Ayuso mantiene el pulso interno en el PP sobre su participación en la ronda de reuniones con Sánchez
El sentir mayoritario del partido es que "es un deber acudir si el presidente te llama", pero la presidenta madrileña exige ahora conocer el orden del día. Juan Manuel Moreno Bonilla y Alfonso Rueda acudirán a La Moncloa este viernes.
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madrid,
El Partido Popular sigue dividido ante las reuniones bilaterales con Pedro Sánchez: de un lado están once de los doce presidentes autonómicos y del otro, Isabel Díaz Ayuso. Mientras Juan Manuel Moreno Bonilla y Alfonso Rueda preparan ya los sendos y consecutivos encuentros que mantendrán con el presidente del Gobierno este viernes en La Moncloa, la líder madrileña pone condiciones y deja en el aire su asistencia a una reunión a la que, en su caso, todavía no ha sido convocada.
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"Yo no voy a La Moncloa para tomar un café", ha dicho Ayuso este martes para explicar que solo se reuniría con Sánchez si conoce antes el orden del día de los asuntos que el jefe del Gobierno quiere despachar con ella. La presidenta de la Comunidad de Madrid quiere echarle un pulso al líder del PSOE y forzarle a dejar fuera la financiación autonómica.
Así, sigue siendo la única dirigente del PP que no ve clara su asistencia a ese encuentro cuando ninguno de sus compañeros de filas ha puesto condición alguna para aceptar la invitación de Sánchez. El sentir mayoritario del PP, según trasladan diversas fuentes del partido, es que "es un deber acudir si el presidente te llama".
Lo dejó caer también el propio líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista con el diario El Mundo el pasado 8 de septiembre. "Yo acudí a todas las reuniones que tuve. Con Zapatero, Rajoy y Sánchez. Un presidente de una comunidad no elige al presidente del Gobierno que le toca. Por tanto, no veo ningún riesgo al respecto", dijo. Es más, añadió que sería un "error" que un presidente autonómico no acudiera al Palacio de la Moncloa.
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Pero Ayuso, a tres días de comienza la ronda de reuniones, sigue dispuesta a mantener el pulso interno en el PP con posicionamientos de máximos en la relación con Sánchez que también interpelan al resto de barones. La líder madrileña, que cabreó al partido cuando se adelantó al acuerdo pacto por todos pidiéndoles públicamente que plantaran a Sánchez y no cayeran en la "trampa" del Gobierno, no ha rectificado su postura mientras el resto defienden que hay que mantener "una institucionalidad mínima".
Algunas fuentes del partido consultadas por este medio creen que "terminará yendo", pero que busca "con esto" mantener su imagen política de antagonista a Sánchez. Aún a costa de romper la imagen de unidad diseñada por Génova.
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Ayuso y Mazón, las patatas calientes del PP
La asistencia de Ayuso es una de las patatas calientes de la ronda de reuniones impulsada por el presidente del Gobierno —como antesala de una Conferencia de Presidentes que debería haber convocado ya y que el PP exige sin cesar—; la otra, está en el tejado del presidente del País Valencià, Carlos Mazón, quien ha marcado perfil propio pese al acuerdo alcanzado en el seno de su formación.
"Si el señor que te debe 3.000 millones de dependencia te llama, pues vas, y se lo recuerdas. Claro que hablaré de las medidas excepcionales y monográficas que necesita la Comunidad Valenciana", aseguró la semana pasada en un desayuno informativo.
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Meses atrás también se ha mostrado partidario de pedir la condonación de la deuda para su comunidad: "Si a alguien se le ocurre condonar un solo céntimo tiene que empezar por València", decía en noviembre de 2023.
La dirección nacional del PP forzó a sus barones a comprometerse por escrito a no negociar bilateralmente con Sánchez sobre financiación y a ese documento se remiten desde Génova para responder a las diferencias que siguen aflorando entre sus presidentes autonómicos.