24-M, empieza la segunda transición
El fin de la hegemonía del bipartidismo y la entrada de los nuevos partidos en las primeras filas de ayuntamientos y autonomías constituyen la única certeza de las elecciones históricas que se celebran hoy. PP y PSOE sólo aspiran ya a lograr un resultado digno con respecto a 2011.
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MADRID.- Aun sabiendo que iba a ser una legislatura larga y dura, si a Mariano Rajoy le hubieran adelantado el 21 de noviembre de 2011 -con un mapa del país coloreado de azul PP- cómo iban a ser las elecciones autonómicas y municipales de 2015, es probable que no lo hubiera creído. No habría creído que dos nuevas formaciones iban a llevarse buena parte de los votos del PP y del PSOE hasta dejarlos en mínimos históricos; que IU estaría a punto de desaparecer, y que UPyD, el partido con tanto futuro por delante entonces, agonizaba de viejo sin haber cumplido ocho años.
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Atrás queda, desde hoy, el sistema parlamentario fruto de la (primera) transición
A grandes rasgos, a día 24 de mayo de 2015 -día de elecciones municipales y autonómicas en 13 comunidades-, la situación de PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU y UPyD se resume en las líneas anteriores, a las que hay que sumar entre un 30 y un 45% de indecisos reflejados por las encuestas y que constituyen, en realidad, la gran incógnita que puede inclinar la balanza hacia un lado u otro según el territorio; pero que no pueden, en cualquier caso y tomando Andalucía como referencia, negar la evidencia. Atrás queda desde hoy el sistema parlamentario fruto de la (primera) transición española: bipartidista, con una izquierda visualizada como muleta del PSOE (IU) y con un grupo de nacionalismos sin más razón de existir ya que la de reivindicar la independencia de sus territorios de origen.
Partido Popular y Partido Socialista son, sin duda, los grandes damnificados de este comienzo de una segunda transición en España. En el PP el presidente del Gobierno aparenta tranquilo y convencido de que la mayoría de los indecisos "son votantes del PP acobardados por el todos contra nosotros", razonan desde el partido. "De ahí el paralelismo con Reino Unido", añaden, donde el conservador David Cameron arrasó contra todo pronóstico. Por ello, según Rajoy, los conservadores lograrán mantener la mayoría de los municipios gobernando en minoría (en los ayuntamientos basta con tener la lista más votada) y, "salvo en Extremadura", ganarán en las comunidades donde ya gobiernan.
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En el PP explican que Rajoy cree que la mayoría de los indecisos son votantes de su partido "acobardados" por el 'todos contra el PP'
Hacerse con las presidencias, reconocen en el PP, será más complicado, pero si logran distanciarse lo suficiente de las nuevas formaciones y cuentan con cierta complicidad del PSOE con respecto a la lista más votada ("Habrá que ver qué pasa en Andalucía"), seguirán gobernando en la mayoría de autonomías donde ya gobiernan. Incluidos los territorios madrileño y valenciano, los grandes quebraderos de cabeza del líder del PP. "Seguiremos siendo el partido más votado", sostienen los conservadores. Ése es el suelo que se ha impuesto Rajoy, "el menor del mal inevitable: una importante pérdida de votos".
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Contra la seguridad -al menos, aparente- del presidente del Gobierno choca, además del nerviosismo de barones y candidatos conservadores, el optimismo del PSOE, que también tiene entre sus objetivos volver a ser el partido más votado hoy, como lo fuera en 2003, hace la friolera de doce años. “Nos irá bien”. Con estas palabras, un alto dirigente del PSOE, muestra su confianza en que el 24-M los socialistas saldrán airosos de un envite electoral histórico.
El gran temor de PP y PSOE es el territorio madrileño, donde las últimas encuestas dan a Podemos y Ahora Madrid su mejor resultado
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Los socialistas coinciden con el PP en que el PSOE, puede ser el partido más votado en Asturias y Extremadura, aunque sólo los socialistas creen tener posibilidades de gobernar en Castilla-La Mancha, Aragón, Valencia, Canarias y Baleares. Incluso, según los acuerdos tras el 24-M, en algunas comunidades más. En cuanto a alcaldías, Sevilla, Huelva y Gijón son, según el PSOE, las tres grandes ciudades “a recuperar” con más posibilidades. Pero, en este caso, pasa como en las comunidades. Donde no haya mayoría absoluta del PP, el vuelco puede ser posible.
Catalunya es una de las grandes inquietudes socialistas, pues la pérdida del tradicional poder municipal del PSC puede ser un golpe demasiado grande. Aunque la mayor preocupación del PSOE --como la del Partido Popular-- esté en Madrid, donde quedar por detrás de Podemos o de Manuela Carmena (Ahora Madrid) sería un auténtico fracaso, y las encuestas apuntan en esta dirección, sobre todo, en los últimos dos días.
