Unión Europea Todo por decidir: los Veintiocho negociarán los puestos claves de la UE hasta el amanecer
Los jefes de Gobierno de los 28 países de la UE buscan acordar quién será el próximo presidente de la Comisión Europea en una cumbre que se prevé maratoniana. La decisión está muy abierta y las posiciones, tan alejadas que podríamos no tener acuerdo esta semana.
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bruselas, Actualizado:
Primero, segundo, postre, copa y lo que surja. Se espera que la sobremesa de la cena de los jefes de Gobierno de este jueves en la que discutirán quién ocupará puestos clave de las instituciones comunitarias en los próximos cinco años se alargue hasta las primeras horas del viernes. En Bruselas, este 20 de junio no será una de las noches más cortas del año. Casi un mes después de las elecciones europeas, aún no hay favoritos claros para presidir la Comisión. “Todo está abierto. Hay muchas conversaciones y la aspiración es intentar llegar a un acuerdo cuanto antes. Si es posible en este Consejo, mejor”, explican fuentes diplomáticas.
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El próximo presidente de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, del Banco Central Europeo, y el jefe de la diplomacia europea son los cargos que estarán el menú. Es posible que en las conversaciones entren también otros cargos clave, como las vicepresidencias de la Comisión.
El día comenzará pronto. A las 8 de la mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá con los líderes de Bélgica, Holanda, Portugal, Estonia (que sustituye a Croacia) y Letonia, quienes conforman un grupo de negociación informal nominado por el Consejo, para encontrar un “candidato de consenso” que los Veintiocho puedan apoyar en la cena. Los seis líderes ya se reunieron la semana pasada en Bruselas, sin que transcendiera ningún nombre. Durante el día, Sánchez se encontrará también con el presidente francés, Emmanuel Macron, con los miembros de la familia socialista europea y con el actual presidente de la Eurocámara, el italiano Antonio Tajani.
El actual presidente del Consejo, Donald Tusk, también se ha reunido con todos los jefes de Gobierno y líderes de los partidos Parlamento Europeo en los últimos días para testar las aguas y determinar si se puede llegar a algún acuerdo esta noche. Aunque fuentes de cercanas a las negociaciones han dicho que esta semana es el momento de llegar a un acuerdo, el ambiente en Bruselas es de que la reunión será larga y puede terminar sin decisión.
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A pesar de que todos se han reunido con todos, todo sigue abierto y el hermetismo sigue dominando la situación. Las pistas sobre quiénes ocuparán los cuatro top jobs siguen siendo las mismas. Primero, que el currículum del candidato importa más que el hecho de que sea un cabeza de lista. Esto deja en una posición difícil al alemán Manfred Weber, candidato popular sin ninguna experiencia ejecutiva, por lo que los populares europeos podrían presentar un candidato alternativo. “El candidato del PPE no concita todo el apoyo que necesita para ser elegido, pero no excluye que ese grupo político tenga una representación en el debate acorde con sus resultados electorales”, apuntan fuentes de este diario.
"El candidato del PPE no concita todo el apoyo que necesita para ser elegido"
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El socialista holandés Timmermans y la liberal danesa Vestager podrían tener más posibilidades que Weber al tener experiencia como ministros en sus respectivos países y en carteras importantes de la Comisión (vicepresidente primero y comisaria de Competencia). Pero aún no se descarta al alemán ni a otros candidatos alternativos, a pesar de que los grupos de la Eurocámara, que tienen que aceptar al candidato, han reiterado en las últimas semanas que quieren que el presidente de la Comisión sea uno de los cabezas de lista.
Sea quien sea el elegido, tendrá que entrar en el puzle de los equilibrios imposibles que intentan resolver los Veintiocho: que entre los cuatro puestos principales haya un balance entre países del este y el oeste; hombres y mujeres; y populares, socialistas y liberales, los tres partidos más votados en las pasadas elecciones europeas.
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Si al final hay fumata blanca esta semana, la Eurocámara tendrá que aceptar el candidato propuesto por el Consejo en su sesión primera sesión de la nueva legislatura que tiene lugar en diez días: el 1 y 2 de julio, en Estrasbusgo. Los eurodiputados deberían elegir también al presidente del hemiciclo en esta sesión, cuya identidad podría condicionar los equilibrios geográficos y de género para el presidente del Ejecutivo comunitario y el resto de los puestos clave. Por eso, los jefes de Gobierno prefieren adelantarse en su reunión de este jueves.
En Bruselas se da por hecho que, si no se llega a un acuerdo en la cumbre europea de este jueves, se celebrará una nueva en la segunda semana de julio, con el objetivo de presentar un candidato que la Eurocámara pueda ratificar en su última sesión antes de las vacaciones, que empieza el día 15 del próximo mes.
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No más de una noche sin dormir por cumbre
Otros temas en los que hay menos desacuerdos completan la agenda de la cumbre europea, con lo que los líderes podrán decir que han llegado a acuerdos el viernes por la tarde, aunque no nominen al próximo presidente de la Comisión esta semana.
Los líderes llegarán al edificio Europa en Bruselas sobre las 15:00 horas del jueves, y comenzarán por discutir la agenda estratégica para los próximos siete años. Los principales temas de la estrategia serán la migración, la protección de las fronteras exteriores, la transformación digital y la lucha contra el cambio climático. “Se observa un cambio en las prioridades si lo comparamos con 2014”, apuntan fuentes comunitarias, quienes subrayan que entonces el foco se centraba sobre la zona euro.
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Principales temas de la estrategia: migración, protección de las fronteras, transformación digital y la lucha contra el cambio climático
El viernes por la mañana, con pocas horas de sueño, los Veintiocho buscarán anunciar una declaración conjunta a favor de conseguir la neutralidad climática para 2050. Se espera un compromiso algo descafeinado, dado que algunos pocos países que ven más difícil llegar al objetivo, como Polonia, con una economía aún dependiente del carbón, buscarán evitar una declaración vinculante por miedo a no llegar, apuntan fuentes cercanas a las negociaciones. Aun así, sí se espera que la declaración institucional incluya una fecha de caducidad deseada para los combustibles fósiles.
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Otros temas más complicados como la creación de un presupuesto para la Eurozona permanecerán cerrados. A pesar de que el viernes se celebra oficialmente la Cumbre del Euro, no se espera que los Veintiocho vayan más allá de refrendar el conato de presupuesto para la Eurozona, sin tamaño, ni fuentes de financiación, ni reglas definidas, que los ministros de Finanzas acordaron la semana pasada en una reunión que acabó a las 4 de la madrugada, y cuyos grandes flecos pendientes tendrán que seguir negociando en diciembre. Con una noche sin dormir es suficiente.