Machismo de campeonato: así roban los hombres el foco a las deportistas de éxito
La visita del FC Barcelona femenino al Ayuntamiento de la capital catalana tras ganar la Champions League ha desatado indignación al ver cómo las jugadoras han quedado relegadas a un segundo plano.
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madrid,
La visita protocolaria del FC Barcelona femenino al Ayuntamiento de la capital catalana se anticipaba como un evento solemne para celebrar la histórica temporada del equipo de fútbol, que culminó con una victoria por 2-0 ante el Olympique de Lyon en la final de la Champions League. Este triunfo selló una temporada sobresaliente en la que las futbolistas conquistaron cuatro títulos y su segunda Copa de Europa consecutiva.
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Todo transcurrió según lo previsto, hasta que, durante la recepción oficial en el consistorio, el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, tuvo un gesto inesperado mientras posaba junto al presidente azulgrana, Joan Laporta, y la capitana del equipo, Alexia Putellas. Durante la sesión fotográfica, Collboni sorprendió a todos al quitarle a Putellas la camiseta del equipo con la que ambos debían posar junto a Laporta. Este gesto causó asombro en la futbolista catalana, como se aprecia en las imágenes que capturaron el momento.
Otra escena que opacó la celebración ocurrió al descender del avión que trajo a las campeonas de vuelta a Barcelona. En primera línea, el presidente Laporta y el entrenador Jonathan Giráldez bajaron con la copa, mientras que la capitana y el resto de las jugadoras descendieron en segundo plano. Las redes sociales rápidamente difundieron imágenes comparativas que mostraban la misma escena cuando ganó la Champions el equipo masculino. En estas se aprecia una notable diferencia: Laporta aparece detrás del capitán y del entrenador, siendo estos los que sostienen la copa.
Quitar protagonismo a las deportistas
Algunas mujeres deportistas se han ido haciendo hueco entre los espacios ocupados por hombres y, sobre todo, por el fútbol masculino, con ejemplos como Carolina Marín en bádminton, Garbiñe Muguruza en tenis o Lidia Valentín en halterofilia. Sin embargo, el reconocimiento y apoyo con el que cuentan, así como la visibilización de sus triunfos y logros –incluso en el caso de las más conocidas– continúan limitados en un entorno que aún está profundamente arraigado en el patriarcado.
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Desgraciadamente, el incidente inapropiado con Putellas no es algo nuevo para las mujeres deportistas. El resultado mediático de la agresión de Luis Rubiales a Jenni Hermoso acabó restando visibilidad al mérito deportivo que supone hacer historia al ganar el primer Mundial de fútbol femenino.
En agosto del año pasado, se desató gran polémica cuando se difundió una fotografía de la Generalitat Valenciana junto a las integrantes del equipo de gimnasia rítmica. En la imagen, las deportistas, que habían ganado la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo, posaban de rodillas en fila delante de los políticos.
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Las jugadoras del FC Barcelona sintieron la misma indignación el año pasado durante la entrega de trofeos de la Supercopa de España. En fila, en el césped, recogieron ellas mismas las medallas que estaban colocadas en una mesa.
Tras el estallido de críticas, la Federación Española de Fútbol emitió un comunicado tratando de justificarse. Aseguraron que "de acuerdo con los protocolos de premiación de la RFEF, y teniendo en cuenta tanto el elevado número de representación institucional, así como las infraestructuras para el acceso al palco desde el césped del estadio, el departamento de Protocolo decidió activar la ceremonia de entrega en el palco de la misma manera que se lleva cabo en la Copa del Rey: entrega de la Copa a la capitana del equipo campeón y entrega de medallas al equipo vencedor en césped/vestuario".
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Comparen las dos entregas de medallas en la Supercopa masculina y femenina, de vergüenza lo que ha hecho la @rfef ð pic.twitter.com/iXN73ypBMB
— Diego ð¿ (@DiegoRBCA) January 22, 2023
Este año ha vuelto a suceder lo mismo. La final de la Copa de la Reina dejó una situación bochornosa: las jugadoras recibieron las medallas en bolsas y se las pusieron miembros del cuerpo técnico del club. Salma Paralluelo, vigente Balón de Bronce, fue captada diciendo "¿Es broma?".
Paternalismo e infantilización
Históricamente, los hombres han ocupado casi en su totalidad el espacio de la práctica deportiva y la toma de decisiones. Fernando Herranz, investigador del Observatorio de las Masculinidades de la Universidad Miguel Hernández, explica a Público que las imágenes de lo ocurrido con Collboni muestran un pacto de masculinidad entendido en relaciones de poder y jerarquía, "con cierto paternalismo, sexismo benevolente e infantilización".
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El investigador opina que el deporte femenino continúa viéndose como un juego y no como una disciplina deportiva. Según el experto, valores como la honorabilidad y la superación se siguen asociando con los hombres. Herranz considera que esta situación no habría ocurrido si se tratara de un deportista masculino el que ocupa el lugar de Putellas. "Para el alcalde sería un honor recibir la camiseta directamente del capitán masculino", dice.
Impacto en la salud mental de las jugadoras
La falta de espacio y reconocimiento del deporte femenino en España trae consigo demandas que impactan en la salud mental de las profesionales. El sindicato mayoritario entre las futbolistas, FUTPRO, ha presentado este martes una encuesta a más del 40% de las futbolistas profesionales españolas de Primera División.
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El 80% de las futbolistas profesionales españolas han sufrido depresión, estrés o ansiedad
El reciente estudio La salud mental en el fútbol femenino revela cifras preocupantes. El 80% de las jugadoras de fútbol de élite han sufrido síntomas de depresión, estrés o ansiedad. El 60% de ellas no se sintieron apoyadas por su club y, lamentablemente, el 70% opinan que las exigencias de los clubes hacen que tengan más posibilidades de sufrir problemas de salud mental.
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El informe recoge declaraciones de las propias futbolistas. Entre ellas las de Irene López, exjugadora del Madrid CFF. López dejó el fútbol con 20 años, tras ganar un Mundial con 17 y recibir la Bota de Bronce.
La futbolista asegura que "podría disfrazar los motivos" por los cuales dejó el fútbol, pero no lo iba a hacer: "Lo dejo por cuestiones de salud mental, y lo comparto para aquellos que me lean y se den cuenta de que no están solos, de que en esta vida hay que priorizarse por encima de todo, de que desde que nacemos hasta que morimos solo tú vas a estar contigo, y hay que cuidarse. Y yo digo adiós para cuidarme".
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Deconstruir la masculinización
La igualdad de oportunidades y el reconocimiento del deporte femenino continúan estando muy lejos. Fernando Herranz insiste en la importancia de señalar los avances significativos logrados por el fútbol femenino: un apoyo social creciente, estadios llenos y un aumento en referentes a seguir para niñas y adolescentes. Sin embargo, subraya la necesidad de continuar progresando mediante la garantía de derechos, el reconocimiento institucional y la mejora de las condiciones laborales.
Fernando Herranz: "Es necesario deconstruir elementos masculinizados y promover cambios culturales y políticos"
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"Romper las barreras y asomar la cabeza cuesta mucho, pero el camino sigue siendo muy largo", lamenta Herranz. El investigador señala un punto clave que requiere atención: la masculinización. "Es necesario deconstruir los elementos masculinizados y promover cambios culturales en conjunto con transformaciones políticas", expresa.
Herranz opina que, a pesar de los logros obtenidos, persiste una percepción social que relega a las futbolistas a una posición inferior. "Son escasos los medios que dieron portada a la victoria del FC Barcelona femenino", insiste.