El alcalde de Zaragoza claudica ante Feijóo y competirá con Lambán tras volar puentes con el centroderecha
Jorge Azcón acepta encabezar la candidatura del PP en las autonómicas de Aragón tras sus reticencias iniciales, mientras dinamita cualquier posibilidad de pacto con el PAR y sondea el tirón de dos concejales de Cs para las municipales.
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Zaragoza, Actualizado:
"Feijóo ha expresado su opinión, pero yo tomaré la decisión en los plazos que toque", dijo la semana pasada el alcalde de Zaragoza y presidente de los populares en Aragón, Jorge Azcón, unas horas después de que el jefe nacional de su partido le conminara a anunciar "antes de fin de año" que va a encabezar la candidatura de los conservadores en las elecciones autonómicas, al mismo tiempo que deslizaba que su relevo al frente de la lista municipal será una mujer. "Esperemos a que ella nos lo diga", señaló en una entrevista en Onda Cero el 7 de diciembre.
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Solo nueve días después, este viernes 16, Azcón acataba la orden de Génova y confirmaba ante la junta directiva del PP aragonés que encabezará la lista del partido en las autonómicas, en las que el candidato a batir será el socialista Javier Lambán tras dos legislaturas como presidente, primero en una coalición minoritaria con Cha y ahora con un cuatripartito al que se sumaron el PAR y Podemos.
La decisión impuesta por Génova acaba con los planes iniciales de Azcón, que llegó a la presidencia de unos populares aragoneses en horas bajas hace ahora un año decidido a seguir en el consistorio, donde es el concejal más veterano.
Eso era en tiempos de Pablo Casado, cuando Zaragoza-Aragón iban a ser uno de los escenarios para testar el modelo de líderes orgánicos que no compiten a nivel autonómico que el entonces jefe nacional de los conservadores -que empezaría a dejar el cargo dos meses después- planeaba aplicar en Madrid para desactivar a Isabel Díaz Ayuso a nivel interno en favor de José Luis Martínez Almeida.
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Azcón vuela los puentes con el socio más habitual del PP
Finalmente, Azcón será el principal competidor de Lambán en las autonómicas de una comunidad en la que nunca nadie alcanzó la mayoría absoluta -algo que solo ha ocurrido en Canarias, Navarra y Euskadi- y donde en cuatro de las diez elecciones celebradas desde 1983 la mayoría se decidió por un solo escaño mientras en otras tantas fueron necesarios más de dos partidos para armarla. En estos comicios, la incertidumbre crecerá más si cabe con la previsible entrada de Teruel Existe y Aragón Existe.
En ese flanco, el de los acuerdos, es donde el candidato conservador se está dotando de un margen de mejora cada vez más amplio vistas las tensiones que su partido está creando con el que ha sido su socio más habitual en las Cortes, el PAR, y a tenor del calibre de las invectivas que el todavía alcalde ha dirigido al presidente de los aragonesistas y actual vicepresidente de Lambán, Arturo Aliaga.
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"Si hace trampas en su casa, a sus propios compañeros de partido, ¿qué trampas no está dispuesto a hacerles al resto de los aragoneses?", dijo Azcón sobre Aliaga tras conocerse la sentencia que en la práctica obliga a los aragonesistas a repetir el congreso en el que hace poco más de un año resultó reelegido este último por un escaso margen de 22 votos por una irregularidad en el censo.
Esto se debió a que un órgano no competente (con amplia presencia del sector crítico) aceptó la inscripción de 311 militantes, y otra en el reparto de los compromisarios por zonas.
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"Es una muy mala noticia que el vicepresidente del Gobierno de Aragón sea un tramposo, no solamente para los afiliados del PAR, sino para todos los aragoneses", añadió el flamante candidato conservador, en una manifestación que, de hecho, dinamita cualquier posibilidad de acuerdo entre ambas formaciones, que han gobernado en coalición en cuatro de las diez legislaturas, cinco si se incluye la de 1983 con AP. El PP nunca gobernó sin el PAR, mientras que este lo ha hecho en otras cuatro ocasiones con el PSOE.
"El lío se arma cuando se cuentan los votos"
"El origen de todo esto está en las elecciones generales [de 2019] en que decidimos no ir con el PP después de que se llevaran a un grupo de alcaldes de la zona de Calatayud", recuerda Aliaga, que enfrenta el enésimo intento de los conservadores para engullir a un partido que ha sido su socio más habitual pero con el que compite por un mismo espectro de votantes en el centroderecha.
