Por qué el cambio climático afecta a los derechos a la salud, la educación, la vivienda y el trabajo
Los derechos humanos están interrelacionados con el medio ambiente, según reconoce Naciones Unidas. La crisis climática los pone en grave riesgo en todo el planeta.
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madrid,
No fue hasta 2012 cuando Naciones Unidas contó entre sus expertos independientes o relatores especiales con uno especializado en la interdependencia entre derechos humanos y medio ambiente. John Knox consiguió que seis años después el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobara los Principios marco sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, todo un hito teniendo en cuenta que ni siquiera la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce explícitamente un derecho humano a un medio ambiente sano.
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Los Principios marco sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente de Naciones Unidas, aprobados en 2018, establecen las obligaciones básicas de los Estados en lo que respecta al disfrute de un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible. Sin embargo, aún no se ha reconocido formalmente el derecho humano a un medioambiente sano, pese a los intentos del relator John Knox. "Ese reconocimiento sería fundamental para reforzar la lucha contra el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación", alega Javier Molero, director de Proyectos y Agenda 2030 del Pacto Mundial de Naciones Unidas España.
Molero incide en la interrelación entre los derechos humanos y el medio ambiente y, por ende, en la conexión entre cambio climático y vulneración de derechos humanos. "Este derecho ambiental, relacionado directamente con los seres vivos y el medio en que se desarrollan, es la base y la condición previa para el desarrollo económico, la sostenibilidad y la justicia social y es, por tanto, esencial sostener y mejorar nuestro entorno para poder garantizar el resto de derechos".
Los expertos alertan de que la emergencia climática está llevando al planeta a una situación de no retorno. Si las condiciones ambientales no son adecuadas, todos los derechos humanos ligados al entorno se pueden ver comprometidos. "La salud del planeta está directamente conectada con la salud humana --afirma Javier Molero--. Un claro ejemplo de ello es que la contaminación atmosférica provoca más de 8 millones de muertes al año y una cuarta parte de
las enfermedades mundiales se generan por riesgos relacionados con el medio ambiente".
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Según ha indicado Naciones Unidas, el cambio climático podría provocar 250.000 muertes adicionales por año en las próximas décadas. Por lo tanto, los derechos a la vida y a la salud se exponen ante el deterioro climático.
Otros de los derechos humanos que se ven afectados por el cambio climático son los derechos a la alimentación y al agua. Javier Molero lo explica: "El avance del cambio climático generará también un mayor número de olas de calor, sequías, tormentas fuertes y aumentará el nivel del mar. Como consecuencia, viviremos un incremento de la inseguridad alimentaria y aumentarán los casos de malnutrición y escasez de agua, lo que no sólo impacta en el derecho a la salud mencionado anteriormente, sino también en el derecho a la alimentación y al agua".
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El cambio climático podría provocar 250.000 muertes adicionales por año en las próximas décadas
Este experto en derechos humanos y relaciones internacionales aporta un dato significativo: "Limitar el aumento del calentamiento a 1,5 grados centígrados podría proteger a entre 10 y 40 millones de personas de la desnutrición, en comparación con un aumento de dos grados".
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Los derechos a la vivienda, al trabajo digno, a la educación o al desarrollo también se ponen en riesgo. "Catástrofes naturales derivadas de este fenómeno, como las inundaciones o
los ciclones naturales, dejarán zonas de nuestro planeta inhabitables, generando que el número de desplazados se eleve considerablemente", explica Molero, que subraya además el impacto en las desigualdades que puede provocar el cambio climático. "Existe el riesgo de ensanchar la brecha
de desigualdades entre países, afectando a los colectivos más vulnerables, como ya está demostrado que ocurre con los derechos de los y las niñas y de los y las migrantes. Sin olvidar los derechos de los pueblos indígenas, cuyos entornos naturales se están viendo comprometidos".
Conciencia en las empresas
Pese a la "progresiva concienciación social" que Javier Molero, responsable de la Agenda 2030 de Pacto Mundial de Naciones Unidas España, detecta en relación al cambio climático, cree que queda mucho por hacer. "Hay que reforzar ese vínculo con los derechos humanos, que son un concepto complejo. De hecho, según el informe publicado este mismo año por la Sociedad Española frente al Cambio Climático, el 93,5 % de la población reconoce que es un problema real. Y lo interesante es que, en ese mismo informe, el 72,3% y el 70,9% de los encuestados, respectivamente, afirman que la alimentación y la salud pueden verse afectadas "mucho" o "bastante" por este fenómeno".
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El Pacto Mundial de Naciones Unidas, puesto en marcha en 2015, trabaja en la creación de una conciencia medioambiental en las empresas para mitigar la emergencia climática. El objetivo es que el tejido empresarial mundial incorpore los principios universales relacionados con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción. La rama española del proyecto de la ONU, que representa la organización en la que trabaja Javier Molero, "guía e inspira" a las empresas españolas "para desarrollar negocios prósperos basados en principios universales que sirvan para enfrentar los retos de la humanidad".
"Desarrollamos estudios sobre el trabajo que hacen las empresas, prestamos formación y guías para que las empresas puedan tener todas las herramientas para hacer frente al cambio climático. Un ejemplo de ello es nuestro recién lanzado programa de aceleración 'Climate Ambition Accelerator', el cual cuenta ya con 76 empresas españolas que trabajan en la reducción de emisiones como clave de la lucha contra el cambio climático", explica Javier Molero.