¿Volverá Europa a ver un "cielo estrellado"?
Hay una Grecia de gente amable, solidaria, comprometida que ayer tuvo por unas horas en sus manos los mandos de Europa
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Cerca del barrio ateniense de La Plaka hay un rastrillo de antigüedades especialmente transitado los domingos. Caminando hacia la carpa que ha colocado Syriza en el centro de la ciudad, se ve que Atenas es uno de los mayores museos urbanos del mundo. El grafiti ateniense puebla kilómetros y kilómetros de paredes, como si los jóvenes quisieran maquillar la ciudad para gritar que lo que quieren es “tunear” su realidad.
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Hay una Grecia de gente amable, solidaria, comprometida que ayer tuvo por unas horas en sus manos los mandos de Europa. Hay una gente en Europa a la que el sistema no le permite alcanzar el poder político y que trabaja y vive con honradez, sin pisotear a nadie, sin abusar del otro. Si uno leyera los tuits que lanzaba desde Atenas el articulista Herman Tertsch pensaría que con la victoria de Tsipras se acercaba el apocalipsis, pero era llamativa la tranquilidad de la celebración, como lo es en esta mañana de resaca electoral.
En la carpa colocada por Syriza en una céntrica plaza comienza a concentrarse gente a primera hora de la tarde. Alguien intenta comprar camisetas, pegatinas o banderas de Syriza pero la respuesta es que no venden nada. Mucha gente ha venido de fuera para unirse al pueblo griego y pronunciar la palabra esperanza en distintos idiomas. Italianos, alemanes, españoles, daneses… son muchos los europeos que han querido asistir al que podría ser el parto de una nueva Europa.
Tsipras se dirige a sus seguidores tras ganar las elecciones. - CLEMENTE BERNAD
A la espera del resultado de las votaciones. - CLEMENTE BERNAD
Seguidores de Syriza aguardan los datos. - CLEMENTE BERNAD
Votantes de Syriza en el centro de Atenas. - CLEMENTE BERNAD
Un Tsipras sonriente se dirige a dar su primer discurso como ganador de las elecciones. - CLEMENTE BERNAD
El líder de Syriza, en la tribuna. - CLEMENTE BERNAD
Dos personas se abrazan tras la victoria de Syriza. - CLEMENTE BERNAD
Cuando los resultados avanzan y van confirmando la victoria de Syriza, el interior de la carpa se va convierte en unas fiesta. Se ha formado un círculo en el que la gente baila, se emociona. Empieza a sonar una canción y poco a poco todos los asistentes griegos comienzan a corearla. Es una música que produce una emoción especial. Alrededor del círculo central se ven rostros recorridos por lágrimas mientras las voces corean con fuerza: "Pote tha kanei, pote tha kanei".
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La crisis ha dejado muchas madres sin hijos e hijos sin padres o madres. En estos días en Atenas varios interlocutores han hablado de la ocultación que hace el Gobierno heleno de las cifras de suicidios, que en los últimos años se han multiplicado como consecuencia de las duras políticas aplicadas por los troikanos. La vida se ha hecho insoportable para un pueblo en el que se han polarizado el miedo y la esperanza.
*Emilio Silva es sociólogo y periodista
Fotografías de Clemente Bernad: visite su web