Alumnos de un máster de la Guardia Civil visitaron una escuela de antidisturbios colombianos en plena ola represiva

Carreras, cargas y disparos. Desde hace dos meses y medio, las calles de Colombia son escenario de escenas de brutalidad policial a manos del ESMAD, uno de los grupos antidisturbios más polémicos de América Latina. A principios de junio, mientras esas imágenes se repetían, la escuela donde estudian los agentes recibía a guardias civiles españoles, acompañados por policías y personal de seguridad privada de distintos países.

La visita a la "Escuela Internacional del Uso de la Fuerza Policial para la Paz" formó parte del programa del máster "Alta Dirección en Seguridad Internacional" que ofrece el Centro Universitario de la Guardia Civil (CUGC), una institución de educación superior dependiente del Ministerio del Interior.

Este curso de posgrado, que va por su segunda edición, cuenta con profesores de la Universidad Carlos III de Madrid y de la Guardia Civil, así como con "expertos profesionales de la seguridad pública y privada a nivel nacional e internacional". Según consta en un folleto editado para la primera edición del máster, el objetivo es "contribuir a la formación avanzada, especializada y multidisciplinar de los profesionales de la seguridad hispanohablantes en América Latina, Europa y el Magreb, fomentando la creación de redes de alto nivel, con proyección institucional".

Asimismo, el curso de posgrado ofrece "estudios avanzados sobre la dirección estratégica, operacional y buenas prácticas en temas de seguridad internacional de gran interés geopolítico", entre los que figuran "riesgos y amenazas, crimen organizado, inteligencia policial, innovación tecnológica en gestión de fronteras, seguridad vial, protección al medio ambiente y control de armas y explosivos". 

La edición de este año cuenta con 28 alumnos, entre quienes se encuentran "14 directivos de seguridad pública y 14 de seguridad corporativa de Europa e Hispanoamérica", según difundió el propio CUGC. Varios se desplazaron a finales de mayo a Colombia para participar en el "periodo presencial" dictado en ese país a razón de un acuerdo entre la Guardia Civil y la Policía Nacional de Colombia.

Cuando los asistentes al curso aterrizaron en Bogotá, el país latinoamericano acumulaba ya un mes de protestas antigubernamentales, impulsadas por colectivos sociales y sindicatos. El Ejecutivo del derechista Iván Duque respondió con una salvaje ola de represión policial que, según datos recogidos por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, ha dejado ya 54 civiles muertos.

En medio de esa ola represiva, el máster universitario de la Guardia Civil llevó a sus alumnos a distintas dependencias policiales colombianas, incluida la escuela donde los futuros antidisturbios realizan distintas actividades de formación en materia de actuación contra manifestantes.

Control de multitudes y disturbios

Según consta en un documento de dicha escuela al que ha tenido acceso Público, uno de sus cursos está dirigido precisamente a "brindar una información continua a los funcionarios que integrarán los Escuadrones Móviles Antidisturbios (ESMAD) en procedimientos de atención, manejo y control de multitudes, bajo un efectivo uso de la fuerza, el empleo adecuado de los medios coercitivos de acuerdo con las normas internacionales, nacionales e institucionales", algo que prometen hacer "bajo el respeto por los derechos humanos". En el plan de estudios figura, entre otros puntos, "el papel de la Policía en la protesta social" y en el "control de multitudes y disturbios".

La agenda del máster en Colombia incluyó una visita al Centro Integrado de Información e Inteligencia para la Seguridad Ciudadana CI3 24/7, que tuvo un papel clave en la lucha contra las guerrillas de las FARC y el ELN.

Los alumnos también asistieron al Centro de Excelencia en Ciberdelincuencia C4 y a las instalaciones de POLIS, el centro de ciencia Policial. Fue precisamente allí donde el pasado 10 de junio se realizó la ceremonia de clausura de las actividades en Colombia.

De acuerdo a la información difundida por los organizadores, el acto de despedida estuvo encabezado por la coronel de la Policía Nacional colombiana Sandra Patricia Hernández Garzón, directora de la Escuela de Posgrados de dicho cuerpo, y el coronel de la Guardia Civil Fernando Moure Colón, director ejecutivo del Centro Universitario de la Benemérita, así como el teniente coronel Anselmo del Moral Torres, director académico del máster.

"Esta ceremonia ha supuesto un excelente colofón a las interesantes actividades ofrecidas a los participantes, con ponencias de gran nivel y visitas institucionales relacionadas con buenas prácticas puestas en marcha por la Policía Nacional de Colombia, que constituyen una referencia internacional en la lucha contra formas graves de delincuencia", destacaron los promotores. Em ese contexto, Público contactó con la Guardia Civil para conocer si la ola represiva desatada en Colombia había tenido algún tipo de incidencia en la celebración del curso. De momento no habido respuesta.

Clases de la Policía brasileña

Antes de partir a Colombia, los asistentes al máster habían asistido a distintas conferencias presenciales. Una de ellas tuvo lugar en la sede de la Casa de Brasil de Madrid, donde intervino el agregado policial de ese país en España. También participó Germán Jaramillo Vilches Coronel, agregado de la Policía Nacional de Colombia; Rui Alberto Riberiro Veloso, coronel de la Guarda Nacional Republicana de Portugal; y dos tenientes coroneles de la Policía de Ecuador, Álvaro Patricio Proaño Carrión y Juan Pablo Luna Ojeda. 

El máster también contó con la participación de Paulo Gustavo Maiurino, director general de la Policía Federal de Brasil, quien intervino de forma online junto a Luiz Flávio Zampronha, director de Investigación y Combate al Crimen Organizado. La Policía Federal brasileña ha sido objeto de denuncias de violaciones a los derechos humanos en las favelas del país: según datos de Amnistía Internacional, entre enero y junio de 2020, "la Policía mató en el país al menos a 3.181 personas, un promedio de 17 muertes diarias y un 7,1% más que en 2019". 

"Según el Foro Brasileño de Seguridad Pública, el 79,1% de las personas que murieron a manos de la policía eran negras, y el 74,3% tenía menos de 30 años", destaca el último informe anual de AI sobre la situación de los derechos humanos en ese país. Pese a esas denuncias, el Centro Universitario de la Guardia Civil prevé incorporar a Brasil como uno de los destinos donde ofrecer clases presenciales.