Cargando...

La UE endurecerá los castigos por revelar secretos empresariales, en medio de los 'papeles de Panamá'

El precedente francés

Publicidad

Eurodiputados protestando contra la evasión fiscal cuando saltó el escándalo de 'Luxleaks'.

Actualizado:

MADRID.- La fecha lleva tiempo cerrada, pero el momento en que se produce la votación, en mitad de la crisis abierta por la publicación de los papeles de Panamá, no podría ser más oportuno. El Parlamento Europeo se pronunciará el próximo 14 de abril sobre la nueva directiva de secretos comerciales, que servirá como marco para el desarrollo de nuevas normativas nacionales en los 28.

Publicidad

“Los derechos de propiedad están adecuadamente protegidos en la UE, los riesgos de esta directiva pesan mucho más que las potenciales ventajas”, asegura a Público Fabio de Masi, eurodiputado del partido alemán Die Linke. Su formación se integra en el grupo de la Izquierda Unitaria Europea GUE/NGL, que, como ocurre en el grupo de Los Verdes, experimenta un aumento del número de voces contrarias a la ‘Directiva relativa a la protección del saber hacer y la información empresarial no divulgados (secretos comerciales) contra su obtención, utilización y divulgación ilícitas’, la denominación técnica de esta normativa.

Click to enlarge
A fallback.

“Los derechos de propiedad están adecuadamente protegidos en la UE, los riesgos de esta directiva pesan mucho más que las potenciales ventajas”, asegura Fabio de Masi, eurodiputado del partido alemán Die Linke

De Masi asegura que esta regulación “no es necesaria”, y que las únicas beneficiarias de su aplicación serán las grandes corporaciones, las mismas que han impulsado su tramitación desde el primer momento. “Tienen los medios financieros y operacionales para entrar en costosas disputas legales contra terceras partes que critiquen sus prácticas empresariales, y esto silenciaría a los últimos. Aún cuando, tras casos de juicios, quede probado que no violaron secretos comerciales”, apunta.

Publicidad

El europarlamentario recuerda cómo el ‘whistleblower’ del caso Luxleaks, Antoine Deltour, y el periodista Edouard Perrin, cuentan con un nivel de protección “absolutamente insuficiente”, tras sacar a la luz el escándalo de los acuerdos entre más de 300 multinacionales y el Gobierno de Luxemburgo para pagar menos impuestos. De Masi critica su persecución, cuando “deberían ser honrados por su contribución a la sociedad”, y denuncia que la Comisión Europea “cercena” su libertad con esta directiva, en lugar de desarrollar un marco de protección “fuerte y consistente” para los ‘whistleblowers’.

El precedente francés

La directiva de la UE reconoce el derecho a revelar informaciones que cuadren con una amplia definición de secretos comerciales, si tienen " el propósito de proteger el interés general público y cuando revelan una mala conducta o una actividad ilegal”

Publicidad

Formalmente la directiva reconoce el derecho a revelar informaciones que cuadren con esta amplia definición de secretos comerciales, si tienen " el propósito de proteger el interés general público y cuando revelan una mala conducta o una actividad ilegal”. Los críticos con esta directiva advierten de que aún en el caso de que los informadores logren probar que no han incurrido en la revelación de secretos comerciales, o el interés público de las informaciones que saquen a la luz, esto puede tener lugar tras años de costosos litigios judiciales.

Vínculos entre la directiva y el TTIP

Masi: “No hay un vínculo directo y explícito con el TTIP, pero hay un proyecto similar curiosamente lanzado al mismo tiempo en EEUU”

Publicidad

Alfonso Sánchez, miembro de Xnet, clave en la filtración del caso de las tarjetas black, explica a este diario que el Senado de EEUU aprobó este lunes una normativa de secreto comercial en línea con esta directiva europea. El texto debe hacerse también con el respaldo del Congreso norteamericano, y Sánchez advierte de que su aprobación puede allanar el camino para cerrar el TTIP, el acuerdo de libre comercio que Washington y Bruselas negocian con sigilo, y que podría sentar las bases para incluir en el texto final un apartado específico sobre secretos comerciales. “No hay un vínculo directo y explícito con el TTIP, pero hay un proyecto similar curiosamente lanzado al mismo tiempo en EEUU”, sostiene de Masi, que reconoce en ambas iniciativas el sello de las multinacionales, que quieren mantener sus “intereses a expensas de la sociedad”.

Contenido adicional o infografía: ver versión completa del artículo.

Publicidad