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El acuerdo del PAR con el PSOE tras las pasadas autonómicas agravó esa pulsión contra el PAR entre los conservadores, a los que tras unos resultados tan inciertos como suelen ser los de Aragón parecían salirles las cuentas al sumar sus 16 diputados con los 12 de Cs y añadirles los tres de Vox y los tres del PAR: justo en el límite de la mayoría de 34, aunque en este caso los números no tenían en cuenta la imposibilidad política de cerrar un acuerdo al mismo tiempo con la ultraderecha y los autonomistas.
Tres años después, Azcón iniciaba un acercamiento a los llamados críticos del PAR, el grupo que perdió el congreso que ahora queda en el aire, ese sector del partido en el que algunos de sus miembros destacados son objeto de rumores sobre posibles fichajes para las listas del PP en las autonómicas y las municipales.
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Esas maniobras de salida dejarían completamente despejada la ruta para que la actual dirección del PAR retuviera el control del partido en el nuevo congreso señalado para enero, aunque su convocatoria está en el aire, pendiente de que los tribunales decidan si debe convocarlo la actual ejecutiva o la anterior.
"El lío se arma cuando se cuentan los votos y gano por 22", señala Aliaga, que recalca cómo en la sentencia "el juez no habla de trampas ni sale mi nombre". "¿Por qué se activa todo cuando yo recupero la salud? ¿Estaban repartiéndose mis restos?", plantea el presidente del PAR, que poco antes del congreso, celebrado en octubre de 2021, superó un cáncer y la covid-19.
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Un sondeo que pregunta por dos ediles de Ciudadanos como alcaldables del PP
Con las relaciones con el PAR en ese estado, en medios populares se observa con expectación el rumbo que pueden tomar las relaciones que los conservadores mantienen con Ciudadanos, socio de Gobierno en el Ayuntamiento de Zaragoza y en otros consistorios como el de Calatayud y con quien, a su vez, mantienen fuertes tensiones internas desde hace unos meses.
En plena OPA de los conservadores a los naranjas a escala estatal, el coordinador de estos últimos en Aragón, Daniel Pérez, aseguraba que la actual vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, "sería la mejor opción para repetir como candidata".
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El anuncio de Pérez coincide en el tiempo con un movimiento del PP de Azcón que resulta inquietante para la dirección de Ciudadanos -de ahí la maniobra de presión- y al que la propia aludida añadía suspense al aclarar que no tomará ninguna decisión antes de la asamblea estatal de enero.
Los conservadores han lanzado un sondeo en el que se pide la opinión de los encuestados sobre cinco eventuales sucesores al frente de la lista municipal: las concejalas María Navarro y Natalia Chueca, Mar Vaquero, actual portavoz del PP en las Cortes, y dos ediles de Cs: la propia Fernández y el responsable de Urbanismo, Víctor Serrano.
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De ellos, Navarro está salpicada por la compra de un iPhone de mil euros con cargo al Ayuntamiento -que acabó pagando tras denunciarlo los medios- y Chueca resultó afectada como responsable del área de Movilidad por la inacción ante el conflicto que durante casi dos años se ha mantenido en la contrata del bus urbano.
En medios populares se tiene descontado desde hace meses que Azcón se inclina por la opción de Serrano, aunque parece que Génova ha impuesto un ticket mixto en el que cobran peso tanto la trayectoria de Vaquero (alcaldesa con mayoría absoluta varias legislaturas en un municipio del cinturón) como María de Huerva. A ello se suman las ventajas que ofrece el fichaje de Fernández en un escenario de absorción y, además, hay que añadir a las dos candidatas que ya forman parte del grupo municipal.
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No obstante, una maniobra de ese tipo en el plano municipal entraña el riesgo de que el PP sume a escala autonómica una eventual ruptura con Cs a la ya materializada con la actual dirección del PAR, opciones con un fuerte componente de lujo en una comunidad en la que el Gobierno suele decidirse por unos pocos escaños.
Toda esa escena se va configurando mientras el propio Azcón tiene sobre su mesa un asunto pendiente cuyo desenlace provoca inquietud en las filas conservadoras ante los evidentes riesgos de desgaste que entraña. Se trata del hecho de que, antes de que finalice la legislatura, debe ponerse en marcha la comisión de investigación del kioscogate, aprobada por el pleno para aclarar si una empresa de un amigo del alcalde recibió un trato de favor en la tramitación de una licencia en el área de Serrano.