¿Qué harías si una mujer te alerta de que ha sufrido una agresión sexual? El plan para hacer de los bares lugares seguros
Más Madrid presentará una iniciativa para que la Comunidad de Madrid dé ayudas a los establecimientos para activar protocolos que animen a las mujeres a pedir ayuda y aseguren que salen lo mejor posible de esas situaciones.
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madrid,
¿Qué harías si una mujer llegara al restaurante, tienda o biblioteca en la que trabajas y te dijera que es víctima de violencia de género, o que ha sufrido una agresión sexual? Probablemente, en muchas ocasiones, no sabríamos cómo proceder. Ahora, los bares de la Comunidad de Madrid podrían sumarse a los de otros territorios y convertirse en espacios donde actuar con seguridad y apoyo.
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La violencia machista tiene muchas caras: desde los insultos, el control o el acoso, hasta las agresiones físicas. Y aunque puede parecer que ocurre en la intimidad de los hogares, la realidad es que los espacios públicos que todas habitamos tienen bastante que decir, entre otras cosas porque también son testigos de algunas de sus versiones más atroces. Romper con la pasividad y hacer que estos lugares se conviertan en refugios para las mujeres es, por tanto, un desafío colectivo e iniciativas como la que presentará Más Madrid este jueves en la Asamblea buscan transformar precisamente este contexto. De su aprobación (o no) dependerá que los cambios puedan ponerse en marcha.
Diferentes sectores dentro de los feminismos llevan años advirtiendo de que la normalización de la violencia machista se sostiene, en gran parte, por la existencia de ambientes de aparente connivencia, donde las agresiones, el acoso o la intimidación son ignorados y trivializados. Estos ambientes generan una cultura de impunidad que terminan reforzando los comportamientos violentos y silenciando a las víctimas.
'No estás sola': cómo adoptar un rol activo
Acabar con esta complicidad estructural requiere que los espacios públicos, que son lugares de interacción cotidiana, se transformen en entornos activos de prevención y detección. Esto implica un cambio cultural donde todos los actores que participan –tanto los trabajadores, como los usuarios– adopten un rol de vigilancia y acompañamiento frente a cualquier forma de violencia.
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El origen de esta iniciativa tiene sus raíces en campañas internacionales como la conocida 'Ask for Ángela', nacida en el Reino Unido
El origen de estas iniciativas tiene sus raíces en campañas internacionales como la conocida Ask for Ángela, nacida en el Reino Unido en 2016. Promovida por el Consejo del Condado de Lincolnshire, esta estrategia invitaba a las mujeres que se sintieran incómodas o en peligro en bares y locales de ocio a "preguntar por Ángela" al personal del establecimiento, activando así un protocolo discreto de asistencia.
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La premisa es simple: proporcionar una palabra clave que permitiera a las mujeres solicitar ayuda sin llamar la atención del posible agresor. Se trata de un enfoque que, como explica a Público Loreto Arenillas, responsable de Igualdad en Más Madrid, tuvo un impacto positivo y ha sido replicado en diferentes partes del mundo, como Italia o Argentina, incluidos algunos territorios en España.
Barcelona fue una de las ciudades pioneras en adaptar esta idea, implementando el protocolo de protección 'No callem' (No callamos) en 2018
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Barcelona fue una de las ciudades pioneras en adaptar esta idea, implementando el protocolo de protección No callem (No callamos) en espacios de ocio nocturno desde 2018. La capital catalana, bajo el mandato de Ada Colau (En Comú Podem), lanzó una campaña en pubs y bares, donde el personal era formado para detectar y actuar en situaciones de acoso o agresión sexual. Estos esfuerzos demostraron su efectividad en casos como el de Dani Alves, donde el protocolo activado en la discoteca en la que sucedieron los hechos permitió que la víctima del futbolista fuera atendida de manera inmediata, protegiéndola y facilitando que pudiera denunciar (si quería).
