, hacemos una gestión", o la de "el presidente del Gobierno lo sabe".

Asimismo, el ministro y el magistrado conspiran para averiguar los movimientos bancarios del Ayuntamiento de Barcelona, para hacer caer a Artur Mas y poner al frente de Convergència a Germà Gordó (claramente implicado en la trama corrupta del 3%) o para destruir políticamente al alcalde de Barcelona, Xavier Trias.

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“No podemos olvidar que estamos hablando del hermano de Junqueras", insistía el popular en 2014, que esperaba encontrar algún dato comprometedor en las adjudicaciones del Ejecutivo tripartito catalán a CESPA (del Grupo Ferrovial), donde trabaja Roger Junqueras, hermano del líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). 

Ocurrió poco antes de la celebración de la consulta soberanista del 9-N (prohibida por el Tribunal Constitucional) y el ministro conspiraba con el , para obtener cualesquiera datos con los que fabricar escándalos contra los dirigentes de ERC y Convergència (CDC) que no sólo desacreditaran a esos partidos sino que incluso pudieran emplearse como indicios para acusarlos de prevaricación.

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