Anamã: la Venecia de la Amazonia se enfrenta a una de sus mayores inundaciones
En esta pequeña villa, las canoas han sustituido a los coches y las serpientes y yacarés merodean por los palafitos.
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ANAMÃ (BRASIL),
"Bienvenido a la Venecia de la Amazonía"
Como cada año, la subida del río ha llenado de agua sus calles, pero ahora se prepara para su mayor inundación.
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Jugando al voleibol
Con la subida del río Amazonas en su curso alto, la ciudad queda completamente inundada. El nivel del agua ya superaba en estos días los 17 metros en Anamã y en las próximas semanas podría sobrepasar el récord alcanzado en 2015, cuando llegó a los 18,24 metros.
Jugando en la inundación
Además de las inundaciones, la presencia de yacarés. Los reptiles han proliferado en las aguas junto a otros animales, como serpientes, escorpiones y arañas venenosas.
Los niños recogen agua de un depósito
Muchas familias han tenido que abandonar sus hogares, el agua potable llega turbia y con mal olor, los productos comienzan a escasear en las tiendas y los pacientes de los hospitales de la región son atendidos en balsas.
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Una niña conduciendo una canoa por las calles inundadas
Anamã lleva años convertida en una "ciudad anfibia". Para escapar de las inundaciones, los habitantes y comerciantes se han visto obligados a construir "marombas", como se conocen en Brasil los pisos hechos con tablones de madera y situados en la parte superior de las casas palafito.
Varios niños juegan en el campo de fútbol inundado
Las inundaciones también se han llevado por delante el recelo por la pandemia del coronavirus, la cual azotó fuertemente el estado de Amazonas durante la primera y segunda ola de una crisis sanitaria que ya deja más de 455.000 muertos en el país.
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Caminando por el agua
Nadie usa mascarilla en los canales de Anamã y poco se habla del virus. La única preocupación de sus habitantes es cuándo comenzará a bajar de nuevo el nivel del agua.
El único medio de transporte son las canoas
Los agricultores han perdido toda su plantación de plátanos, papayas y maracuyá, la cual se sitúa en la comunidad de Vila do Cuinha, en la zona rural de Anamã, a 160 kilómetros de distancia en línea recta de Manaos, capital del estado de Amazonas.
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Cazando patos
Anama no es la única ciudad en la que suceden estas inundaciones. Las escenas se repiten en muchos puntos del estado de Amazonas, donde al menos 50 de sus 62 municipios se han visto afectados por la subida de los ríos.
Jugando en las crecídas de los ríos
La gente se ha acostumbrado a vivir así, ahora solo salen de casa para pescar.