La caja B del PP Bárcenas apuntala su estrategia de colaboración con la Justicia
El ingreso en prisión de la mujer del extesorero del PP, Rosalía Iglesias, marcó un antes y un después en la estrategia judicial del que fuera responsable de las cuentas de la formación en la época de Aznar y Rajoy.
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madrid, Actualizado:
Más de dos años y medio después del ingreso en prisión del que fuera tesorero y gerente del Partido Popular entre 1990 y 2009, Luis Bárcenas, y a menos de una semana del inicio del juicio por la financiación ilegal de la formación que dirige Pablo Casado, el exresponsable de las cuentas del PP ha ratificado su intención de tirar de la manta contra el partido. Mediante un escrito, Bárcenas ha dado detalles a la Fiscalía Anticorrupción de cómo funcionaba la caja B, de la que asegura que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy estaba al tanto.
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Bárcenas fue condenado por la Audiencia Nacional a cumplir una pena de 29 años y un mes de prisión por el Caso Gürtel. En concreto, en el juicio que se celebrará a partir del próximo día 8 de febrero, se investiga la procedencia de los fondos que se utilizaron para pagar la reforma de la sede del PP ubicada en la calle Génova de Madrid. Será en estas sesiones en las que el extesorero se estrenará oficialmente y en sede judicial como colaborador de la Justicia.
Bien es cierto que Bárcenas ya reconoció ante el juez la existencia de una caja B en el Partido Popular, pero ahora ha admitido que la información que ofreció pudo ser más amplia" aunque en ese momento, señala que su letrado le recomendó que no diera más detalles. Ahora Bárcenas tiene otro abogado y se ha roto una de las promesas que la formación le hizo a su jefe de la contabilidad: su mujer, Rosalía Iglesias, ha ingresado en prisión. Estas premisas han sido clave para que, ocho años después de la publicación de sus papeles, Bárcenas, haya decidido romper su silencio.
El extesorero ha señalado ahora que creyó "con ingenuidad" los juramentos que el PP le hizo llegar a través de intermediarios y por lo que cedió a las presiones que le hicieron para que no manchara el nombre del partido. Así, asegura Bárcenas que el sentimiento de culpa que le causaba el daño que podía infligir a su familia le impulsó a "firmar la paz" con los líderes de las filas azules y a retirar la denuncia que interpuso por la destrucción de sus ordenadores y la sustracción de información.
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Sin embargo, poco ha durado la tregua. Rosalía Iglesias entraba en prisión el pasado mes de noviembre para cumplir los cerca de 13 años de condena que le impueso el Tribunal Supremo por el caso Gürtel. Apenas un día después de su ingreso en el centro penitenciario de mujeres de Alcalá, Bárcenas realizó su primer amago de colaboración con la Justicia. Los abogados del extesorero se reunieron con los fiscales del caso para ofrecer su cooperación. Los funcionarios del Ministerio Público interpretaron este gesto como una a una confesión y quedaron a la espera de que aportase aún más detalles sobre las irregularidades.
Bárcenas ha seguido aportando más informaciones hasta la fecha. El pasado mes de diciembre, el extesorero dijo ante el juez de la Kitchen, Manuel García Castellón, que varios letrados cercanos al PP le advirtieron que si "hablaba" de algo que pudiera comprometer a la formación política, su esposa acabaría en la cárcel. Empezaron así a sonar las campanas de una inminente confesión.
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Nueva estrategia
Ha sido ya en este mes de enero cuando Bárcenas ha materializado lo que se venía sospechando. Sus abogados confirmaron a Público la intención del extesorero de colaborar con la Justicia de manera absoluta. Y es que finalmente decidió contar al juez "todo lo que sabe" sobre "todas" las causas que se están instruyendo y las que ya están listas para ser juzgadas. Aseguran que el implicado no busca ninguna contraprestación y que su cambio de criterio se debe a la promesa rota del que fuera su partido.
En concreto, el juicio por los conocidos como papeles de Bárcenas, es decir la caja B del PP, empieza el próximo lunes con la pieza que investiga si la reforma de la sede del PP en Madrid se pagó con dinero negro. Según la investigación judicial, el PP desembolsó más de 1,7 millones de euros opacos para realizar obras en Génova. Están llamados a declarar como testigos los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy y también está imputado el Partido Popular como responsable civil subsidiario.
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Bárcenas va a contar al juez "todo lo que sabe" sobre "todas" las causas que se están instruyendo
Mientras, el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, hasta ahora dirigido por el juez José de la Mata, sigue investigando si el PP recibía donaciones a cambio de adjudicaciones públicas. Esta pieza se reabrió después de que el considerado como cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, diera cuenta en sede judicial sobre el intercambio de comisiones por obras.
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Por otro lado, y en lo que al caso Púnica se refiere, las contribuciones de Bárcenas podrían complicar aún más el periplo judicial de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Según su abogado, Bárcenas va a pedir al juez Manuel García-Castellón poder declarar en la pieza que investiga la presunta financiación ilegal de las campañas del PP de Madrid para las elecciones autonómicas de 2003, 2007 y 2011 en las que Aguirre sumó tres mayorías absolutas.