La ARMH no descansa: buscan los restos de 21 republicanos fusilados con la Guerra Civil ya terminada
La ARMH comenzó este jueves la exhumación de la fosa nº3 del cementerio de Guadalajara, de donde esperan recuperar los cuerpos de 21 personas que fueron ejecutadas entre el 24 de febrero y el 9 de marzo de 1940 por las autoridades franquistas. Este viernes han aparecido los primeros restos. La exhumación está promovida y sufragada por la propia ARMH.
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madrid,
Es viernes, 2 de agosto. Cementerio de Guadalajara. Está diluviando. Así lo transmite a Público Marco Antonio González, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH): "Está entrando agua por todos lados". Tanto él como el resto del equipo de la Asociación acaban de hacer un pequeño parón en los trabajos de exhumación que comenzaron este mismo jueves en el patio principal del camposanto de Guadalajara. Esperan que a lo largo del día comiencen a aparecer los primeros restos humanos de los 21 republicanos fusilados y enterrados en la fosa número 3. Pero a esta hora del día todavía no lo saben. Son alrededor de las 10.30 horas de la mañana y sigue diluviando. Sigue azotando el viento. Y el equipo de la ARMH no descansa. La prioridad es continuar los trabajos de exhumación, continuar recuperando cuerpos y continuar el camino que esta asociación emprendió hace ahora 20 años con la primera exhumación científica de víctimas de la represión franquista.
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Buscan a 21 hombres a petición de sus familias. Fueron fusilados por las autoridades franquistas entre el 24 de febrero y el 9 de marzo de 1940. La Guerra, supuestamente, ya había terminado. La declaración del Estado de guerra, en cambio, seguía vigente. Y la máquina de matar en la que se había convertido el nuevo Estado español, también. Entre la lista de fusilados se encuentran militantes del PCE y afiliados a la UGT y, en varias ocasiones, las dos cosas. Sus profesiones delatan su procedencia social. Eran, en su mayoría, jornaleros, pero también albañiles, carpinteros o labradores. Trabajadores que no tenían más herramientas que sus propias manos para buscarse la vida y sus ideas y compromiso político para tratar de mejorarla.
"Un repaso a sus biografías muestra que estamos hablando de obreros puros que en el momento en el que llega la II República deciden dar un paso adelante e involucrarse en la vida política y social del país. Alguno es líder sindical de su pueblo, hay algún concejal y también un alcalde. Y este fue el delito que cometieron para las autoridades franquistas. Fueron ejecutados por su lucha social y política", explica a Público Magdalena García, arqueóloga y voluntaria de la ARMH que ha investigado las biografías de las personas enterradas en esta fosa número 3 del cementerio de Guadalajara.
Hablamos de nombres y vidas propias como las de Jesús Barriopedro Santamaría, que fue fusilado el 24 de febrero de 1940 cuando solo tenía 23 años. O del jornalero Jacinto Tapia Serrano, fusilado tres días después, con 32 años. También de Manuel Fernández, que era, ni más ni menos, que el alcalde de Loranca de Tajuña (Guadalajara) por el PCE y militaba en UGT. Tenía 62 años. Y sin olvidar casos como el de Ildefonso García Alcalde, que fue fusilado el 24 de febrero, el mismo día en el que que también sería ejecutada su hermana Martina, cuyo cuerpo ya pudo ser recuperado por la ARMH en una exhumación anterior.
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La recuperación de los cuerpos que ahora busca la ARMH se sumarán a los que esta misma asociación ya pudo recuperar en el cementerio de Guadalajara en otras dos fosas conjuntas. Entre aquellos cuerpos recuperados estaba Timoteo Mendieta, el padre de Ascensión Mendieta, la mujer que recorrió medio mundo con casi 90 años para pedir a la Justicia de Argentina que hiciera lo que España no había hecho en 40 años de democracia: devolverle el cuerpo de su padre. La Justicia de Argentina intervino y la ARMH, con la financiación de un sindicato noruego, consiguió tras dos exhumaciones recuperar e identificar los restos de Timoteo.
Alrededor de las 13 horas Marco Antonio González comunica que han aparecido los primeros huesos. Están a una profundidad de 80 centímetros.
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En aquellas fechas, entre 2016 y 2017, la asociación que preside Emilio Silva consiguió recuperar 50 cuerpos, de los que 29 pudieron ser identificados. Ahora la Asociación espera poder recuperar estos 21 cuerpos en los próximos días.
Ha pasado el diluvio y el equipo ha seguido trabajando. Alrededor de las 13 horas Marco Antonio González comunica a Público que han aparecido los primeros huesos. Están a una profundidad de 80 centímetros. De momento, es imposible saber a quién pertenecen. Se supone que tienen que pertenecer a la saca del del 9 de marzo de 1940, día en el que fueron ejecutados y enterrados en esta fosa número un total de siete hombres. Desde la propia Asociación indican que podrían pertenecer a Miguel de Agustín, un jornalero afiliado a la UGT que fue fusilado con 26 años.
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Pero hay que confirmarlo. Primero a través de un proceso antropológico y después por un análisis genético. Las anotaciones en el registro del cementerio no siempre son ciertas. Timoteo Mendieta, por ejemplo, tenía que estar en una fosa y finalmente fue encontrado en la contigua. Y lo mismo puede suceder en esta ocasión.
La Asociación, de hecho, maneja una lista de 23 nombres. Hay dos de ellos que, en teoría, debían estar en la fosa número 2, pero no fueron hallados ni identificados. Es el caso, por ejemplo, de Tomás Vicente Lorente, uno de los fundadores, en 1931, de la casa del Pueblo de Auñón. Militante de la UGT ocupó el puesto de secretario de organización del sindicato en su pueblo hasta el final de la guerra. El resto ya se sabe. Encarcelamiento, condena y ejecución. Sus restos tenían que haber aparecido en la fosa 2 cuando fue abierta en 2016. Pero ningún análisis genético coincidió y la ARMH no descarta encontrarlo entre los fusilados que fueron enterrados en esta fosa.
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No obstante, todavía es pronto. El equipo encargado de la exhumación ha hecho un descanso para comer. Por la tarde, si la lluvia lo permite, seguirán trabajando con un equipo reducido debido a las medidas de precaución por la covid-19. Las familias esperan buenas noticias, quieren recuperar a los suyos y poder enterrarlos. También existe la posibilidad de dejarlos junto a otros compañeros de destino en el monumento que se ha construido en el cementerio y donde también estarán sus nombres. El trabajo de exhumación terminará en apenas unos días y comenzará la titánica tarea de identificarlos. Dentro de poco habrá 21 víctimas menos en una fosa común y se sumarán a los más de 9.000 republicanos víctimas de la represión franquista que ya han sido recuperados por asociaciones y familiares. Son solo una pequeña parte de los miles que fueron ejecutados y los miles que todavía están desaparecidos. Pero la ARMH no descansa.