El efecto Madrid ha removido el tablero político en España, al menos en las encuestas. Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de mayo, el PP no logra superar al PSOE y se mantiene unos cuantos puntos por detrás de los socialistas, pero las tendencias se han invertido tras los comicios madrileños.

Esto es así porque en la encuesta los de Pedro Sánchez obtienen el peor resultado de la serie demoscópica que se inició tras las elecciones de noviembre de 2019; en concreto, el CIS da al PSOE un 29,7% en estimación de voto. No solo es el peor resultado de los socialistas en las encuestas, sino que es la primera vez que están por debajo de sus resultados electorales (28%).

Hace tan solo un mes, en el estudio de abril, el PSOE era la primera fuerza con uno de sus mejores resultados en estimación de voto en las encuestas del CIS (31,5%). Los socialistas, además, solo habían caído por debajo del 30% en los barómetros de diciembre de 2019 (el primero tras las elecciones) y de diciembre de 2020 (en plena segunda ola del coronavirus).

La tendencia no solo se invierte por la caída de los de Sánchez, sino que, a la vez que el PSOE obtiene su peor resultado en la serie histórica desde las elecciones, el PP obtiene el mejor y pasa de estar a más de 10 puntos de distancia respecto a los socialistas en abril a algo más de cuatro puntos. 

Los de Pablo Casado obtienen en el barómetro de mayo una estimación de voto del 23,4% (su mejor resultado en el CIS se produjo en julio de 2020, con algo más del 21%). Hace tan solo dos meses, en marzo, los conservadores obtuvieron la peor estimación de voto de su historia con un 17,9%, a menos de tres puntos de distancia de Vox, su principal competidor en el espacio de la derecha.

En abril se recuperaron y alcanzaron el 20,6% (estaban a casi 11 puntos de distancia respecto al PSOE) y, tras las elecciones del 4M en Madrid, se han quedado a solo a cuatro puntos y medio. A diferencia de lo que sucedió en la Comunidad de Madrid, el crecimiento de los de Casado no viene impulsado por un ensanchamiento del espacio de la derecha, sino que el PP parece crecer a costa de la ultraderecha y de Ciudadanos, con movimientos dentro del bloque conservador.

En este sentido, Vox se mantiene como tercera fuerza con un 13,7% en estimación de voto, más de dos puntos menos que en el barómetro de abril, y casi dos puntos menos que en las elecciones de noviembre de 2019. También se posiciona en caída libre un Ciudadanos que obtiene su peor resultado en la serie demoscópica y que se sitúa por debajo de sus resultados electorales.

Los de Inés Arrimadas obtienen en el barómetro de mayo del CIS una estimación de voto del 5,3%. Su peor resultado en las encuestas se produjo en el estudio poselectoral de diciembre de 2019, cuando obtuvieron una estimación de voto del 5,6%; un mes antes, en las elecciones del 10N habían logrado casi el 6,8% de los votos.

Unidas Podemos, que continúa como la cuarta fuerza en estimación de voto, es la que mejor resiste el golpe en el tablero político, y solo pierde tres décimas respecto al barómetro de abril. El estudio de mayo da a los morados una estimación del 10,4%, aunque siguen siguen situándose más de dos puntos por debajo de sus resultados electorales de 2019 (12,84%) y también por encima de su peor resultado en las encuestas (9,6%).

Por bloques, la derecha supera por más de cuatro puntos al Gobierno de coalición formado por el PSOE y Unidas Podemos. La suma de PP, Vox y Ciudadanos es de un 42,4% en estimación de voto, mientras que la del Ejecutivo actual es del 38,3%. Sin embargo, la suma del bloque de la investidura sigue superando a las derechas, y roza el 48% en estimación de voto (Más País dobla sus resultados respecto a la encuesta de abril y roza el 4% en estimación de voto).