El Gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por el Partido Popular y Ciudadanos, ha cedido ante la presión de Vox, partido que se presumía como un aliado para ambos en la capital. Así lo ha probado la decisión del consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad, Alberto Reyero (Cs), que ha optado por desconvocar la reunión para formalizar un Pacto sobre los menores migrantes ante la no comparecencia de la formación ultraderechista. 

Reyero ha desplazado la responsabilidad hacia Vox, asegurando que han sido ellos quienes han "dinamitado" la reunión con su ausencia y no su Gobierno con la anulación de la reunión. El consejero aseguraba que desde el Ejecutivo madrileño seguirán abogando por alcanzar un pacto inspirado en la Convención de los Derechos de los Niños de la ONU: "Es la garantía de derechos que tiene la humanidad en su conjunto y no podemos estar de acuerdo con esos planteamientos de Vox".

No obstante, estas explicaciones han resultado a todas luces insuficientes para los partidos de la oposición. "Tanto PP como Ciudadanos son rehenes de la extrema derecha" sentenciaba el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà. La líder de la formación en la capital, Isa Serra, apostaba por la ausencia de Vox como una oportunidad para avanzar después de que Más Madrid fuera quien se negase a participar en las reuniones semanas atrás por la presencia de Vox. "Tenemos que seguir trabajando a pesar de que Vox no esté ahí y gracias a ello podemos ponernos de acuerdo a favor de los derechos de los niños migrantes", aseguraba. 

La portavoz de Políticas Sociales del PSOE en la Asamblea de Madrid, Purificación Causapié, tildaba de "lamentable" que sea el partido de ultraderecha el que marque la agenda del Gobierno capitalino. "Es una mala noticia para los derechos de la infancia", sentenciaba.