Las autoridades palestinas ha acusado este martes al Ejército de Israel de matar a tiros a tres palestinos en un hospital de la ciudad cisjordana de Yenín, en el marco de una operación llevada a cabo por agentes infiltrados que han irrumpido armados en las instalaciones del Hospital Ibn Sina. Israel, por su parte, ha afirmado que los asesinados eran parte de una célula terrorista que planeaba un atentado tras esconderse en el hospital.

"Esta mañana, tres jóvenes han caído mártires por los disparos de las fuerzas de ocupación, que irrumpieron en el Hospital Ibn Sina de Yenín y les dispararon dentro de sus unidades", ha publicado el Ministerio de Sanidad vinculado a la Autoridad Nacional Palestina a través de un comunicado publicado en Facebook. En este sentido, Mai al Kaila, la ministra de Sanidad palestina, ha pedido a la ONU y a las diferentes organizaciones de derechos humanos que acaben "urgentemente" con los "crímenes diarios" cometidos por Israel tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza.

"La ocupación ha cometido una nueva masacre dentro de un hospital", ha afirmado. Después, ha añadido que este suceso se suma a las "decenas de crímenes" cometidos "contra centros de salud y contra personal de salud" en los territorios palestinos. Por último, ha recordado que el Derecho Internacional debería de proteger las infraestructuras civiles, incluidos los hospitales.

Un vídeo publicado por el Ministerio de Sanidad palestino, aparentemente grabado por una cámara de seguridad, muestra a varios agentes israelíes entrando armados en los pasillos del hospital, vestidos como médicos, enfermeras y civiles, de cara a localizar y matar a los tres palestinos.

Por su parte, el Ejército de Israel ha asegurado que los tres muertos eran parte de una célula que estaba planificando "actividades terroristas" y que se había escondido en el interior del hospital. Uno de los presuntos integrantes de esta célula era Muhamad Jalamné, un residente en el campamento de refugiados de Yenín que "mantenía contactos con sedes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el extranjero" y que "entregó armas y municiones a operativos terroristas para llevar a cabo ataques armados inspirados en los sucesos del 7 de octubre".

"Desde hace tiempo, un gran número de personas buscadas se han escondido en hospitales y los usan como base para planificar actividades terroristas y llevar a cabo ataques, ya que creen que los hospitales servirán de protección contra las actividades de las fuerzas de seguridad", ha argumentado Ejército de Israel en su web. "Las fuerzas de seguridad seguirán actuando contra cualquier amenaza que ponga en peligro la seguridad de los ciudadanos del Estado de Israel", ha añadido.

Hamás, por su parte, ha tildado lo sucedido de "ejecución" y ha recalcado que uno de los palestinos fue tiroteado "en su propia cama". "Se trata de un crimen de guerra", ha dicho el Centro Palestino de Información. "Afirmamos que este crimen no quedará sin respuesta y que la resistencia, que ha prometido a nuestro pueblo llevar a cabo la yihad hasta que la ocupación haya sido derrotada y hasta que todos los derechos sean restaurados, no se verá intimidada por los asesinatos", ha zanjado.