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La 'agenda B' de Feijóo
Es muy habitual que la actual dirección del partido oculte una parte importante de la actividad de Feijóo.
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madrid,
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, cenó el pasado 18 de abril en el hotel Claridge de Madrid con más de medio centenar de fiscales miembros de la asociación conservadora —la mayoritaria entre los fiscales—. El encuentro fue desvelado seis días después por el diario El Mundo y ha vuelto a ser noticia esta semana tras una nueva publicación del periódico El País en la que se daba más información sobre el contenido de las conversaciones entre el líder de la oposición y los fiscales.
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"En este país lo normal es noticia", criticaba un dirigente del Partido Popular, sorprendido con que se hablase de una "cena secreta". "Si hay fotos", reprochaba. ¿Por qué no figuró entonces en la agenda oficial de Núñez Feijóo? ¿Por qué no se informó después? La respuesta en Génova siempre es la misma: "No hay por qué decir todo lo que hace".
De hecho, es marca de la casa que la actual dirección del partido oculte una parte importante de la actividad de Feijóo. Encuentros y reuniones en privado con asociaciones, empresarios u otros líderes políticos que, o bien son comunicadas a posteriori, o terminan trascendiendo a través de los medios de comunicación.
Pasó en el mes de diciembre, en plena crisis del Tribunal Constitucional, cuando Feijóo recibió en Génova a representantes sindicales de la Policía y la Guardia Civil que salieron de la sede nacional del partido con una convocatoria de manifestación contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana del Gobierno bajo el brazo.
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La reunión fue publicada por elDiario.es y en la noticia se recoge que "entre algunos de los representantes sindicales caló la idea de que Feijóo estaba animándoles a protestar contra la reforma de la conocida como ley Mordaza". El presidente del PP los recibió y luego les dejó las instalaciones del partido para que prolongasen la reunión sin presencia de ningún dirigente popular. Génova no le dio publicidad al encuentro y argumentó entonces lo mismo que ahora: "Es una práctica habitual".
Lo cierto es que el presidente del PP tiene una profusa agenda de encuentros con empresarios y representantes de la sociedad civil — destacados en el espacio conservador— cuyos nombres nunca trascienden. Desde que tomó los mandos del PP, su equipo presume de que todas las propuestas planteadas han contado con la colaboración del sector privado. Siempre sin nombres concretos.
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Otro encuentro de esa 'agenda B' que acabó trascendiendo y cobrando más relevancia de la que deseaban en Génova fue una comida con miembros de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. En este caso no fue la prensa quien desveló el encuentro, al que tampoco dieron publicidad, sino el catedrático y economista Ramón Tamames, que estaba presente. Según fuentes del PP, la comida tuvo lugar antes de que sonase como candidato a la moción de censura de Vox —en la que los populares votaron abstención—, pero, según Tamames, él defendió en esa mesa "la idea de que una moción de censura es siempre una posibilidad de clarificar muchos problemas, de hablar a la gente en gran amplitud".
En secreto con Abascal
Sucedió también, por ejemplo, cuando se vio cara a cara con el líder de Vox, Santiago Abascal. Fue La Sexta quien, a finales del mes de septiembre, desveló el primer encuentro entre los dos dirigentes de la derecha casi una semana después de que tuviese lugar. Feijóo ya había manifestado meses atrás su intención de verse con el representante de la extrema derecha, así como con otros dirigentes políticos, pero la cita entre ambos se desarrolló en el más absoluto secreto. A Génova no le interesaba el ruido ni la expectación.
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Después de que saliese a la luz ese encuentro, la dirección del PP se vio obligada a contar que el líder de la oposición también se había visto con la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; con el presidente de UPN, Javier Esparza, y con el líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo.
Fuera de agenda cuando no conviene
Otras veces sí es el propio partido quien hace públicos los encuentros fuera de agenda. Pero después, sorteando así la cobertura de los medios de comunicación. Un paseo con Isabel Díaz Ayuso por el centro de Madrid en Navidad que no se avisó, una visita a Mercamadrid el día después de que se renovase el Tribunal Constitucional —con la consiguiente expectación sobre la reacción del líder de la oposición que había — que tampoco, o reuniones con sus grupos parlamentarios del Congreso y el Senado que se caen de la agenda oficial del jefe de la oposición. La última esta semana, cuando Feijóo aprovechó su presencia en el Parlamento por la visita del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para reunir a diputados y senadores. No consta en su agenda, claro.