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Thunberg asiste a la protesta contra la extracción de lignito en Lützerath: "El carbón debe permanecer bajo tierra"

El Gobierno alemán prevé incrementar la actividad en la mina Garzweiler II ante la crisis energética. La concentración ha derivado en un enfrentamiento con la Policía, que ha recurrido a cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

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La policía se enfrenta a los manifestantes durante una protesta para detener la demolición del pueblo de Luetzerath para una ampliación de la mina de carbón. — Ina Fassbender / AFP

berlín, Actualizado:

La activista medioambiental sueca Greta Thunberg se posicionó este domingo, en la localidad alemana de Lützerath, en contra de la explotación de una mina de lignito a cielo abierto y aseguró que la lucha continúa, al tiempo que criticó al Gobierno alemán por cerrar acuerdos con consorcios energéticos. 

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En un discurso ante miles de activistas en este pueblo, cuyo desalojo definitivo comenzó el miércoles pasado con el fin de dar paso al incremento de la extracción de carbón de la mina Garzweiler II, Thunberg subrayó: "La ciencia lo dice claramente: el carbón debe permanecer bajo tierra, debemos parar la destrucción de nuestro planeta".

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"El carbón sigue en el suelo, seguimos aquí, Lützerath todavía existe, y mientras el carbón siga bajo tierra, esta lucha no habrá terminado. No pensamos desistir", afirmó.

Thunberg calificó de "vergüenza" que el Gobierno alemán, "uno de los países más contaminantes del mundo" y por lo cual debería "asumir responsabilidades", cierre acuerdos con consorcios energéticos como RWE, la operadora de Garzweiler II, lo que demuestra que prioriza el lucro por encima de las personas, agregó.

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Criticó que se sacrifiquen vidas humanas "por el beneficio de unas pocas personas increíblemente ricas" y se preguntó cómo puede ser que en 2023 se siga por "un camino que conduce a la nada". "Que estéis aquí es una señal de esperanza", afirmó al dirigirse a los activistas, a los que dijo que están demostrando que los cambios no vienen de gobierno, consorcios y dirigentes, sino de las personas que protestas en la calle y en casas de maderas en árboles.

Al margen de la marcha, manifestantes, en su mayoría encapuchados, trataron de burlar las barreras policiales para acceder al pueblo acordonado y al borde de la mina a cielo abierto, por lo que la Policía hizo uso de cañones de agua, gas pimienta y porras. "Para evitarlo, recurrimos a la coacción inmediata. Absténganse de atacar a las fuerzas policiales y cooperen", advirtió la Policía en un mensaje en Twitter.

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El acto de protesta comenzó hacia el mediodía con una marcha que partió desde la vecina Keyenberg, con la presencia de Thunberg y la activista alemana Luisa Neubauer entre los rostros más conocidos.

La Policía estima que en la protesta participaron bastante más de las 8.000 personas inicialmente esperadas, mientras los organizadores, una amplia alianza de organizaciones que se oponen a la extracción de lignito y a la demolición de Lützerath, contaba ya de antemano con superar ampliamente los 10.000 participantes.

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El miércoles comenzó el desalojo del pueblo de Lützerath, en el oeste del país, para incrementar la explotación de lignito a cielo abierto en la mina Garzweiler II, ante la resistencia de activistas medioambientales, que recibieron a los agentes con piedras, pirotecnia y cócteles molotov.

El desalojo se vio complicado, además, porque mientras Lützerath prácticamente había sido despejada en la superficie, todavía había dos opositores a la mina de lignito que permanecían atrincherados en un túnel subterráneo.

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De los aproximadamente 470 activistas que querían impedir la extracción de lignito en la zona, unos 320 ya abandonaron el lugar voluntariamente desde el miércoles con el inicio del desalojo. Por la mañana, un portavoz de la Policía había informado de que todavía quedaban unas quince estructuras de los activistas, incluidas casas en los árboles.

Aunque el plan del Gobierno alemán es que el abandono del carbón en Renania del Norte-Westfalia se produzca ya en 2030, según el acuerdo suscrito el año pasado con la energética RWE a corto plazo está previsto incrementar la extracción de carbón ante la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania.

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