Los terremotos de Turquía y Siria dejan ya más de 24.000 muertos y alrededor de 85.000 heridos
El país turco cifra los fallecidos en 20.665 personas mientras Siria contabiliza ya 3.553 decesos. Al Asad estudia ya pasar a una "fase de recuperación" mientras Turquía se mantiene cauta ante posibles epidemias por falta de material higiénico.
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madrid, Actualizado:
Los devastadores terremotos de esta semana en Turquía y Siria se han cobrado ya la vida de más de 24.000 personas mientras la comunidad internacional continúa con sus esfuerzos de ayuda y los equipos de rescate siguen luchando por encontrar supervivientes cinco días después de los seísmos.
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De acuerdo con el último balance oficial de este sábado, al menos 20.665 personas han muerto solo en Turquía, donde la cifra de heridos es de 80.088 personas. En la vecina Siria se tiene constancia de 3.553 fallecidos y 5.276 heridos, para sumar un total de 24.218, según informaciones de Europa Press.
La agencia turca para la gestión de desastres, AFAD, ha confirmado que más de 90.000 personas han sido evacuadas de las diez provincias turcas afectadas por el terremoto y ahora mismo hay sobre el terreno más de 166.000 equipos de rescate y voluntarios, entre ellos unos 8.000 especialistas de rescate extranjeros.
En las últimas horas, los servicios de emergencia de Turquía han logrado sacar con vida a una mujer de 70 años y a otra de 55 cerca de 122 horas después de haber quedado sepultadas bajo los escombros de dos edificios destruidos en las ciudades de Kahramanmaras y Diyarbakir, todo ello tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.
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Tras un intenso esfuerzo de los equipos de búsqueda turcos en la ciudad de Kahramanmaras, Violet Tabak, de 70 años, ha sido rescatada de entre las ruinas de un edificio ubicado en el distrito de Onikisubat tras 112 horas atrapada, para luego ser traslada a un hospital para recibir atención médica, según ha informado la agencia estatal turca de noticias Anatolia.
En la sexta jornada desde los terremotos, los servicios de emergencia continúan buscando personas vivas que rescatar, una tarea que se hace más difícil conforme cada hora que pasa, puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas.
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Siria pasa de la emergencia a la recuperación
El presidente sirio, Bachar al Asad, tomó parte en una reunión con actores de diversa índole en la ciudad noroccidental de Alepo para estudiar cómo abordar la transición de la respuesta "de emergencia" a los seísmos a una fase de recuperación, informó este domingo la Presidencia del país árabe.
"Cinco días pasaron desde el devastador terremoto que golpeó Siria y es necesario pasar ahora de la respuesta de emergencia inicial lanzada por el Estado y la sociedad, a una respuesta organizada para hacer frente a las repercusiones y efectos del terremoto", explicó el órgano presidencial en un comunicado.
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Al Asad e integrantes de la Cámara de Operaciones de Alepo, formada por ONGs, entidades comerciales y agencias gubernamentales, analizaron este asunto durante un encuentro en la urbe, donde el mandatario sirio realizó este sábado su primera aparición pública desde la tragedia del pasado lunes.
Los responsables de coordinar la respuesta local explicaron al presidente y la primera dama, Asma al Asad, los entresijos del mecanismo que se puso en marcha en los primeros momentos del desastre, así como la magnitud de su impacto en los edificios y en términos de pérdidas humanas.
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Este mediodía, Al Asad y su esposa se encuentran ya en la cercana provincia de Latakia, un bastión de la dinastía Al Asad con una significativa población alauita, minoría ética y religiosa a la que pertenece el mandatario, y también cristiana, otra comunidad clave para sus esfuerzos políticos.
En la capital homónima de la región, muy afectada por los sismos, ambos visitaron a los heridos ingresados en el Hospital Universitario Tishreen, incluidos una madre y su hijo recatados este sábado con vida tras cinco días atrapados bajo los escombros, dijo la Presidencia en su cuenta de Twitter.
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Temor a una epidemia en Turquía
El peligro de epidemias comienza a amenazar a las diez provincias del sureste de Turquía golpeadas por el sismo del lunes, una amplia zona en la que viven trece millones de personas y en la que los servicios básicos han quedado muy dañados.
Según coinciden los especialistas, los aseos portátiles son una necesidad prioritaria, hay una terrible escasez de todos los materiales de higiene, no hay agua y decenas de miles de personas se encuentran a la intemperie bajo un frío glacial. "Uno de los problemas más importantes son los aseos portátiles. La situación de las mujeres es especialmente difícil. También es una necesidad esencial para el personal de rescate", señala el diario Hurriyet, que denuncia la falta de material de higiene, medicinas y otros bienes básicos.
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Onder Isleyen, miembro de la directiva de un pequeño partido de izquierda, señala por teléfono a Efe desde el distrito de Defne, en la provincia de Hatay, una de las más afectadas, que teme que pronto pueda darse una epidemia.
Denuncia en Hatay que la situación no ha cambiado en los últimos días, no hay ningún tipo de organización y critica que, pese a que abundan los voluntarios, no hay equipamiento ni materiales. "La desesperación es total. No hay tiendas, ni material de limpieza, ni aseos. Esto es un peligro para la salud pública", explica.
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"Las obras se concentran en las calles principales y los lugares céntricos. A medida que uno se desplaza a calles secundarias, ves que los trabajos disminuyen y que las víctimas del terremoto, cuyos familiares se encuentran entre los escombros, suplican por encontrar grúas, equipos especializados y excavadoras", y agrega: "Nadie ha ido todavía a cientos o miles de pueblos".
Batyr Berdyklychev, representante en Turquía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró al diario Hurriyet que "la magnitud de la catástrofe y sus consecuencias son enormes". "La reconstrucción de hospitales e instalaciones sanitarias es una prioridad. Los problemas en el suministro de agua potable pueden aumentar el riesgo de enfermedades", subrayó.