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Camareros migrantes 'vs' condiciones de trabajo: el debate de la plusvalía regresa a la hostelería andaluza

La patronal gaditana plantea traer camareros de Marruecos mientras la izquierda los tacha de "explotadores".

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Malagueños y visitantes disfrutan de las playas y los chiringuitos de la capital. — Álex Zea / Europa Press

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¿Faltan camareros? ¿Por qué faltan camareros en Andalucía? "Por los salarios y las condiciones", afirma Mamen, más de tres décadas en la hostelería, ahora en la cocina de un establecimiento del centro de Sevilla. "En 25 años, no he tenido contrato indefinido de ocho horas. A dos horas y a cuatro horas, sí, a ocho horas nunca", afirma Julián, camarero toda su vida, hasta que con la pandemia, y el cierre de los bares, pudo reciclarse. Ahora trabaja en un almacén.

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"Es un trabajo muy sacrificado, se está los festivos, los fines de semana. Y luego el tema del contrato, te dan de alta pocas horas, por todos lados las condiciones son malas. Si al camarero le pagan un poquito más ya va mejor la cosa", afirma Mateo, que lleva un par de años en un bar de desayunos y cafés en Sevilla.

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El debate sobre la plusvalía y el beneficio, sobre las condiciones de trabajo, que se ofrecen en temporada alta en un sector clave para la economía andaluza –el turismo aporta un 13% del PIB de la Comunidad– y española, el de la hostelería, lo ha vuelto a poner sobre la mesa la patronal gaditana, cuyo presidente ha asegurado este miércoles en diversas radios que el sector necesita un Plan B y ha puesto sobre la mesa la posibilidad de traerse camareros de las escuelas de hostelería de Marruecos.

Antonio María Ceballos, el presidente de la patronal, respondió en Canal Sur Radio, a la pregunta de si comprendía por qué en Cádiz, con tasas de paro por encima del 20% faltaban camareros: "Sí entiendo el por qué, pero políticamente no es correcto que lo diga. Cuando llamamos a una persona para trabajar, si cobra la ayuda de 400 euros, para ganar 1.100-1.200 pues [piensan] me va a dar 600 euros más y son gente joven y prefieren el verano vivirlo como lo hacen quienes no tienen familia ni responsabilidades. Es normal, yo haría lo mismo".

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"Hay camareros que ganan mucho y no por eso hay camareros" y que lo mínimo que cobra un trabajador en este sector son "1.500 euros brutos". Por eso, ha asegurado que "aún pagando más, no los encontramos", en referencia a la falta de camareros y cocineros, dijo en Chiclana en el VII Foro Provincial de Turismo, según recoge Europa Press.

"Los profesionales en la pandemia se han tenido que buscar otro trabajo, una alternativa que al final es mucho mejor que la hostelería, porque trabajas de lunes a domingo, los festivos y eso no lo quiere nadie. Ahora, si pones un anuncio con todas las de la ley, con el pago de plus por festivos, con las horas que son. ¿Cuánta gente va? Muchísima. La hostelería siempre ha sido, pero se han encontrado en un momento que no hay un profesional que le aguante. Al final por una cosa o por otra, la hostelería está devaluada".

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Para el joven camarero Mateo "hay falta por los dos lados": "El que da trabajo, no ofrece condiciones y enseñanza, a veces tienen a un chavalillo, lo tienen dos días y lo echan porque no vale, pero ¿lo has enseñado? No. Del lado del trabajador, hay alguna gente que se cree que este trabajo es muy fácil y que no se esfuerza. Eso sí, hay más camareros disponibles que empresarios que den buenas condiciones y enseñanza. Y al final un camarero bueno se cansa (de las malas condiciones). Así que un poquito de por favor".

Según el informe Basta de precariedad en la hostelería, de CCOO, la temporalidad media es del 36%, frente al 26% del conjunto de sectores. Además, sobre la retribución que perciben los trabajadores, el trabajo destaca que el salario medio mensual en España había aumentado en 2020 un 3% hasta situarse en los 2.039 euros al mes (2.258 euros a jornada completa y 800 euros a jornada parcial) mientras que en el sector de hostelería se había reducido un 15% hasta los 1.119 euros (1.376 euros a jornada completa y 555 euros a jornada parcial). También existe discriminación por razón de género: "un hombre cobra lo que dos mujeres" en la hostelería, según CCOO.

