20-N: todo por hacer
* Área de Memoria Democrática y Cultura por los Derechos Humanos de Podemos
Publicidad
Actualizado:
* Área de Memoria Democrática y Cultura por los Derechos Humanos de Podemos
Publicidad
Se acerca el 20 de noviembre y la agenda mediática da especial relevancia a nuestro pasado traumático para confirmar nuevamente el conflicto de memorias, el dolor indignado de las víctimas y sus familiares y la cultura de la impunidad en la que vivimos.
El Instituto Cervantes celebra en el exterior actividades en torno al 80º aniversario de la guerra civil, mientras las instituciones políticas y culturales hurtan este debate a la esfera pública española. Las autoridades españolas siguen sin contestar los nuevos exhortos de la justicia argentina en la causa interpuesta en Buenos Aires por las víctimas del franquismo, la Fiscalía General del Estado trata de impedir que los Jueces españoles tomen declaración tanto a los victimarios de la dictadura como a las víctimas, como le sucedió a Gerardo Iglesias al ir a declarar el pasado 4 de octubre en Oviedo.
Las autoridades españolas siguen sin contestar los nuevos exhortos de la justicia argentina
A 20 de noviembre de 2016 sigue existiendo una Fundación Francisco Franco, que al contrario que las víctimas del dictador, sí puede acceder a la justicia para poner una querella contra Celia Mayer, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid por retirar un monolito. En noviembre de 2016, la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, declaraba que a un colegio no puede llamarse “14 de abril” por “las sombras de la República” y al día siguiente colocaba un retrato de un ministro franquista en una parada de Metro.
Publicidad
Otro 20 de noviembre vemos que el pasado no termina de pasar
Son innumerables los informes que hay para transformar el Valle de los Caídos de un escenario del horror en un memorial democrático, las recomendaciones de organismos y referentes internacionales de derechos humanos como la ONU, Amnistía Internacional, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo o el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Son perseverantes las demandas de las víctimas, constantes las propuestas por abrir un debate de las organizaciones españolas de Memoria y de Derechos Humanos y sin embargo, la distancia entre el Estado y las demandas de todos estos agentes es abismal, cuando la fortaleza de nuestras instituciones no debería medirse por su capacidad de silenciar y ocultar parte de su historia, sino por su capacidad de afrontarla.
Publicidad
Claramente es una cuestión de voluntad política, de que las instituciones estén a la altura de su gente. Debe haber voluntad politica para democratizar el espacio público
Porque sus recomendaciones buscan resignificar este espacio como los alemanes lo han hecho con los campos de concentración, con un Centro de Interpretación que aporte investigación y explicación crítica sobre la ideología, el proyecto y el contexto histórico de la construcción del Valle, hoy todavía gestionado por la Orden Benedictina por un acuerdo firmado en 1958.
Publicidad
Claramente es una cuestión de voluntad política, de que las instituciones estén a la altura de su gente. Debe haber voluntad politica para democratizar el espacio público, dentro de un plan integral que garantice derechos fundamentales, con una condena y anulación formal de las resoluciones judiciales y administrativas del régimen franquista, con esclarecimiento de la verdad sobre la represión y los crímenes (fosas, torturas, bebés robados, expolios, trabajo esclavo, exilio…) mediante el libre acceso a todos los archivos públicos y privados, con respaldo y dotación de recursos para la persecución de los crímenes del franquismo ante la Justicia. Voluntad política para poner fin a la discriminación de las víctimas del franquismo y por la construcción de una sociedad que se sienta orgullosa de cómo resolvió su pasado más reciente, por una democracia plena.