Durante el mandato de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid, su equipo impulsó una propuesta similar. La campaña, lanzada también en 2018, fue una de las primeras aproximaciones en la Comunidad de Madrid hacia la creación de una red de locales comprometidos con la seguridad de las mujeres y, aunque no llegó a tener el despliegue que se esperaba debido al cambio de Gobierno, marcó un precedente importante. Otras regiones, como Andalucía o Murcia; y ciudades, como València, Vitoria o Zaragoza, también han desarrollado planes parecidos.
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La propuesta de Más Madrid en El rincón de Aroa
Ahora, el principal grupo de la oposición madrileña ha vuelto a tomar el testigo con algunas novedades: esta vez, la idea es que la intervención no se limite a lo que pueda suceder en los propios establecimientos, sino también a todo lo demás. Eso que no se ve, pero no por ello nos ha de resultar indiferente.
Loreto Arenillas: "Si un maltratador sabe que hay ojos en muchas zonas, se lo pensará dos veces antes de ejercer violencia"
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"No es que en el bar suceda algo, es que si una mujer es víctima en su casa, debería poder bajar al bar y decirlo. Si un maltratador sabe que hay ojos en muchas zonas, se lo pensará dos veces antes de ejercer violencia", razona Arenillas. El partido regionalista ha presentado la iniciativa este martes en Coslada, de la mano de El rincón de Aroa, un bar que aspira a ser uno de los precursores de la campaña. "Tengo hermana, sobrinas y amigas... Yo no he sufrido violencia de género, pero conozco a gente que sí. Acabar con esto es lo más importante ahora mismo", ha afirmado Aroa, dueña del local.
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid en la Asamblea, lamentó la actitud del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso "cada vez" que se intentan "impulsar medidas de igualdad". Según Bergerot, quien también intervino en la presentación -que incluyó la colocación de cartelería para identificar el restaurante como un espacio seguro-, la respuesta "siempre son risas".
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Manuela Bergerot: "Frente a los chistes del Gobierno de Ayuso, buscamos políticas reales y modelos de hacer las cosas de un modo diferente"
"Frente a sus chistes, buscamos políticas reales y modelos de hacer las cosas de un modo diferente", ha insistido Bergerot, al mismo tiempo que ha puesto de relieve que la propuesta no solo pretende ser una herramienta de intervención, sino también de sensibilización para que los hombres se responsabilicen y entiendan que las mujeres no siempre se sienten seguras en sitios que deberían ser distendidos y para el ocio.
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Justamente en Coslada ya existen antecedentes que demuestran que este tipo de políticas pueden funcionar. La concejala de Igualdad y Diversidad de Más Madrid en ese municipio, Paz Garretas, cuenta –en una conversación con este medio– que en el Ayuntamiento hay un protocolo según el cual actuar, tal y como marca la ley. Aunque desconfía de que esto sea algo que funcione con efectividad y de la misma manera en otras localidades y espacios públicos.
El objetivo es "transgredir el discurso del miedo y del 'ten cuidado', y avanzar hacia el 'este es un entorno seguro'"
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A su juicio, iniciativas como los puntos violetas han sido un paso importante para "transgredir el discurso del miedo y del 'ten cuidado', y avanzar hacia el 'este es un entorno seguro'". Se trata de huir de retóricas que demonizan los ambientes festivos y ponen la mirada en los comportamientos de las víctimas.
No obstante, al Bar de Aroa no será el único que adopte estas medidas. La intención de Más Madrid es que este modelo se expanda a otros municipios –como Alcorcón o Rivas– donde están en el Gobierno y que, con el apoyo necesario, se puedan desarrollar más programas de concienciación de este estilo. "Lo importante de que se apruebe en la Asamblea es la financiación", ha insistido Loreto Arenillas. Sin financiación, las formaciones (parte fundamental del plan) no se podrán llevar a cabo.