Este es el mundo más seguro que nos prometió el trío de las Azores
Trece años después de la invasión de Irak, los conflictos en la región se han multiplicado y han adquirido magnitudes bíblicas. En lugar de combatirlos seriamente, los países occidentales los alimentan con sus desastrosas políticas hacia Oriente Próximo. Una de las consecuencias de este gran desbarajuste es el terrorismo, que hoy campa a sus anchas.
Publicidad
JERUSALÉN – La oleada de atentados que han sufrido Europa y Estados Unidos, por no mencionar Oriente Próximo, que es la parte más afectada con diferencia, deben hacer reflexionar a Occidente sobre la política que se ha seguido en la región del Creciente Fértil y el norte de África desde la guerra de Irak de 2003.
Publicidad
Hay que insistir en que ni siquiera resolviendo estos conflictos, lo que tal como están las cosas ahora se presenta como una tarea de titanes, tendremos garantías de que la violencia indiscriminada vaya a desaparecer, pero de todas formas es imprescindible intentar rebajar las tensiones en todo lo posible y forzar un cambio de clima de manera radical.