Lo deja. La alcaldable de Podemos en Zaragoza, Violeta Barba, ha anunciado este lunes que renuncia a su acta de concejal en la capital aragonesa: no llegará a entrar en el ayuntamiento que se constituye el próximo día 15 y se reincorpora a su trabajo como abogada laboralista. "Somos gente normal que hacemos política. Siempre hemos dicho que estábamos de paso, y esto es una forma de demostrarlo", señaló.

"En estos años he aportado todo lo que he podido aportar", dijo, pero ahora "no me siento con la ilusión y el empuje que creo necesario para nuestros votantes", explicó, mientras insistía en que se trata de "una decisión puramente personal". "No se trata de no recoger el acta solo porque el resultado de Podemos haya sido malo" en la capital aragonesa, anotó, sino de interpretar que "los ciudadanos han dado un mandato a Podemos: que se reinvente".

Barba ha anunciado su decisión en una comparecencia ante los medios de comunicación que, desde su anuncio a media mañana, desató las especulaciones sobre su futuro. Y también sobre el de la dirección de la organización morada en la comunidad, a la que ha mostrado una nueva vía para la renovación mientras las tensiones internas, de manera similar a lo que está ocurriendo a nivel estatal, se disparan como consecuencia de la debacle electoral del 26-M, en la que, a nivel autonómico, se dejó casi 84.000 de los 135.000 votos de 2015 y perdió nueve de sus catorce diputados para pasar de socio preferente del PSOE a no figurar en ninguna de las opciones más probables de formar gobierno en la fragmentada cámara.

La ruptura de Podemos con la confluencia de ZeC (Zaragoza en Común) ya agitó hace unas semanas la formación morada, algunos de cuyos grupos críticos, entre ellos los Anticapitalistas, se integraron en la lista de Santisteve. Después, los malos resultados del 26-M tanto en el ámbito local como en el autonómico han llevado a algunos círculos a pedir el cese del secretario general, Nacho Escartín, algo que tanto este como su dirección rechazan.

"El proceso ha de ser de refundación"

De hecho, el Consejo Ciudadano autonómico decidió el sábado "abrir un proceso de análisis y debate profundo en la organización" para "saber cómo estamos y cómo queremos evolucionar" que finalizará con una asamblea ciudadana autonómica en enero del año que viene en la que "definamos claramente cuál es el proyecto político que tiene Apodemos en Aragón y las personas para dirigirlo", explicó Escartín, para quien la caída de Podemos "no es un problema aragonés ni murciano ni navarro, sino estatal".

Barba comparte esa tesis, alineada a su vez con las de otros como el exdirigente morado Ramón Espinar. Los malos resultados, dijo, "no son una tendencia local ni tampoco aragonesa, sino que se da en todo el Estado". Y, en ese sentido, abogó por "un proceso que ha de ser de refundación" para "repensar cómo estamos haciendo política y cómo lo percibe la gente".

"He apostado por que el partido no fuera una cara conocida sino muchas caras", apuntó, en una crítica al personalismo de Pablo Iglesias, al tiempo que mostraba su confianza en que los morados se rehagan. "Si creyese que [el partido] no tiene remedio dejaría de militar, pero eso no va a ser así", añadió, aunque "hace falta un análisis serio y sosegado".

Por último, Barba restó importancia al irresoluble contrafactual que atormenta a los espacios políticos del cambio desde que se confirmó que Podemos y ZeC iban a competir en las urnas el 26-M en Zaragoza: ¿qué habría ocurrido de ir juntos? "Eso no influyó en absoluto en los resultados. Sumamos cinco concejales juntos y por separado", anotó, al tiempo que señalaba que "Podemos no recogió los 47.000 votos que perdió ZeC".

Las negociaciones para la alcaldía de Zaragoza

Mientras Barba anunciaba la decisión de no incorporarse al ayuntamiento, puesto en el que será relevada por la exdiputada autonómica Amparo Bella, los contactos para decidir quién sucede a Santisteve en la alcaldía están "estancados", según admiten tanto fuentes del PSOE como del PP y de Ciudadanos.

Los resultados del 26-M situaron a la socialista Pilar Alegría como la virtual alcaldesa de Zaragoza al encabezar la lista más votada, con diez concejales, si ninguna combinación de partidos logra sumar 16, algo para lo que únicamente hay dos opciones viables: la alianza del propio PSOE con C’s (10+6) o la de PP (8) con los naranjas y Vox (2).

Los contactos no han comenzado, al menos en su parte formal, mientras todos los partidos están pendientes de los movimientos de sus respectivas direcciones estatales, que no han transmitido todavía instrucciones a los grupos locales. También coinciden en pronosticar que los nudos comenzarán a desatarse la semana que viene, que tiene dos fechas marcadas en rojo: la constitución de la Asamblea de Madrid el lunes 10 y la de Murcia al día siguiente. La elección de sus mesas, donde se empezará a vislumbrar quién sintoniza con quién, comenzará a allanar los acuerdos en el resto del país, apuntan las fuentes consultadas.

En cualquier caso, todos coinciden también en que las decisiones sobre el ayuntamiento zaragozano, y también sobre los de Huesca y Teruel, van a estar estrechamente relacionadas con las que se tomen sobre la comunidad, donde también PSOE y C’s suman mayoría absoluta mientras los aragonesistas del Par se muestran reacios a intervenir en cualquier ecuación en la que participe Vox, lo que reduce notablemente las opciones de investir un nuevo presidente.