Movimiento 'okupa': 30 años de lucha urbana contra la economía de mercado
En diciembre de 1984 se produjo en Barcelona la primera 'okupación' urbana en la historia de la democracia en el Estado. Treinta años después, "el movimiento ha evolucionado
construyendo un entorno de proyectos colectivos estables difícilmente definibles mediante estereotipos".
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MADRID.- Es el mes de diciembre de 1984. El movimiento vecinal que ha florecido durante el transcurso de la dictadura de Franco a la democracia de Felipe González está en plena decadencia. La tasa de paro juvenil asciende al 40% -en la actualidad se encuentra en 51,36%%- y apenas hay espacios para que la juventud se organice, se entretenga y dé satisfacción a sus inquietudes. Es más fácil encontrar un gramo de heroína, de esos que te elevan al cielo y te alejan de la realidad de un país que aún tiene la potestad para mandarte a la 'mili', que un maldito espacio donde compartir y experimentar formas de vida colectivas.
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El viernes 7 de diciembre de 1984, de madrugada, Joni D., junto a una veintena de jóvenes de entre 16 y 24 años, decidieron dar el salto. Eligieron un antiguo ambulatorio que llevaba la friolera de 18 años deshabitado y abandonado en la calle Torrent de l’Olla número 18 de Barcelona. "Allí sólo había ratas", recuerda Joni. Cargados de escobas, brochas y colchones los jóvenes rompieron la cadena de la puerta. Sin saberlo, el grupo acababa de protagonizar la que ha pasado a la historia como la primera okupación en una gran ciudad en la historia de la democracia del Estado español.
1985 fue el año del boom del movimiento 'okupa' en diferentes puntos del Estado.
La "pequeña heroicidad" de estos chavales de Barcelona rápidamente encontró eco en la prensa y en el resto del Estado. 1985 fue el año del boom del movimiento okupa en diferentes puntos del Estado. Al intento de Barcelona le sucedieron okupaciones en Pamplona, Bilbao, Valencia y Madrid.
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Porrazos, golpes, gritos y confusión
En Pamplona, el 30 de marzo de 1985, después de un concierto mañanero en la Plaza del Castillo tiene lugar la okupación del local municipal situado en la calle Zapateria, 40. Sin embargo, tras varias cargas y en cuestión de horas, los okupas fueron expulsados por la Policía Municipal. Diferentes colectivos de Pamplona lo intentaron hasta dos veces en los próximos meses. Todas acabaron con desalojos violentos.
Itziar fue una de las decenas de jóvenes que participó en la okupación del edificio el 23 de septiembre de 1985. "Después de limpiar todo nos enteramos de que nos desalojarían si no nos íbamos. Decidimos bailar al son de una gaita y con la barriga llena de cerveza y un bocata de chorizo empezamos a saltar", relata esta chica, que asegura que en pocos minutos la Policía Municipal ya había conseguido entrar en el edificio.
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"Hubo porrazos, golpes, gritos y confusión. Se me ocurrió preguntarle a un municipal si no le parecía que se comportaba como un nacional y recibí un porrazo en la cabeza (...) Entre tanto casi todos habían sido ya desalojados", sentencia.
Criticas a la sociedad de clases
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Los nuevos espacios se caracterizaban por un rechazo total a la autoritarismo y al partido político y por una voluntad basada en el "hazlo tú mismo"
Estas primeras okupaciones eran realizadas por pequeños grupos con un mensaje radicalmente diferente al dominante. Los nuevos espacios se caracterizaban por un rechazo total a la autoritarismo y al partido político y por una voluntad basada en el "hazlo tú mismo" (Do it yourself!).
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"Fue importantísimo plantear en las portadas de los periódicos la problemática de la vivienda juvenil y de los espacios socio-culturales para jóvenes. No podemos olvidar que muchas de las reivindicaciones que hoy en día realiza la PAH las viene realizando el movimiento okupa desde aquel 7 de diciembre de 1984”, prosigue Joni D.
El periodista y escritor Jacobo Rivero participó en la actividad de Minuesa a través de la asociación de estudiantes en la que militaba.
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El periodista y escritor Jacobo Rivero participó en la actividad de Minuesa a través de la asociación de estudiantes en la que militaba. No fue la única asociación que allí se instaló. También participaron en la actividad de la okupa Madres contra la Droga, movimientos antimilitaristas, antiracistas, feministas, ecologistas...
La okupación de Minuesa mostró el camino para la alianza del movimiento okupa con otros sectores de lucha social. Tras la experiencia de la antigua imprenta, se okuparon centros sociales en zonas más alejadas del centro permitiendo una vinculación mucho más fuerte entre el movimiento y el territorio. "La influencia de Minuesa es muy importante. Se empatizó con los trabajadores y se crearon vínculos entre nuevos centros ocupados y asambleas de trabajadores, por entonces con mucho más fuerza que ahora", prosigue Rivero.
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En 1999, y durante otro violento desalojo en Valencia se produciría el fallecimiento de José Luis Enguidanos Pons, de 32 años
El doctor Miguel Ángel Martínez recuerda que con la entrada del nuevo Código Penal, algunos CSOA desafiron abiertamente el nuevo marco legal y político incrementando su presencia pública y aumentando también "la resistencia pasiva y activa a los desalojos con más enfrentamientos en la calle con las fuerzas policiales".
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Así, en 1996, durante el primer año de Aznar como presidente del Gobierno, se produce la 'batalla del cine Princesa' en Barcelona, en la que tras una espectacular actuación policial iniciada en plena madrugada con cerca de 200 agentes policiales y un enorme despliegue de medios, entre los que figuraba hasta un helicóptero, los poderes públicos desalojaron la céntrica sala barcelonesa tras siete meses de okupación. La operación policial se saldó con 17 heridos y 55 detenidos.
A pesar de estos últimos desalojos, desde la Oficina de Vivienda de Madrid aseguran que el movimiento okupa goza en la actualidad de una "buena salud". "Probablemente esté en su mejor momento", asegura en esta entrevista.
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"Hay motivos suficientes para pensar que, por encima de desalojos y situaciones concretas, han llegado para quedarse definitivamente"
Sin ir más lejos, este mismo miércoles, 200 agentes de la Policía Nacional desalojaron de madrugada a los activistas del Patio Maravillas que apenas ocho horas habían okupado un edificio de 3000 metros cuadrados en pleno Paseo del Prado (Madrid). Los activistas del Patio Maravillas ya han advertido de que "no habrá desalojo" que los "pare".
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