La Policía ha blindado la sede del PSOE en Ferraz ante la octava jornada de protestas, que ha reunido a 4.000 personas, según los datos de la Delegación de Gobierno. Un manifestante ha agredido a un periodista de La Sexta al grito de “fuera, fuera” y los grupos ultras han ido tomando protagonismo con el paso de las horas.

Los ataques a la prensa, frecuentes en días anteriores, se han recrudecido en la concentración de este viernes con consignas como “A por ellos”, “Periodistas, hijos de puta” y “Prensa española, manipuladora”, y el lanzamiento de numerosos petardos y muchos otros objetos como latas y botellas contra la zona en la que se encontraban los informadores.

A medida que ha ido avanzando la tarde ha ido aumentando la afluencia de personas hasta alcanzar las 4.000. Aunque la participación queda lejos de las entre 7.000 y 8.000 personas que han acudido otros días de esta semana.

La tensión entre los manifestantes ha ido en aumento a pesar de la lluvia. Aunque algunos manifestantes han pitado y recriminado la acción violenta, otros han continuado lanzando lemas racistas e increpando a la prensa y a la Policía.

Los manifestantes de grupos ultras y neonazis han comenzado a situarse en la primera fila y con las caras tapadas han empezado a lanzar petardos, cristales y otro tipo de objetos. También se han escuchado cánticos y gestos fascistas, con banderas preconstitucionales. A través de un megáfono, la Policía ha ido pidiendo que no lanzaran objetos.

Ante esto, se han incrementado los refuerzos policiales, mientras los protestantes continuaban desafiando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al grito de “policía defiende tu nación”, “viva España”, “a por ellos”, “queremos pasar” y con el cántico “prensa española manipuladora”. Posteriormente, también se ha quemado un cartel con una fotografía de Pedro Sánchez y se han encendido bengalas que han provocado un fuerte humo en la calle Ferraz.

Agentes de las Unidades Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios, han empezado a dispersar sobre las 23.40 horas a los ultras con las primeras cargas policiales, después de que algunos congregados cantaran el Cara al sol y el himno de la División Azul, y siguieran lanzando objetos y alguna bengala contra el dispositivo policial. Pese a las peticiones por la megafonía de la Policía Nacional para que finalizasen la concentración, los manifestantes han optado por no dar “ni un paso atrás”, según han exclamado.

Hacia la medianoche, cuando ya quedaban en la zona solo algunas decenas de radicales, los antidisturbios fuero retirando el dispositivo. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid informaron que había un detenido.

Además de corear los ya clásicos lemas en estas concentraciones contra Pedro Sánchez o Puigdemont, algunos concentrados han estado haciendo también un llamamiento a la huelga general. Los manifestantes también se han acordado del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con cánticos de “dónde está, no se ve, el gallego del PP”.

El fuerte operativo que ha dispuesto la Policía responde a la intención de proteger la sede socialista ante los altercados que han tenido lugar estas últimas noches, que se saldaron este jueves con 24 radicales detenidos, todos hombres y mayores de edad y siete agentes heridos, ninguno de gravedad.

Protestas en Málaga, Barcelona y otras ciudades

Además de esta cita ya habitual entre los que se oponen a la amnistía, las protestas se han extendido este viernes a Málaga, donde alrededor de medio millar de manifestantes han cortado el tráfico a las puertas de la Subdelegación del Gobierno, donde se estaba produciendo un encuentro bilateral entre el presidente español en funciones, Pedro Sánchez, y el canciller alemán Olaf Scholz.

En la misma capital malagueña unas 200 personas se han manifestado ante una sede del PSOE del centro de Málaga, una protesta en la que han participado cargos públicos de Vox.

En Barcelona, unas 250 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado a su vez frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona en la segunda protesta consecutiva contra la ley de amnistía frente a la sede gubernamental. También se han  producido protestas de menor entidad en Logroño, Mérida, Oviedo y otras ciudades españolas.