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Podemos se presenta con su marca a las autonómicas y ha invertido un millón de euros recaudados a través de microcréditos en las trece campañas
El partido sí se presenta con su marca a las elecciones autonómicas, y ha invertido un millón de euros recaudados a través de microcréditos en las trece campañas. Madrid, Valencia, Asturias y Aragón han sido los objetivos prioritarios para los de Iglesias, aunque el secretario de Organización insiste en que salen a ganar en todas las plazas. Los sondeos los sitúan los segundos en Asturias, por detrás del PSOE, y en Madrid previsiblemente ocuparán el mismo lugar en el podio, por detrás del PP de Cristina Cifuentes.
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En Ciudadanos, por su parte, ya dan casi por cumplido su objetivo. Y no se refieren al de llevarse los votos de centro y convertirse en el partido bisagra de los gobiernos de las 13 comunidades donde se celebran elecciones, sino al de haberse hecho visibles en toda España. "Más que a ser la llave le damos importancia a tener presencia en todo el territorio español, a haber salido de Catalunya. Hace semanas se ponía en duda todavía si éramos sólo un partido catalán; ahora ya no. Entramos en Andalucía y aspiramos a tener una presencia homogénea en el resto de comunidades", confirma el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas.
"El domingo vamos a ganar porque vamos a crecer. Esto va de votos. Y cuando uno pierde apoyos, pierde; y cuando gana apoyos, gana. Y nosotros vamos a ganar", asegura Albert Rivera
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Y ni siquiera da excesiva importancia a los escándalos que han rodeado al partido en los últimos 15 días. "En la calle no hemos detectado reacción alguna", asegura Villegas. "Ni buena ni mala", añade. Por ello, no se atreve a valorar si la aparición de falangistas, imputados o jubilados que no sabían ni que iban en listas --entre otras polémicas-- puede tener o no repercusión en el número de votos. "Lo único que sé es que esos casos sorprenden porque somos los únicos que actúan. En cuanto los detectamos, los expulsamos. Lo raro sería que fuera noticia que el PP o el PSOE llevan imputados en sus listas", zanja.
En el otro extremo de la autoestima y seguridad de Ciudadanos, se encuentran Izquierda Unida y UPyD, las formaciones más vapuleadas. La esperanza de IU para este domingo no es crecer. Ni siquiera mantenerse. Las encuestas han sido un jarro de agua fría que a nadie han sorprendido, empezando por su más que probable desaparición del Ayuntamiento de Madrid y acabando por la casi segura pérdida de grupos parlamentarios en Valencia y Asturias. El objetivo de IU es amortiguar una caída que han precipitado Podemos y la guerra interna en Madrid ante la encrucijada de la unidad popular.
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Varios dirigentes de IU han pedido el voto para Ahora Madrid y la coalición de izquierdas podría quedarse fuera del consistorio por primera vez desde la (primera) Transición
Pero saliendo de las regiones del norte, los sondeos dejan a IU bastante tocada, ya que los procesos de unidad popular no han cuajado y el voto de izquierdas queda tan fragmentado que apenas consigue representación institucional. El caso más claro es Madrid, donde el debate entre mantener las siglas o concurrir con la Ahora Madrid de Carmena─ junto a Podemos, Equo, Ganemos Madrid y Convocatoria por Madrid─ provocó la escisión en IU-CM.
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García Montero (IU-CM) aguanta la envestida de Podemos y la mala prensa de la que goza la formación regional, aunque acusa una sangría de más de la mitad de su actual representación
Sin embargo roza el 5% necesario para hacerse con tres concejales, por lo que Cayo Lara llama al "voto útil": "Estos votos son dos o tres concejales menos del PP y de Ciudadanos. Si IU no tiene representación en Madrid, no se podrá echar a la derecha del Gobierno local", advierte. Luis García Montero, candidato autonómico, sí que aguanta la embestida de Podemos y la mala prensa de la que goza IU-CM, aunque acusa una sangría de más de la mitad de su actual representación. El CIS le concede siete escaños frente a los 13 que ostentaba, aunque tampoco es segura su presencia en la Cámara según otros barómetros.
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"Las encuestas siempre han sido desfavorables para UPyD y no sería la primera vez que se equivocan", ha repetido Rosa Díez una y otra vez durante la campaña. Porque mientras unos se dan por ganadores, otros no quieren darse por vencidos. Y a pesar de que las encuestas no les den representación en ningún parlamento autonómico e incluso les quiten la poca que ya tienen en plazas como Madrid o Murcia, los magentas liderados por Díez aseguran que aún no están muertos.
"Somos un partido pequeño que hemos hecho grandes cosas", insisten en UPyD
Y lo argumentan subrayando que, pese a la crisis interna que asuela al partido, todavía "hay juego y hay muchas cosas por hacer". "Somos un partido pequeño que hemos hecho grandes cosas", sostienen fuentes de la formación, repitiendo las palabras que la portavoz ha resaltado mitin tras mitin, en actos callejeros cuyo único atrezzo consistía en un cajón que hacía las veces de pedestal y tribuna desde las que los todavía líderes magentas intentaban lanzar su mensaje anticorrupción.