Mar Mas, presidenta de la AMDP, sobre el caso Rubiales: "No queremos las migajas, lo queremos todo"
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madrid, Actualizado:
No se trata sólo del fútbol. Las consecuencias que está teniendo a nivel social y de movilización el beso no consentido de Luis Rubiales (ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol tras el anuncio de su sorpresiva dimisión este domingo) a Jenni Hermoso, "está llamado a revolucionar todo el deporte femenino".
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Así lo afirma en esta entrevista a Público la presidenta de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP), Mar Mas, que exige una reorganización total del modelo de las distintas federaciones para que la igualdad entre definitivamente en los órganos de gobierno de las distintas disciplinas deportivas.
"Estamos hartas de ser patrocinadas, de ser ninguneadas, rebajadas y es urgente una igualdad real en el mundo del deporte. Ya no nos conformamos con las migajas, lo queremos todo", afirma Mas.
La decisión de Rubiales de dimitir de sus cargos se ve más como una postura estratégica para su defensa y para intentar la vuelta a la Federación en el futuro que como un reconocimiento real lo que realmente representa: la punta de un gigantesco iceberg del machismo que subsiste en el fútbol, pero también en otros deportes.
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Para Mar Mas, Rubiales no es capaz de entender la dimensión real de lo que ha provocado con el supuesto beso y lo ha dejado claro en su escrito de renuncia de su cargo este pasado domingo.
"Su comunicado es para que la gente lo lea tres o cuatro veces porque es muy fuerte. Sigue en sus 13 y no es capaz de entender la dimensión de lo que ha provocado. Lo bueno es que con su actitud ha hecho tambalear la Federación Española de Fútbol como nunca antes se había hecho, pero también a todas la federaciones regionales en donde hay una gran preocupación".
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En su texto, explica Mas, "no hay reconocimiento de errores. Él sigue afirmando que lo ha hecho bien, que no sabe porque lo sacan de aquí y que es la víctima porque hay poderes fácticos que trabajan en su contra. Sin embargo, además de agresión sexual a una jugadora, tiene procesos abiertos por cobro de comisiones y por llevarse una liga a un país en que los derechos de las mujeres no están garantizados".
"Todos queremos que personajes como Rubiales saquen sus manos del deporte que mueve mucho dinero", pero advierte que hay que poner el ojo sobre los patrocinadores "para que miren qué valores están promoviendo con sus aportaciones".
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Aviso a navegantes
Ese beso no consentido a Hermoso "es un aviso a navegantes" para que entiendan que las mujeres en el deporte "no son las niñas o las chicas, son mujeres y hay que respetarlas". Tal como ha asumido a sociedad, "esto se acabó", afirma esta activista.
El terremoto del beso no consentido y la explosión social con el #SeAcabó, "supone una revolución en todo lo que tiene que ver con el deporte femenino, no sólo con el fútbol", explica la presidenta de la asociación de mujeres deportistas.
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Mas resalta lo insostenible de las disparidades de las mujeres en el deporte, como el hecho de que existen federaciones en donde hay entrenadoras que cobran sueldos de miseria y son obligadas a hacerse autónomas porque dicen que no hay dinero. "Sin embargo vemos que los altos cargos de la distintas instituciones se reparten sueldos de infarto. El problema es que existe un sistema corrupto que se protege a sí mismo y que no podemos consentir que siga existiendo ni un minuto más".
Una huelga hasta las últimas consecuencias
Las dos jornadas de huelga acordadas por las jugadoras de fútbol que ha comenzado este pasado viernes son una demostración de fuerza y de hartazgo de las jugadoras. No es la primera vez que van a la huelga. En 2019 protagonizaron diversas jornadas de presión para conseguir el primer convenio colectivo del sector. Ahora las presiones vuelven a repetirse, pero esta vez no se trata sólo de sueldos y de condiciones económicas.
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Con el convenio colectivo de 2020 se consiguieron ciertos avances pero muy escasos. Por ejemplo, que las jugadoras tuvieran garantizado un mínimo de 16.000 euros anuales de sueldo si eran contratadas a tiempo completo. Las entrenadoras, sin ir más lejos, cobran 25.000 euros anuales, mientras sus homólogos hombres cobran mucho más. "Esta situación es insostenible", afirma Mas.
"Seguimos hoy negociado el convenio para que las jugadoras puedan tener un sueldo digno. Cuando dicen que no hay dinero, hay que recordar que todas las federaciones (no sólo la del fútbol, pero esta también) son entidades sin animo de lucro y que por tanto los fondos los deberían reinvertir en la promoción del deporte. Sin embargo vemos una y otra vez como los ingresos se van en los sueldos estratosféricos y vergonzosos de sus cúpulas, que son todos hombres. Y es es un dinero que no se justifica".
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Ahora las reivindicaciones van mucho más allá. No sólo exigen que el salario mínimo se eleve hasta los 23.000 euros anuales, sino que puedan contar con todas los recursos que se dan a los equipos masculinos, como nutricionistas, médicos especializados, hoteles apropiados para las concentraciones... y federaciones bicéfalas. Es decir, "que exista una federación para el fútbol masculino y otra para el femenina, con sus respectivas ejecutivas. También que se imponga por ley la paridad en todos los estamentos de las federaciones del deporte, garantizando que ningún sexo esté representado con menos del 40% de los miembros".
Una ley del deporte con perspectiva de género
Para Mar Mas es clave que se revise la ley del deporte que entró en vigor a principios de enero de 2023, pero cuyos reglamentos (que debían ser desarrollados seis meses más tarde), se vieron frenados por el adelanto electoral. "La ley se ha quedado obsoleta nada más publicarse".
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"Después de esperar 33 años para tener una ley del deporte que nos pusiera en valor, ésta repite todos los impedimentos que se encuentran las mujeres en la práctica del deporte federado. Es una ley poco ambiciosa, pobre, hecha sin ganas, para salir del paso y continuista, que sigue apuntalando el poder corruptelar de los organismos que gestionan las federaciones", afirma Mas.
"Ya está bien, es hora de que cada uno asuma su responsabilidad. Entre ellos el Comité Superior de Deportes (CSD) que es quien debería estar defendiendo la igualdad de las mujeres en el deporte. Romper toda la estructura creada llevará mucho tiempo, por lo que es mejor que pongamos una nueva. Nuevos andamios", apunta.
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Mar Mas no quiere dejar de reconocer la importancia que ha tenido la creación hace dos años del sindicato Futpro para defender los derechos de las jugadoras. Hasta entonces, la mayoría de los sindicatos sólo miraban por la defensa de los derechos de los futbolistas hombres. Futpro ha roto la baraja y tiene voz propia.