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Para el sindicato, es necesario un cambio de modelo en el sector turístico y hostelero, "que sitúe en el primer plano a quienes son el principal activo del sector, sus profesionales, y que, en ningún caso, pueda basar su futuro en seguir cronificando y perpetuando una precariedad insostenible".

Clasismo y racismo

La propuesta de la patronal parte de la premisa de que el año pasado faltaron profesionales, lo que llevó a que hubiera negocios que no llegaron a abrir "porque no tenían personal", según Ceballos, y con la idea de buscar una solución a la que recurrir "siempre y cuando el Servicio Andaluz de Empleo no pueda suministrar trabajadores a las empresas", manifestó en Chiclana. En ese encuentro, Ceballos explicó con palabras más amables que el problema que "radica también en la disminución de la mano de obra joven, donde en los últimos diez años, hay dos millones menos de jóvenes, que son quienes en verano se incorporaban a estas plantillas", dijo, según recoge Europa Press.

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La medida, ha detallado, persigue que los profesionales de la hostelería que terminen la carrera en las escuelas de hostelería de Marruecos "presten su servicio en España" y lo hagan "con un contrato, alojamiento y alimentación" cumpliendo con el convenio provincial de hostelería. Sobre el papel, una suerte de temporeros de la hostelería, como las jornaleras de la fresa.

"Si un chico marroquí quiere venir a España o a Cádiz o a Europa a trabajar, le estamos diciendo: vete a las escuelas, aprende, saca una buena nota y, si eres de los primeros, vas a tener trabajo y vas a venir con tu contrato, y no tienes que meterte a mano de las mafias y cruzar e incluso perder la vida", dijo. Además, también puso sobre la mesa la idea de que los jóvenes migrantes que cumplen 18 años y dejan de estar bajo la tutela del Estado, sean contratados por la patronal y sea la administración la que le imparta la formación necesaria.

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La idea –y su forma de expresarla– recibió severas críticas de la izquierda andaluza. Así, Ceballos recibió un fuerte varapalo de Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) y José Manuel Jurado (Por Andalucía). Para Jurado sus palabras son "un ejercicio más del cinismo y del clasismo del que suele hacer gala la patronal hostelera. Y en este caso sumándole, además, un poco de racismo".

Jurado, que ha sido durante años camarero, cree que el problema específico de la costa gaditana que plantea la patronal se debe también "al elevado precio de la vivienda, motivado por el auge de los pisos turísticos, que hace que no sea rentable ir a echar al temporada de verano porque no renta".

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"Hay profesionales en Andalucía y lo que hay que hacer es dignificar el sector de la hostelería, pero lo que no puede ser es que sin cumplir los convenios colectivos, con salarios de miseria y con trabajos en los que no se cumple las jornadas, porque se dan más horas que las que uno está dado de alta, no se puede pretender que la gente atienda esas condiciones. En España hay mucha gente dispuesta a trabajar, pero por mejores salarios", afirmó Jurado.

En Twitter, Rodríguez escribió: "Quienes tienen que cruzar la frontera para conseguir trabajadores que acepten sus condiciones es porque son explotadores y racista. Explotadores por no entender que les falta mano de obra porque pagan muy poco y se quedan con demasiado o porque no dan buenas condiciones de trabajo. Racistas por pensar que sus condiciones de mierda son buenas para los trabajadores africanos".

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"Ya hay –agregó– trabajadores africanos viviendo aquí desde hace años sin haber podido regularizar su situación porque un Estado racista y asesino en la frontera quiere contratos en origen para que vengan brazos a engordar los bolsillos de gente así pero no personas con derechos. Si el ejemplo son los contratos en origen para las campañas en el campo, el resultado, en demasiados casos, es lo más parecido a la esclavitud del siglo XXI. Poner a pelear a los pobres por la miseria. Ese viejo truco para forrarse y, ya de paso, alimentar el monstruo de la extrema derecha que tan rentable les ha resultado siempre a las clases altas".

"Cabría preguntarse a qué país hay que ir a buscar empresarios de la hostelería que paguen todas las horas, respeten la jornada laboral de 8 horas, los descansos, las vacaciones y los salarios del convenio y nos traemos un contingente", remachó la portavoz de Adelante.

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