Luis Mari Ormazabal es un hombre con paciencia, memoria y, hasta cierto punto, esperanza. “Estamos esperando a ver si vienen mejores tiempos…” dice a sus 94 años. Los tiempos que espera Ormazabal no son otros que aquellos en los que deje de haber impunidad para los crímenes del franquismo. Este veterano militante comunista sabe de lo que habla: a él le torturaron y encarcelaron por sus ideas.

Este domingo, Ormazabal cumple uno de sus rituales. A la mañana, ha subido al monte Artxanda para recordar a quienes ya no pueden pedir justicia. Lo ha hecho, al igual que otros años, frente al monumento de La Huella, instalado en homenaje a las víctimas de la dictadura franquista. “Si no hacemos estos actos, se quedaría todo en el olvido”, reflexiona.

El homenaje, que ha comenzado a las 12.00, es organizado por distintas organizaciones políticas, sindicatos y fundaciones que se niegan precisamente a que la desmemoria gane esta batalla. Según consta en la convocatoria, PNV, PSE, PCE y Acción Nacionalista Vasca (ANV), así como los sindicatos UGT, CNT y ELA y las fundaciones Sabino Arana, Eusko Lurra, Ramón Rubial, Manu Robles-Arangiz Institutua, Fundación de Investigaciones Marxistas y Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo forman parte del listado de organizaciones que han convocado a la ciudadanía a acudir este domingo a Artxanda.

“Familiares, amigos y diferentes representantes institucionales participan en este acto en el que se recuerda a los más de 40.000 gudaris y milicianos que lo dieron todo por los principios y libertades de Euskadi: en el frente de batalla, en Ias cárceles y campos de concentración del franquismo, en el exilio…”, dice la convocatoria lanzada por los organizadores.

El acto coincide cada año con el aniversario de la caída de Bilbao en manos de las tropas franquistas, registrado el 19 de junio de 1937. Este doloroso aniversario era recordado esta semana por la Fundación Nacional Francisco Franco, que en su página web publicó un texto alusivo a esos hechos. “Tal día como hoy, pero en 1937, tras días de batalla, las tropas nacionales consiguen liberar y entrar en la ciudad de Bilbao”, resaltaba la entidad ultraderechista.

“Es un insulto para todo el pueblo vasco”, dice Ormazabal a Público tras conocer la publicación de ese texto por parte de la Fundación Franco. “Al fin y al cabo, la memoria se la han ganado aquellas personas que lucharon por un gobierno legalmente constituido. Se merecen que la gloria de esa memoria caiga sobre ellos, no sobre el enemigo, como ocurrió durante la época franquista”, afirma este ex preso de la dictadura. “Lo que pasa –continúa- es que esta época posfranquista tiene mucho de franquista”.

Un gudari en el New York Times

Ormazabal se ha vuelto a encontrar este domingo con José Moreno, uno de los últimos gudaris del Euzko Gudarostea (Ejército Vasco) que peleó en el frente de batalla contra el franquismo. “Cumplió 100 años en noviembre. Ahí estará, hasta que pueda”, dice su hija Manuela. En enero pasado, la historia de su padre apareció publicada en el New York Times. “Un soldado vasco celebra su centenario, entre Vox y la exhumación de Franco”, fue el título de la crónica firmada por su corresponsal en España, Raphael Minder.

“Hace poco estuvo también la RAI italiana. Él siempre cuenta su vida, y además tiene una memoria extraordinaria”, dice Manuela. “Estas cosas fuertes y duras no se olvidan tan fácil –destaca la mujer-. Esto, en otras palabras, no se puede olvidar”. Por esas mismas razones, Artxanda vuelve a clamar este domingo contra la impunidad.